El empresario que inventó el penalti
La historia de la selección inglesa está repleta de frustraciones y decepciones, muchas de ellas asociadas con los lanzamientos desde el punto de penalti. Lo cual no deja de ser una paradoja, considerando que el inventor de la pena máxima fue precisamente un empresario británico.
Por Quico Muñoz | 09/01/2015

El fútbol, al igual que otros deportes como el rugby o el cricket, nacieron en el Reino Unido durante la época victoriana, en el siglo XIX. En su origen, eran deportes de caballeros, en los cuales los hombres pudientes hacÃan deporte y se divertÃan mientras sus esposas observaban el juego desde un lado del campo y comentaban sus jugadas mientras tomaban un tentempié. Muy tÃpico y muy victoriano todo, era imposible ser más inglés.
Por supuesto, en aquel entonces, el fútbol tenÃa poco que ver con lo que actualmente vemos sobre un terreno de juego. Se jugaba diferente, con mucho más contacto fÃsico y un juego directo que harÃa que el Stoke City o el West Ham parecieran la reencarnación actual del Brasil del 70. Pero las mayores diferencias no estaban en el juego, sino en las reglas. La mayorÃa de ellas, como la presencia de árbitros asistentes o incluso de árbitro principal, aparecieron según se fueron necesitando. Igual que el protagonista de hoy.
El penalti, curiosamente, no apareció en Inglaterra o Escocia, como es habitual en los grandes adelantos del futbol, sino que lo hizo en la Isla Esmeralda, en Irlanda, que en aquellos momentos aún era territorio británico. Asà que vámonos de viaje a la Irlanda de finales del siglo XIX, concretamente de 1891.

El lugar al que nos dirigimos es el pueblo de Milford, en el condado de Armagh, que en la actualidad sigue siendo territorio británico, ya que pertenece a Irlanda del Norte. En aquel entonces, era un pueblo pequeño, de poco más de 400 habitantes, situado entre las montañas. Además de pequeño era joven, ya que habÃa nacido a mediados de siglo gracias a Robert Garmany McGrum. Y es que este pueblo, como muchos otros de la época, nació de la mano de la industria, ya que fueron creados para alojar a los obreros que trabajaban en las fábricas. Milford, concretamente, debe su existencia a una fábrica de lino, de la cual el señor McGrum era dueño.
Eso sÃ, la industria no solo generaba nuevos pueblos, sino que también generaba clubes deportivos. El mejor ejemplo estaba en el norte de Inglaterra, industrial, que habÃa creado el profesionalismo en el fútbol solo una década antes. Asà que, como era de esperar, en Milford habÃa un equipo de fútbol llamado Milford Everton y su porterÃa la defendÃa William McGrum, hijo del propietario de la fábrica.
Master Willie, como era conocido en el pueblo, habÃa estado jugando de portero en el equipo desde 1880 y habÃa visto cómo el paso del tiempo restaba honorabilidad al futbol. McGrum, que pertenecÃa a la alta sociedad, asistÃa con pavor a la transformación de aquel juego de caballeros en un deporte más agresivo y cosas que en un principio parecieron impensables como dar una patada intencionada a un rival para cortar una acción se habÃan vuelto cotidianas. Y William decidió que habÃa que poner solución a ello.

Pero claro, la inclusión del penalti en las reglas no llevó consigo la aceptación de este castigo por parte de todos los jugadores. Aún quedaba gente (y aún queda ahora, ilusos) que consideraba el fútbol como un deporte de caballeros donde nadie hace trampa. Es por ello que durante sus primeros años se sancionaron pocos penaltis y en los que eran sancionados se podÃa ver cómo el portero se quedaba inmóvil en el centro de la porterÃa para permitir el gol rival, ya que consideraba el penalti injusto y poco caballeroso. Muy british todo, solo les faltaba tomar el té mientras tanto.
Considerando estos remilgos, es lógico que el primer penalti realmente importante, el primer penalti que decidió algo, no llegara hasta casi 20 años más tarde. Fue en 1910, en una final de FA Cup entre el Newcastle United y el Barnsley, más concretamente en el replay, ya que el primer partido acabó en empate. Y, como luego acostumbrarÃa a suceder a menudo, fue pitado a favor del grande y el gol, de Albert Sheperd, dio al Newcastle su primera FA Cup. Y para rematar las coincidencias, el penalti fue pitado en Goodison Park, hogar del Everton, equipo del que tomó su nombre el equipo en el que jugaba Master Willie.
Quico Muñoz es graduado en ADE. Puedes seguirle en Twitter en @QuuicoM y leer su blog Etereocidades.
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