El Arsenal vuelve a ser candidato a la Premier League más de una década después. Y esta vez de verdad. Sin el Chelsea en la carrera por el título, el Manchester City con opciones serias de hacer algo en la Champions League y el Manchester United hundido en la mediocridad, parece la oportunidad de los Gunners comandados por el renacimiento del media punta alemán.
Suenan carcajadas estridentes en la ciudad del Mersey. Proceden de Melwood, ese campo dónde entrena un equipo que quiere volver a ser grande, el Liverpool FC. Un hombre de cabello rubio, que grita instrucciones técnicas con acento alemán y con gafas dirige el entrenamiento: ni más ni menos que Jürgen Klopp. The normal one.
Ser un nueve es ser heredero de jugadores como Ronaldo, van Basten, Lineker, Raúl o Pelé. El nueve es el jugador en el que se fijan todas las miradas, aquel al que todos los defensas vigilan con vehemencia, aquel al que todos los niños quieren imitar y aquel cuya camiseta portan orgullosos. Pero ser un nueve no es fácil.
La anómala situación del portero español tiene un contexto psicológico bastante enrevesado. Las circunstancias de su frustrado fichaje hubieran impedido al aún portero de los Red Devils rendir al mejor nivel. Louis Van Gaal tomó la decisión correcta dejando de contar con él hasta el fin del período de fichajes.