1. La jornada más aburrida de la historia
Por primera vez en la etapa reciente de “Match of the day”, el programa estrella de fútbol de la BBC presentado por Gary Lineker, la emisión del sábado arrancó con el resumen de un empate a cero. Los fines de semana, el orden de los resúmenes en el programa es objeto de debate entre los aficionados. En este caso, no hubo controversia posible: los cinco partidos que se disputaron el sábado fueron tan paupérrimos que el programa debería haberse cancelado directamente. De los diez equipos en liza, siete se quedaron sin marcar. En total, vimos cuatro goles en cinco partidos. Es cierto que la elección de los encuentros no ayudó. Mientras los partidos de los grandes equipos eran programados para el domingo tras disputar partidos aplazados entre semana, el sábado nos tuvimos que conformar con duelos de la zona media y baja de la tabla. El Southampton dirigió dos disparos entre palos contra la portería del Hull. Uno fue un penalti. Fallado. El Leicester disparó una vez entre palos contra la portería del West Brom. Y fue el gol de Jamie Vardy que le dio la victoria. Stoke y West Ham no habrían encontrado la portería rival ni con un mapa. Y luego está el Sunderland, claro. En fin, una tortura.
2. Se acabó el suplicio
En ocasiones, es necesario dar un paso atrás para dar dos hacia delante. Estos diez años del Sunderland en la Premier League se han caracterizado por la falta de progreso del club, que jamás superó la décima posición y pasó la mayoría de esos años coqueteando con el descenso. Esta debacle anunciada obligará al dueño Ellis Short a tomar una decisión urgente sobre el futuro del club antes de que se siga devaluando. Lo mejor sería que el empresario estadounidense asuma su fracaso y venda por fin el club ahora que su valor se ha depreciado con el descenso. El Sunderland, un histórico del fútbol inglés, ha protagonizado una temporada lamentable. Sus aficionados han presenciado solo tres victorias en 18 partidos en el Stadium of Light, donde cayeron por 0-1 ante el Bournemouth el sábado para sellar su suerte. Ahora viene lo realmente importante: seguir el ejemplo de Wigan o Bolton, que acabaron con sus huesos en tercera, o el de West Ham o Newcastle, que recuperaron la categoría al año siguiente.
3. Detalles que deciden posiciones
En el descuento de la primera parte entre Manchester United y Swansea en Old Trafford, Neil Swarbrick señaló un penalti de Lukasz Fabianski sobre Marcus Rashford que Wayne Rooney se encargó de transformar en el 1-0. Las repeticiones mostraron que el guardameta polaco no llega a tocar al delantero inglés, que se deja caer. Un error arbitral que penalizó gravemente a un Swansea que había sido superior a su rival en la primera parte. El gol de falta de Gylfi Sigurdsson en la segunda parte permitió al Swansea llevarse un punto que le permite seguir a dos de distancia del Hull City que, el día anterior, había empatado en Southampton gracias a otro penalti en el descuento. En este caso, detenido. Elvin Jakupovic se interpuso en el lanzamiento de Dusan Tadic y permitió al Hull abandonar la costa sur con un 0-0. A estas alturas de la temporada, estos lances concretos, un error arbitral, un penalti detenido, pueden ser determinantes para decidir quién desciende, quién juega en Europa o quién gana la liga (en este caso, el Chelsea, véase punto 7).
4. Las (contradictorias) estadísticas del Manchester United
Las prestaciones del Manchester United son la mejor demostración del valor relativo de las estadísticas. O, como alguien más ingenioso que yo dijo una vez, “si las torturas lo suficiente, las estadísticas pueden acabar diciendo exactamente lo que quieres”. El Manchester United no pierde un partido de liga desde que cayó por 4-0 ante el Chelsea en Stamford Bridge el 23 de octubre. En total, el United ha encadenado 25 partidos consecutivos sin perder, lo cual supone un nuevo récord en una misma temporada en primera división. El inconveniente es que doce de esos 25 han sido empates. Las cifras son todavía peores en casa, donde el United ha empatado diez de sus 18 partidos, incluyendo el de este domingo ante el Swansea. Los de José Mourinho son solo los octavos mejores en casa en Premier. El Burnley ha sumado un punto más en casa que el United. Y el Leicester solo uno menos con dos partidos pendientes. Aunque Mourinho aludió al cansancio en su entrevista tras empatar ante el Swansea, la realidad es que a su equipo se le han atragantado los equipos modestos en casa desde principio de año. Al actual United le falta talento y calidad en zonas concretas para vencer la obstinada resistencia de los equipos que acuden a Old Trafford a defender cerca de su portería y ver el tiempo pasar.
5. Trabajo en curso
No hay quien entienda al Crystal Palace. Tras ganar en abril a Liverpool, Chelsea y Arsenal, el equipo de Sam Allardyce fue a tropezar ante el más inesperado de los rivales, el Burnley. Los Clarets son el peor equipo de la Premier League fuera de casa, donde no habían logrado una sola victoria hasta este sábado. El equipo de Sean Dyche, uno de los más modestos de la división, selló su permanencia una temporada más gracias a los goles de Ashley Barnes y André Gray. El Palace dista de ser una obra finalizada. Allardyce ha incorporado las piezas necesarias (ese Luka Milivojevic es todo un jugador) y ha dotado al equipo de la solidez defensiva imprescindible para garantizar la permanencia pero todavía la falta mucho para ser un equipo con el sello de Allardyce.
6. La resurrección de Vardy
El Leicester venció por 0-1 en West Bromwich y certificó su permanencia en la Premier League. Ha sido una temporada de altos y bajos para los Foxes, que alcanzaron los cuartos de final de la Champions League mientras su renqueante marcha en la competición local le costaba el puesto a Claudio Ranieri. Pocos jugadores ejemplifican esos altibajos como Jamie Vardy. El mejor jugador de la liga según la Premier League la temporada pasada solo anotó siete tantos en 32 partidos con Ranieri esta temporada. Sin embargo, la llegada de Craig Shakespeare revitalizó al equipo y, en especial, al delantero inglés. En doce partidos con Shakespeare, Vardy ha anotado ocho goles. El técnico inglés ha recuperado el modelo de juego de la temporada pasada, apostando incluso por los mismos individuos. Acompañado de Shinji Okazaki (o Leo Ulloa en las últimas semanas), Vardy puede desentenderse de las labores defensivas y centrarse en lo que mejor sabe hacer: aprovechar su velocidad para el contraataque.
7. El Chelsea tiene de todo
Si todavía quedaba alguien que dudaba de que el Chelsea se proclamaría campeón de liga, su actuación en Goodison Park debió desvanecer esos últimos atisbos. El equipo de Antonio Conte se impuso con solvencia por 0-3 en el partido más complicado que le quedaba hasta final de temporada. Tras una primera parte igualada, la calidad del Chelsea acabó imponiéndose en la reanudación. Pedro puso el 0-1 con un preciso disparo desde fuera del área y, a partir de ahí, fue coser y cantar. Gary Cahill y Willian redondearon un marcador que permite a los Blues acariciar el título. El equipo de Conte tiene recursos más que suficientes, como demostró aquí una vez más. Cuando no aparecen Diego Costa o Eden Hazard, aquí está Pedro. Cuando los atacantes no están finos, siempre está Marcos Alonso con sus faltas o Cahill con sus remates de cabeza. Y donde no llegan los titulares, lo hacen Cesc Fàbregas o Willian.
8. Una despedida a la altura
El Tottenham se impuso en el último derbi del norte de Londres disputado en White Hart Lane. La temporada que viene, el Tottenham jugará en Wembley antes de regresar en 2018 para estrenar su nuevo hogar. Los Spurs estuvieron a la altura de la ocasión y de su temporada y se impusieron en el derbi. La victoria por 2-0 significa que el equipo de Mauricio Pochettino, que ha batido esta temporada su récord de puntos en una temporada de Premier League, finalizará por delante de su rival ciudadano por primera vez en 22 años. Es la culminación de una tendencia que se viene dibujando desde hace años. La exitosa política de fichajes del Tottenham le ha permitido ir creciendo deportivamente mientras los Gunners iban decayendo paulatinamente. Si la construcción del nuevo estadio no merma (demasiado) las arcas de los Spurs, tal vez estemos asistiendo a un cambio de hegemonía en el norte de Londres.
9. Sin margen de error
El Liverpool parecía encaminado a finalizar entre los cuatro primeros y regresar a la Champions League tras vencer al Everton y empatar en el Etihad ante el Manchester City. Al fin y al cabo, sus últimos nueve partidos de liga no incluían a ningún equipo de los seis primeros. Pero claro, eso es una desventaja esta temporada para los Reds. En sus últimos cinco partidos, el equipo de Jürgen Klopp sufrió para ganar en Stoke y West Bromwich, y empató en casa con el Bournemouth y perdió contra el Crystal Palace. Este lunes, el Liverpool venció por 0-1 en Watford gracias a un gol espectacular de Emre Can (¡tras asistencia de Lucas!). A pesar de que sus rivales directos siguen dejándose puntos por el camino, el Liverpool no puede permitirse más tropiezos inesperados. Los Reds entrarán en Champions ganando sus tres últimos partidos, en casa ante Southampton y Middlesbrough, y en casa del West Ham. Pero ese es precisamente el tipo de equipos que se le atraganta al Liverpool. Si los Reds acaban quedando fuera de la Champions solo podrá achacarse a sus propios errores y eso supondría un duro revés al crédito concedido a Klopp cuando llegó hace un año y medio.
10. Dos equipos sin rumbo
El empate sin goles entre Stoke y West Ham fue un fiel reflejo de la gris temporada de ambos en Premier League. A pesar de contar con un sólido respaldo financiero, los dos clubes están lejos de los puestos europeos. El Stoke es propiedad de Peter Coates, el fundador de la casa de apuestas Bet365, que prescindió de Tony Pulis en 2013 para dar un paso adelante con Mark Hughes. Cuatro años más tarde, los Potters siguen exactamente donde estaban. El West Ham ha estrenado esta temporada el Estadio Olímpico, un escenario con 60.000 asientos destinado a potenciar los ingresos del club y acercarle a los grandes. Pero, a pesar de sus ambiciones, ni Stoke ni West Ham están cerca de donde soñaban estar a estas alturas.