Ilie Oleart

10 reflexiones tras el fin de semana

José Mourinho vivió un regreso de pesadilla a Stamford Bridge, el Arsenal tropezó con la piedra más inesperada y el Bournemouth sigue escalando sin ruido. Son las tradicionales diez reflexiones tras la jornada en la Premier League.

1. La pesadilla de Merseyside

El Burnley obtuvo una de las victorias más sonadas de su historia reciente cuando venció por 2-0 al Liverpool hace ya un par de meses. Un triunfo, además, histórico. Los Clarets se convirtieron en el segundo equipo en la era Premier League en ganar un partido con una posesión tan baja (30%, el primero es el West Brom de Tony Pulis al vencer al Manchester United de Louis van Gaal con un 29%). Ante el Everton, Sean Dyche repitió estrategia y volvió a salirle bien. Con un 35% del balón, le bastó al equipo de Dyche para endosarle dos goles al Everton y sumar tres puntos más hacia la permanencia. Una victoria con un plus de mérito por la ausencia del goleador André Gray por la sanción de la federación por sus tweets homófobos y del centrocampista Steven Defour por lesión. Ver al equipo de Dyche no siempre es divertido. Pero cada vez es más difícil ganarle.

2. El equipo más infravalorado de la liga

El Bournemouth se ha transformado en el último reducto de una especie en extinción: el jugador inglés. Los Cherries son el equipo de la Premier League que más minutos dedican a los jugadores ingleses, por encima del 80% del total de minutos de juego. Al frente, un entrenador inglés, joven e inteligente, cuatro palabras que raramente leemos en la misma frase estos días. Eddie Howe dirige un equipo plagado de futbolistas comprometidos, profesionales y con talento que no gozan de la fanfarria que rodea a sus homólogos de otros clubes. Quizás la distancia de la capital, el diminuto tamaño de Dean Court o el perfil bajo de sus jugadores tengan la culpa pero lo cierto es que nadie habla estos días de la línea defensiva íntegramente inglesa formada por Charlie Daniels, Steve Cook, Simon Francis y Adam Smith, que contuvieron a los talentosos media puntas de los Spurs el sábado. Tampoco Harry Arter (nacido en Inglaterra aunque internacional irlandés), Andrew Surman o Dan Gosling son precisamente tema de conversación en los pubs los fines de semana. Incluso promesas como Jack Wilshere o Jordon Ibe parecen estar gozando de la liberación generada por la lejanía de los focos. Súmenle a Junior Stanislas y Callum Wilson y tienen un equipo equipado para finalizar en mitad de tabla sin que nadie se entere.

3. Las lesiones comienzan a pasar factura en el Emirates

Tras seis victorias consecutivas, el Arsenal tropezó con la piedra más inesperada: el recién ascendido Middlesbrough. En el 67º cumpleaños de Arsène Wenger (casi un tercio de los cuales al frente del Arsenal), los Gunners no fueron capaces de vencer la obstinada resistencia del equipo de Aitor Karanka. De hecho, si alguien hizo méritos para llevarse la victoria fueron los norteños. La velocidad de Adama Traoré fue una pesadilla constante para los centrales del Arsenal, Álvaro Negredo gozó de una ocasión clarísima a puerta vacía para decantar el partido, Gastón Ramírez envió un disparo de falta a la escuadra y Petr Cech fue el mejor de su equipo. El Arsenal notó la ausencia por lesión de Santi Cazorla en el centro del campo y, en menor medida, de la de Granit Xhaka por sanción. Sus puestos los ocuparon Francis Coquelin y Mohamed Elneny, dos esforzados pivotes que carecen de la calidad de Cazorla para trasladar el balón desde la línea defensiva hacia el ataque. Al Boro le bastó con presionar a los pivotes rivales para cortocircuitar todo intento de circular el balón. A día de hoy, Cazorla es el jugador más insustituible del Arsenal porque, sin él, los demás no pueden jugar.

4. Festival Shaqiri

Algunas cejas se arquearon cuando Xherdan Shaqiri decidió fichar por el Stoke City, un equipo de media tabla de la Premier League, en lugar de algún grande europeo. El jugador suizo, tras destacar en el Basilea, fichó con solo 21 años por el Bayern de Múnich, donde jamás logró hacerse un hueco en el once, lo que provocó su traspaso al Inter de Milán dos años y medio después. Tampoco en Italia fueron mejor las cosas y Shaqiri acabó dando con sus huesos en Stoke-on-Trent. En ocasiones, hay que dar un paso atrás para dar dos adelante. Quizás ese fue el razonamiento de Shaqiri y lo cierto es que el tiempo parece estar dándole la razón. En su primera temporada en Inglaterra, Shaqiri mostró chispazos de la calidad indudable que atesora pero adoleció de continuidad. Una carencia que parece haber resuelto este curso. Con sus dos obras de arte ante el Hull City, el suizo ya iguala los goles que marcó la temporada pasada (3) cuando todavía estamos en octubre.

5. El tinkerman ataca de nuevo

Durante su primera etapa en Inglaterra al frente del Chelsea, Claudio Ranieri se ganó el apodo de «tinkerman» por sus continuos cambios de sistema y jugadores. En el Leicester, en cambio, se caracterizó la temporada pasada exactamente por lo contrario. El italiano apostó por un 4-4-2 con los mismos jugadores casi de principio a fin y los periodistas tuvieron que guardar el apodo en un cajón. Hasta este sábado. Ranieri sentó a Jamie Vardy (ya iba siendo hora) y Marc Albrighton, dos fijos en el once, y optó por Shinji Okazaki y Ahmed Musa. La decisión no pudo tener consecuencias más positivas para los Foxes. Ambos escribieron su nombre en la lista de goleadores y fueron posiblemente los dos mejores jugadores de su equipo. El Leicester parece por fin haber encontrado la clave para replicar su forma europea en liga y el triunfo ante el Crystal Palace por 3-1 les sitúa en media tabla, ya a cuatro puntos del Everton y tres del Manchester United a pesar de su terrorífico calendario de inicio, con partidos ante Liverpool, Arsenal, Chelsea o Manchester United.

6. Moyes está condenado… pero no es su culpa

En realidad, para que nazca una tradición solo hace falta una cosa: que se repita suficientes veces. Así que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la salvación del Sunderland cada mes de mayo se ha convertido en una. Igual que los constantes cambios de entrenador, las tarjetas amarillas de Lee Cattermole o los goles de Jermain Defoe. El despido de David Moyes parece cuestión de tiempo pero el técnico escocés solo es culpable de una cosa: de aceptar el puesto. Si eso sucede, Sam Allardyce tiene todos los números de tomar el relevo y salvar al Sunderland de la quema un año más. Pero esto no puede esconder una realidad que insiste con insistencia en salir a la luz: la cultura y gestión del club son las culpables de este círculo vicioso en el que se hallan sumidos los Black Cats. Hace tiempo que existe una leyenda urbana sobre las nocivas costumbres instaladas en el vestuario en cuanto a nutrición, salidas nocturnas y algún que otro pasatiempo pernicioso. Tampoco la gestión del club es digna de un equipo profesional: en los últimos tres años se han sentado en el banquillo técnicos tan dispares como Paolo Di Canio, Gus Poyet, Dick Advocaat, Sam Allardyce o David Moyes. Un italiano, un uruguayo, un holandés, un inglés y un escocés. Parece el principio de un chiste pero más bien será el fin del equipo en la élite.

7. Una goleada con reminiscencias del pasado

José Mourinho encajó en su regreso a Stamford Bridge su peor goleada en liga desde el 5-0 que encajó en su primera visita al Camp Nou al frente del Real Madrid. Aquella goleada sirvió al portugués para comprender el alcance del trabajo que tenía por delante para cerrar la brecha que separaba a los dos gigantes españoles y, a base de sangre, sudor y lágrimas, acabó arrebatándole la liga al Barça más adelante. Ambos correctivos guardan varias similitudes: era la primera visita a un estadio que había sido importante en su carrera y al frente de un gigante en horas bajas. En Madrid fue capaz de devolver al club a la élite. ¿Lo logrará en Old Trafford?

8. Septimana horribilis en Mánchester

Los dos equipos de Mánchester fueron los grandes protagonistas del verano, por sus fichajes millonarios y porque al frente de ambos se encontraban dos viejos enemigos, Pep Guardiola y José Mourinho. Entre ambos han gastado más de 300 millones de libras netos este verano pero los resultados no son lo satisfactorios que se esperaba. Con el empate ante el Southampton, Guardiola encadenó cinco partidos sin ganar solo por segunda vez en su carrera (curiosamente, la otra fue en su primera temporada en el Barça, cuando consiguió el triplete). Tanto el catalán como Mourinho han encajado esta semana sendas goleadas por 4-0, los Citizens en el Camp Nou en Champions y los Red Devils en el Bridge en liga. Ambos técnicos, a pesar de seguir gozando de la confianza de directivos y aficionados, deben enderezar rápidamente el rumbo si no quieren ver cómo la presión les desborda. El problema es que una eliminatoria solo puede tener un ganador. El que quede eliminado en el derbi del miércoles en Old Trafford en Copa de la Liga quedará en una posición espinosa.

9. El Liverpool pierde una oportunidad de oro

Una victoria por 3-0 ante el West Bromwich el sábado habría permitido al Liverpool finalizar la novena jornada como líder de la Premier League. Sin embargo, los Baggies redujeron distancias en la segunda parte y el equipo de Klopp solo pudo vencer por 2-1, lo cual ha provocado que se encuentren en tercer lugar de la tabla por su peor diferencia de goles respecto a Manchester City y Arsenal. El Liverpool no es líder de la Premier League desde la temporada 2013-14, cuando estuvieron a un paso de proclamarse campeones. Desde entonces, Sam Allardyce ha dejado el West Ham, salvado al Sunderland, sido nombrado seleccionador y dejado su puesto tras el escándalo destapado por el Telegraph. Vamos, que ha llovido desde entonces. Así que haber obtenido el liderato habría tenido un valor anímico muy positivo para los Reds, en especial en la semana antes de visitar Selhurst Park, un estadio de infausto recuerdo desde el 3-3 de aquella temporada 2013-14.


https://www.youtube.com/watch?v=kE2VQW3MQqA
public://video_embed_field_thumbnails/youtube/kE2VQW3MQqA.jpg
a:1:{s:7:»handler»;s:7:»youtube»;}


10. La liga más competida del mundo

Tras los resultados del fin de semana, solo un punto separa en cabeza a Manchester City, Arsenal, Liverpool, Tottenham y Chelsea. Además, Chelsea y Liverpool fueron los dos únicos equipos de los doce primeros clasificados antes de empezar la jornada lograron ganar. Manchester City y Arsenal empataron en casa, el Tottenham lo hizo ante el modesto Bournemouth y el Everton cayó en Burnley. Quizás los equipos ingleses no sean capaces de ganar un partido europeo ni por error pero las distancias en la competición doméstica parecen seguir reduciéndose. En cuatro de las últimas nueve temporadas (2007-08, 2009-10, 2011-12 y 2013-14) el título se decidió en la última jornada. La temporada pasada se rompió el patrón de los años pares… ¿lo recuperaremos en esta?

Sobre el autor

Ilie Oleart