Ilie Oleart

10 reflexiones tras el fin de semana

Saido Berahino pasa más tiempo en los spas de Franca que jugando a fútbol en Inglaterra. Arsène Wenger pifió su planteamiento pero lo recondujo a tiempo. Y Junior Stanislas está desconocido.

1. Exceso de precaución

Si había sangre que oler en Old Trafford, Arsène Wenger debía tener las fosas nasales taponadas. Ante el peor Manchester United del último lustro, con Zlatan Ibrahimovic fuera del once por sanción, el francés optó por la precaución en lugar de la aventura. Dejó a Granit Xhaka en el banquillo en favor de una pareja de medio centros de corte defensivo, Francis Coquelin y Mohamed Elneny, además de Aaron Ramsey en banda en lugar del más ofensivo Alex Iwobi. Como consecuencia, el United dominó el encuentro y mereció llevarse la victoria. En defensa de Wenger, hay que decir que sus sustituciones salvaron el día para el Arsenal. Un centro del sustituto Alex Oxlade-Chamberlain para el sustituto Olivier Giroud acabó en el gol del empate de los londinenses. ¿Un punto ganado o dos perdidos? Habida cuenta de la situación del United, uno apuesta más por lo segundo.

2. Caída libre

Tras su destacada actuación ante España el martes, incluyendo un penalti provocado y un gol, Claudio Ranieri se apresuró a vaticinar el resurgimiento de Jamie Vardy. Su sequía esta temporada es tal que el técnico italiano ya le ha sentado en más de una ocasión en el banquillo. Sin embargo, ante el Watford volvió a hacer gala de la más absoluta inoperancia y su equipo acabó sucumbiendo una vez más. A estas alturas de la temporada pasada, Vardy sumaba 13 goles en liga. En esta, apenas dos. O empieza a marcar o en breve pasará a engrosar la lista de “one-season wonders” (aquellos jugadores que deslumbraron durante una temporada para apagarse acto seguido cual estrella fugaz) del fútbol inglés.

3. Everton-Swansea como síntoma… ¿pero de qué?

Contra todo pronóstico, el Swansea arrancó un empate de Goodison Park. Los galeses no ganan un partido desde hace más de tres meses, cuando triunfaron por 0-1 en Burnley en la jornada inaugural de la liga. Es el segundo punto que suman en los cinco partidos con Bob Bradley al frente del equipo. No parecen datos muy esperanzadores pero en Liverpool estuvieron cerca de llevarse la victoria si no hubiera sido por el gol postrero de Seamus Coleman. El Everton, en cambio, ha sumado solo un punto de sus últimos seis partidos y está a un traspiés de pasar de equipo revelación a decepción perenne. ¿Significará este punto el inicio del resurgir del Swansea? ¿La constatación del declive del Everton? Posiblemente ninguno de los dos.

4. La virtud del perdón

Yaya Touré es el jugador que más gana en el Manchester City. Una justa recompensa por haberse erigido en el tipo que transformó la historia del club (de acuerdo, junto con David Silva y Sergio Agüero). Con su carácter ganador, adquirido en Barcelona, Yaya contagió a sus compañeros y les llevó a su primera liga en cuarenta años. Sin embargo, el éxito es un amigo peligroso. Acomodó a Touré y, de rebote, a varios de sus próximos en el vestuario, y el ambiento tornó en tóxico. Pep Guardiola lo detectó rápidamente y empaquetó a Samir Nasri en dirección a Sevilla y castigó a Touré enviándole al filial hasta que él y, más importante, su representante, pidieran disculpas por su falta de respeto al club. Guardiola ganó el pulso y el respeto de sus jugadores: Yaya cumplió y pidió disculpas en su nombre y en el de su representante. En Selhurst Park marcó un doblete crucial que permitió al City llevarse los tres puntos pero el ganador indiscutido de este pulso es Guardiola y su autoridad como entrenador.

5. La mejor defensa de la Premier League

El Liverpool mereció ganar en Southampton. Si no hubiera sido porque Roberto Firmino se tomó el día libre para ir a disparar una escopeta de balines a la feria del pueblo, los Reds se habrían llevado los tres puntos. Pero esta mera constatación habla por sí sola del equipo de Jürgen Klopp. Ante una de las mejores defensas de la liga (Fraser Forster, Ryan Bertrand, Cédric Soares, José Fonte y el impecable Virgil van Dijk), el Liverpool generó ocasión tras ocasión gracias a su intensidad tras pérdida, su flujo frenético de juego y su comprensión del todo del juego. Los Reds se dejaron dos puntos pero dejaron la impresión de que están a la altura de los mejores.

6. Un regalo envenenado

Las dos victorias iniciales del Hull City provocaron una falsa sensación de optimismo en el club propiedad del egipcio Assem Allam. Hasta el punto que se apresuraron (considerando los estándares de lentitud imperantes en el club) a nombrar a Mike Phelan como técnico permanente. Desde entonces, los Tigers han logrado una victoria en diez partidos. El último, un duelo directo por la salvación ante el Sunderland, acabó con una inapelable derrota por 3-0. Cuando Victor Anichebe te marca dos goles, sabes que tienes un problema. Tan grave que quizás debas solventarlo en segunda división.

7. ¿Qué fue de David Luiz?

Servidor siempre ha sido partidario de contemplar el fútbol bajo la lupa del humor. Y pocos defensas centrales propician tantas carcajadas como David Luiz. O, al menos, provocaban. El jugador brasileño se ha convertido en un fijo en la defensa del Chelsea, hasta el punto de condenar a John Terry al ostracismo más absoluto. Junto a Gary Cahill y César Azpilicueta, Luiz forma actualmente la defensa más impermeable de la Premier League. Así lo atestiguan los cero goles encajados en sus últimos seis partidos de liga, un récord nada desdeñable en una liga que se vanagloria de su competitividad. La férrea retaguardia del equipo de Antonio Conte permitió a los londinenses llevarse la victoria por 0-1 de Middlesbrough y aprovechar el traspié de Liverpool para encaramarse al liderato. Mientras mantenga esa fortaleza atrás, será difícil que alguien le descabalgue.

8. Ni los delincuentes detienen al Bournemouth

La semana pasada, Jordon Ibe fue asaltado a punta de cuchillo en el sur de Londres. Por fortuna, la cosa no pasó a mayores y la integridad del jugador no corrió peligro en ningún momento. No se puede decir lo mismo de Mark Hughes, el entrenador del Stoke City, tras la derrota de su equipo por 0-1 ante los Cherries de Eddie Howe. De la mano de Ibe (no convocado en Stoke) pero sobre todo de Junior Stanislas, el Bournemouth se ha colocado en noveno puesto. Stanislas, un rechazo de la cantera del West Ham, ha hallado su lugar en el mundo en la costa sur tras un paréntesis en Burnley. El inglés ha participado en seis goles en sus últimos cinco partidos de liga, incluyendo tres goles y tres asistencias. Una vez más, la paciencia, fe y confianza de Eddie Howe ha probado sus resultados, como ya sucedió con Callum Wilson tras su grave lesión.

9. El nuevo hogar de Saido Berahino

Hace algunas semanas, Tony Pulis envió a su jugador más prometedor, Saido Berahino, a un centro de entrenamiento en Francia para ayudarle a ponerse en forma. Desde allí, Berahino recurrió a las redes sociales para burlarse de la decisión del club, que consideraba que estaba pasado de peso. Lo cierto es que el delantero inglés no tiene mucha mano en Internet. El sábado, compartió con sus seguidores su fe en el futuro y su confianza en su momento de forma. Al día siguiente, el club emitió un comunicado para informar que le había enviado de vuelta a Francia para seguir con su plan físico. Lo cierto es que la gestión del West Brom del tema Berahino ha sido caótico cuando menos. Le prohibieron marcharse al Tottenham, Pulis le reintrodujo en el equipo a regañadientes y ahora pasa más tiempo en un spa en Francia que en Inglaterra jugando a fútbol.

10. Suicidio colectivo

Al borde del minuto 90, el West Ham vencía 1-2 en White Hart Lane. Nada raro para un equipo que ha hallado en los Spurs su víctima propicia en los últimos tiempos, incluyendo tres victorias en sus últimos seis enfrentamientos. Pero entonces se cruzó Harry Kane por el camino y, sobre todo, la sorprendente capacidad de autoinmolación de los Hammers. Tras la enésima debacle de la temporada, el equipo de Slaven Bilic está a un punto del descenso, Dimitri Payet amenaza con abandonar el barco antes de que se estrelle con un iceberg y será difícil contar con los puntos en casa. En fin, casa. Lo que sea eso.

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Ilie Oleart