Ilie Oleart

10 reflexiones tras el fin de semana

El Chelsea sigue imparable desde que Antonio Conte pasó a defensa de tres en el Emirates. Slaven Bilic sigue con su prueba y error. Y Marouane Fellaini sigue… bueno, con lo que sea que haga.

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1. Klopp tropieza con la misma piedra

El Liverpool es quizás el equipo más entretenido de ver en esta Premier League. Pero el entretenimiento no siempre es sinónimo de triunfo. En ocasiones, un entrenador debe recurrir al pragmatismo para sellar una victoria que, a final de temporada, puede resultar la diferencia entre la gloria o el fracaso. En la era Premier League, el Liverpool solo ha perdido dos veces un partido que iba ganando por dos goles al descanso. Ambas derrotas se han producido este año con Jürgen Klopp al mando y ambos se han producido en la costa sur. La temporada pasada, el Liverpool ganaba 0-2 en Southampton y acabó sucumbiendo por 3-2. El domingo en Bournemouth, ganaba de nuevo 0-2 al descanso pero terminó claudicando por 4-3. Dicen que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Klopp debe aprender rápido de sus errores porque tres puntos como estos pueden acabar siendo decisivos en mayo.

2. El creador del Chelsea

Desde que José Mourinho apareció en Londres por primera vez, el Chelsea se convirtió en la bestia negra del Arsenal. El portugués no tardó en trabar una enconada enemistad con Arsène Wenger que se trasladó inmediatamente a sus enfrentamientos deportivos de los que, en general, Mourinho salió siempre victorioso. En la última década, el Chelsea se ha erigido en la peor pesadilla de Wenger. Hasta que, por fin, esta temporada, Wenger pudo saborear una contundente victoria por 3-0 en el Emirates. Sin embargo, en ocasiones es mejor perder la batalla para ganar la guerra. Al descanso de ese partido, con 3-0 ya en el marcador, Antonio Conte apostó por su querida defensa de tres y el Chelsea ya nunca echó la vista atrás. Los Blues suman ocho victorias consecutivas en liga desde aquel día y son líderes incontestables de la Premier League tras remontar ante Tottenham y Manchester City las dos últimas semanas. Wenger quizás esté deseando ahora haber perdido aquel día…

3. La torre de Pisa hecha equipo de fútbol

En catorce jornadas de Premier League, el Manchester City de Pep Guardiola solo ha logrado dejar su portería a cero en dos ocasiones (en casa ante el Bournemouth y en la visita al West Brom). Una estadística reveladora de una fragilidad defensiva que ya le ha costado varios puntos a los Citizens. Ante el Chelsea, el equipo de Guardiola fue ampliamente superior durante más de una hora pero acabó deshaciéndose como un azucarillo en agua hirviendo ante los contraataques del equipo de Antonio Conte. Un periodista inglés se preguntaba tras el partido si Claudio Bravo jugaba de centrocampista en el Barcelona porque lo cierto es que la sensación es que cada vez que el rival dispara a puerta, el balón acaba en el fondo de las mallas. Diego Costa atormentó a Nicolás Otamendi, a quien ganó la partida en el primer gol y al que sacó de posición en el segundo para la entrada de Willian desde segunda línea. Cuando tiene el balón, el Manchester City es una gozada de ver. Cuando no lo tiene, es como la torre de Pisa: parece que se vaya a caer en cualquier momento.

4. Hughes necesita a todos sus soldados

El Stoke comenzó titubeante la temporada pero, como era previsible, la experiencia de Mark Hughes y la indudable calidad de su plantilla, han acabado por aflorar. La victoria por la vía rápida ante el Burnley por 2-0 permite a los Potters asentarse en media tabla y comenzar a atisbar metas más ambiciosas. Tras unos primeros seis meses difíciles, Giannelli Imbula se ha asentado en el centro del campo. Delante, Xherdan Shaqiri y Marko Arnautovic son dos jugadores de primer nivel europeo. Quizás el único que se echa en falta es Bojan. El jugador español sufrió una grave lesión la temporada pasada cuando mejor estaba y no ha vuelto a ser el mismo. El fin de semana, se quedó en el banquillo, al igual que dos prometedores fichajes veraniegos, Wilfried Bony y Ramadan Sobhi. Si quieres seguir creciendo, Hughes deberá exprimir al máximo a todos ellos.

5. ¿Siguiente?

Cambiar de técnico a media temporada tiene muchos riesgos. Pero quizás el más evidente es: ¿Qué pasa si el siguiente entrenador no mejora los resultados de su antecesor? ¿Otro cambio? Eso deben estar preguntándose los dueños del Swansea tras el severo correctivo (5-0) recibido en White Hart Lane. Con Bob Bradley en el banquillo, los galeses suman una victoria, dos empates y cuatro derrotas en liga. Ese único triunfo es el milagroso 5-4 cosechado la semana pasada gracias a dos goles de Fernando Llorente en el descanso. Lo cierto es que, con Bradley, el equipo no solo ha mejorado, sino que ha empeorado. Algunos pesos pesados del vestuario no se sienten cómodos con Bradley porque sienten que el equipo está perdiendo los valores que le llevaron desde League Two hasta la Premier League. Estamos en diciembre, todavía queda mucho tiempo y todo el mes de enero para fichar. Si la directiva del Swansea quiere hacer un segundo cambio, no puede esperar hasta marzo como el Newcastle la temporada pasada con Rafa Benítez.

6. Pardew siempre es lo primero para Pardew

Tras vencer por 3-0 al Southampton, Alan Pardew respiró aliviado. Y, tras hacerlo, sacó pecho, fiel a sí mismo y a su incontrolable ego. Mientras abandonaba el terreno de juego, Pardew señaló al presidente Steve Parish en agradecimiento por su apoyo durante la semana y luego, en rueda de prensa, atacó a los dueños estadounidenses del club, “que quizás no saben mucho de fútbol”. Un entrenador que comanda al peor equipo en el año natural 2016 quizás debería dedicarse a trabajar en lugar de dar lecciones gratuitas sobre fútbol.

7. ¿Final de camino para Bilic?

Slaven Bilic es un tipo carismático. Que además fue exjugador del West Ham. Y que en su primera temporada como técnico al frente de los Hammers dirigió algunos partidos memorables, como la victoria por 3-2 en el último partido de la historia de Boleyn Ground. Pero no nos engañemos: no es la panacea con la pizarra, como demostró por enésima vez en la dura derrota por 1-5 ante el Arsenal del sábado. Bilic lo ha probado todo: ha cambiado de portero (Darren Randolph es ahora el titular en lugar de Adrián), ha jugado con defensa de tres y de cuatro, ha colocado a Michail Antonio en todas las posiciones que se le han ocurrido… Pero no encuentra la solución. Porque quizás no consista en ir probando cosas al azar sino en analizar sus piezas, decidir la mejor forma de explotarlas y persistir en su idea. La principal dificultad es que ha compuesto una plantilla desequilibrada, con exceso de jugadores atacantes y carencia de defensores. Una deficiencia que habría que corregir en enero… aunque quizás ya no sea Bilic quien debiera ocuparse de eso.

8. El equipo revelación

Ha transcurrido ya más de un tercio de la liga y podemos comenzar a extraer algunas conclusiones. De los técnicos recién llegados, Antonio Conte ha sido la sorpresa más agradable. José Mourinho ha encontrado que el Manchester United era una labor más ardua de lo esperado. Y el equipo revelación es… el West Bromwich Albion. Con la victoria por 3-1 sobre el Watford, Tony Pulis ha colocado a los Baggies en séptima posición, por encima de Everton, Stoke, Southampton, Leicester o West Ham, y a solo un punto del Manchester United. En verano, el United invirtió 150 millones de libras netos en fichajes. El West Brom solo diez. Por Pulis, a diferencia de Mourinho, sabía qué posiciones debía reforzar y con quién. Solo gastó dinero en Nacer Chadli, Matt Phillips y Allan Nyom, tres titulares indiscutibles que están rindiendo a un excelente nivel. Quizás Pulis no sea el tipo más recto del fútbol inglés (le debe 3,5 millones de libras al Crystal Palace tras cobrar una prima por adelantado y poner pies en polvorosa al día siguiente) pero conoce su trabajo. Como reconoció un día el propio Mourinho: “Si tuviera un club de fútbol, contrataría a Pulis de entrenador: da resultados”.

9. Ranieri tras los pasos de Ramsey

Hay que remontarse a la temporada 1962-63 para encontrar un campeón con tan malos resultados la temporada siguiente como el Leicester. El Ipswich Town de Sir Alf Ramsey, tras ganar la liga en 1962, sufrió para mantener la categoría al año siguiente, aunque lo acabó logrando al finalizar en 17º lugar. Tras sucumbir por 2-1 ante el Sunderland en un duelo directo por la salvación (¿quién lo habría imaginado hace tres meses?), el Leicester se encuentra en 15ª posición, a solo dos puntos del descenso. En toda la temporada pasada, el equipo de Claudio Ranieri perdió tres partidos (en Anfield y los dos contra el Arsenal). En esta, ha caído ya siete veces en catorce partidos. Ranieri está convencido de que, una vez liberado de la carga física y emocional generada por la Champions League, el equipo florecerá y escalará posiciones en la tabla. Pero lo cierto es que el equipo juega peor cada jornada. Entre semana, Ranieri pudo concentrarse en preparar el partido contra el Sunderland pero volvió a fracasar el fin de semana. Y no hay síntomas de mejora. La época navideña será determinante para la temporada del Leicester, porque una posición cómoda le puede permitir centrarse en los octavos de Champions. Pero si está batallando por el descenso, será complicado.

10. ¿Hasta cuándo, José?

Goodison Park. Minuto 85. El Manchester United gana 0-1. Marouane Fellaini salta al terreno de juego. Minuto 89. Marouane Fellaini comete un torpe penalti que acaba significando el 1-1 final del Everton.

2029. Partido homenaje a Paul Pogba en Old Trafford. Marouane Fellaini es titular en el centro del campo.

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Ilie Oleart