1. La falta de ambición de Lambert
El Stoke sumó en Anfield su tercer empate consecutivo. Arrancar un punto de la visita al Liverpool es, sin duda, meritorio pero en la situación actual de los Potters es, además, inútil. Los Potters necesitan sumar de tres en tres si quieren soñar con la salvación pero Paul Lambert parece no haberse dado cuenta. Ante los Reds, alineó al lateral derecho Moritz Bauer por delante del lateral izquierdo Erik Pieters para anular la amenaza de Mohamed Salah. Hasta cierto punto, es una decisión razonable: es más fácil ganar un partido si mantienes tu portería a cero. Pero en el minuto 65, Lambert retiró al delantero centro Peter Crouch para dar entrada a Darren Fletcher para reforzar la medular. El entrenador escocés logró su objetivo y el Stoke no encajó. Pero los Potters han quedado al borde del precipicio: ni siquiera ganando en casa al Crystal Palace y en la última jornada al Swansea parece probable que eviten el descenso.
2. La peor decisión del West Brom
Cuando un equipo desciende, suele ser consecuencia de una serie de pésimas decisiones a lo largo de un periodo más o menos largo. Y el caso del West Brom no es una excepción. El equipo se ha ido descapitalizando desde hace varias temporadas y el despido de Tony Pulis se antoja hoy como una decisión precipitada. Pero si hubiera que elegir la decisión más nefasta de todas, esa fue sin duda el nombramiento de Alan Pardew como su sucesor. Pulis sumó solo diez puntos de 36 posibles hasta que fue despedido pero Pardew no solo no mejoró esa cifra sino que la empeoró drásticamente: con él, los Baggies sumaron ocho de los siguientes 54 puntos. Además de robar taxis de madrugada en Barcelona, claro. Ya sin esperanza, el club apostó por Darren Moore, un exdefensa forzudo que ya ha igualado los puntos de Pardew… en cuatro jornadas. El West Brom ganó 0-1 en Newcastle y sigue vivo aunque está condenado. Pero es inevitable pensar qué habría pasado si Moore hubiera sido el elegido en lugar de Pardew.
3. El Southampton está vivo
Sufriendo hasta el último suspiro pero el Southampton venció en el derbi de la costa sur ante el Bournemouth por 2-1 y sumó tres puntos que le permiten seguir soñando con la salvación. A falta de tres partidos, los Saints siguen en descenso pero ya solo están a un punto del Swansea y a tres de West Ham y Huddersfield. El calendario de los Saints les deparará para cerrar la liga dos visitas consecutivas al Everton y al Swansea, y cerrarán la liga recibiendo al Manchester City. Aunque a estas alturas muchos equipos ya no se juegan nada, sería un error apropiarse de sus puntos por anticipado. El Everton de Sam Allardyce hace semanas que ya no compite por ningún objetivo y sin embargo ha ganado a Newcastle y Huddersfield. Y el Manchester City le ha metido cinco goles al Swansea y cuatro al West Ham desde que ha ganado la liga. Los Saints se salvarán ganando dos de sus tres últimos partidos. No será fácil.
4. El Chelsea depende de sí mismo… más o menos
Sus hazañas europeas han provocado que la liga se haya convertido en una preocupación secundaria para el Liverpool. Aunque los Reds siguen teniendo la clasificación para la Champions League al alcance de la mano, el Chelsea ya les pisa los talones. Tres empates en las últimas cuatro jornadas (ante Everton, West Brom y Stoke), han provocado que el equipo de Jürgen Klopp solo le saque seis puntos a los Blues con un partido más. El Chelsea ganó 0-1 en Swansea, lo cual significa que si vence el domingo en Stamford Bridge al Liverpool, que vendrá de jugar el miércoles ante la Roma, y gana su partido aplazado en casa ante el Huddersfield, llegará a la última jornada empatado a puntos con los Reds. Aunque la mejor diferencia de goles de estos últimos significa que los Blues deberían esperar un tropiezo de los Reds en Anfield ante el Brighton… o bien golear en Newcastle para recuperar los 17 goles que existen de diferencia ahora mismo entre ambos.
5. Wenger se despide de Old Trafford
Old Trafford ha sido un estadio crucial en la carrera de Arsène Wenger. Su victoria aquí en 1998 por 0-1 con gol de Marc Overmars permitió al Arsenal abrir el camino hacia la primera Premier League de Wenger en Inglaterra. En 2001, otra victoria por 0-1, esta vez con gol de Sylvain Wiltord, permitió a los Gunners coronarse ante su máximo rival en su propio estadio. Y también aquí fue donde se libró la famosa batalla de Old Trafford que permitió a los Gunners completar la temporada de los invencibles gracias al penalti fallado por Ruud van Nistelrooy. Los resultados en el teatro de los sueños serían una prueba más del declive del Arsenal. El famoso 8-2 con Carl Jenkinson de lateral derecho quedará para siempre como una mancha negra en el historial del técnico francés. En su despedida del estadio del United, el Arsenal encadenó su sexta derrota como visitante por culpa de un gol de Marouane Fellaini en el descuento. Con eso queda todo dicho.
6. Un Manchester City de récord
La semana pasada ya elogiamos la predisposición del Manchester City a seguir compitiendo al máximo a pesar de haber conquistado la liga. Los Citizens ganaron 1-4 al West Ham y ya acarician los récords de puntos (suman 93 y con una victoria más superarán los 95 del Chelsea de José Mourinho) y goles a favor (tienen 102, ya a solo uno de los 103 del Chelsea de Carlo Ancelotti). La casi segura consecución de estos récords nos obliga a preguntarnos dónde se ubica el equipo de Pep Guardiola entre los grandes de la historia de la Premier League. Los invencibles de Arsène Wenger han sido considerados tradicionalmente como el mejor equipo de la historia de la competición, seguidos por el Manchester United del triplete de 1999 y el primer Chelsea de José Mourinho. Este City no ha terminado el curso invicto como el primero, carece de la épica del segundo y no tiene la fuerza del tercero. Pero es el más ofensivo de todos ellos y el que ha conquistado el título con mayor superioridad sobre sus rivales. Quizás lo único que le falta es que el tiempo le añada una pátina sepia para que su juego y sus números reciban el reconocimiento que merecen.
7. El Palace sella la salvación con estilo
Durante muchas semanas hemos elogiado el juego del Crystal Palace, víctima de las lesiones y de la mala fortuna en forma de goles en contra en la recta final. Pero por fin las águilas están obteniendo los resultados que merecen. El sábado, el Palace goleó por 5-0 al Leicester, selló su salvación a falta de dos jornadas y escaló hasta el 11º lugar. Otro éxito para Roy Hodgson, un tipo que ya obró un milagro similar con el West Brom años atrás y que condujo al Fulham a una final europea. En Selhurst Park, Hodgson tiene mimbres para confeccionar una plantilla muy competitiva: Wilfried Zaha, James McArthur, Joel Ward, Alexander Sorloth, Andros Townsend, Luka Milivojevic, Patrick van Aanholt, Mamadou Sakho… Con una inversión adecuada para rejuvenecer el equipo, el Palace de Hodgson puede convertirse en la revelación de la próxima temporada.
8. ¿Quién necesita goles?
Esta semana, Lorenzo Manchado escribía en estas mismas páginas un análisis pormenorizado del Burnley de Sean Dyche. Uno de sus argumentos es que los Clarets no son un equipo que necesite marcar muchos goles porque tampoco los encaja. Su eficiencia es asombrosa. Tras su empate sin goles ante el Brighton, el Burnley solo necesita un punto para sellar su participación en la Europa League y sigue soñando con robarle el sexto lugar al Arsenal, que está solo tres puntos por encima (aunque con un partido pendiente). En 36 partidos, el Burnley ha marcado 35 goles y ha recibido 32. Solo cinco equipos (Brighton, Stoke, West Brom, Huddersfield y Swansea) han marcado menos goles pero solo tres (Manchester City, Manchester United y Tottenham) han encajado menos. Los partidos de los Clarets son los que menos goles deparan en la liga… pero poco les importará a Dyche y los suyos cuando estén paseándose por Europa.
9. El difícil calendario de Brighton y Huddersfield
Brighton y Huddersfield están con 36 y 35 puntos, es decir, cuatro y tres puntos por encima del descenso respectivamente y, sobre el papel, a solo una victoria de la salvación cuando les quedan tres partidos por jugar. Pero qué tres. El Brighton recibe al Manchester United antes de visitar a Manchester City y Liverpool en la última semana. El Huddersfield, por su parte, visita a Manchester City y Chelsea antes de recibir en la última jornada al Arsenal. Quizás al Brighton le podría valer con un empate en casa ante el United el próximo fin de semana pero los Terriers deberían lograr una victoria… ¿quizás en la última jornada en casa ante los Gunners? Los dos recién ascendidos han realizado una magnífica labor en su primera temporada en la Premier League pero deberán hacer una machada si quieren evitar que los equipos que ahora les miran desde detrás les adelanten.
10. El Swansea se lo jugará a una carta… pero en casa
Tras caer en casa ante el Chelsea, el Swansea siente ya de pleno el calor del descenso. La victoria del Southampton supone que los galeses ya solo tienen un colchón de un punto de ventaja sobre los tres últimos de la clasificación. Los galeses necesitarán dos victorias o al menos una victoria y un empate en sus últimos tres partidos para salvarse. El primero de ellos es una visita a Bournemouth, un equipo ya salvado, donde los galeses tratarán de sumar tres puntos que resten dramatismo a sus dos últimos partidos. En la última semana de la competición, los galeses recibirán a Stoke y Southampton, los dos equipos que ahora mismo tienen inmediatamente por debajo. El equipo de Carlos Carvalhal se jugará toda la temporada en una semana en dos enfrentamientos directos. Desde luego, no es el escenario ideal pero al menos dependen de sí mismos y dilucidarán su futuro ante su público. Si ganan en Bournemouth el próximo fin de semana, dos empates les deberían valer. En caso de que no lo hagan, quizás deban ganar. En cualquier caso, serán dos finales directas por un puesto en la próxima Premier League.