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1. Big Sam se topa con su némesis
El Crystal Palace estuvo cerca de llevarse los tres puntos de Watford en el estreno en el banquillo de Sam Allardyce. Los Eagles se adelantaron con un gol del rehabilitado Yohan Cabaye y pudieron poner la sentencia antes del descanso pero Christian Benteke erró el penalti provocado por él mismo. En la segunda parte, los Hornets mejoraron y pudieron llevarse la victoria. Al acabar el encuentro, la mascota del Watford (Harry the Hornet, es decir, el avispón Harry) se burló de Wilfried Zaha, que había sido amonestado por simular. A Big Sam no le gustó esa actitud y criticó a la mascota, afirmando que su comportamiento había estado “fuera de lugar”. Ay, Harry.
2. Algo me decía que esto podía pasar
Bob Bradley solo duró once partidos al frente del Swansea. El técnico estadounidense solo logró dos victorias en ese tiempo, una de ellas ante el Crystal Palace tras ir perdiendo 3-4 en el descuento. Bradley jamás dio la sensación de comprender la filosofía del club, la idiosincrasia de los aficionados o los entresijos de la liga. Los nuevos dueños estadounidenses optaron por un compatriota y han dificultado en gran medida la labor del sucesor de Bradley, que tomará las riendas del equipo a cuatro puntos de la salvación. El club galés deberá realizar este acto de funambulismo sin red. Si aciertan con el siguiente nombramiento, el club quizás pueda salvarse. Si no aciertan, darán con sus huesos en segunda.
3. El sentido común
El Manchester United sumó ante el Sunderland su cuarta victoria consecutiva. No hace falta rebuscar demasiado para hallar las claves de esta súbita mejoría. Marouane Fellaini y Wayne Rooney han desaparecido del equipo. Michael Carrick se ha convertido en un fijo en el once. Zlatan Ibrahimovic ha recuperado la puntería. Las lesiones obligaron a Mourinho a alinear a Phil Jones y Marcos Rojo en el eje de la zaga y esa improbable pareja ha convertido la defensa del United en un muro inexpugnable. Y Mkhitaryan regresó de su inexplicable ostracismo. En resumen, el sentido común ha encarrilado la temporada de los Red Devils.
4. El héroe inesperado
Como todos esperábamos, el West Brom de Tony Pulis fue un hueso duro de roer para el Arsenal en el Emirates. Solo un gol sobre la bocina permitió a los Gunners llevarse una victoria indispensable para seguir soñando con atrapar al Chelsea. Olivier Giroud, en su primera titularidad en liga de la temporada, marcó el gol de la victoria. A pesar de sus escasas oportunidades esta temporada, el francés ha marcado ya cuatro goles en liga. Giroud no es un virtuoso con el balón en los pies pero es el rematador de cabeza más implacable de la liga (de acuerdo, con permiso de Michail Antonio). Cuando los partidos se atascan, los centros laterales para Giroud son un arma ofensiva muy valiosa para Wenger, como quedó demostrado en Boxing Day.
5. El fortín de Turf Moor
La última vez que el Burnley estuvo en la Premier League solo fue capaz de mantenerse una temporada. Sean Dyche, responsable del ascenso de la temporada anterior, presenció cómo los constantes traspiés en casa dilapidaban sus esperanzas de salvación. Tras ascender de nuevo la temporada pasada, Dyche parece haber aprendido la lección. En 2013-14, el Burnley fue el peor equipo como local de la liga. Solo logró cuatro victorias, marcó 14 goles y sumó 21 puntos. En esta temporada, los Clarets son el quinto mejor equipo en casa. En solo diez partidos, han logrado más victorias (6) que en todo el curso 2013-14, han marcado un gol más (15) que entonces y ya han sumado casi los mismos puntos (19). Los Clarets vencieron al Liverpool (2-0), hicieron sudar sangre al Manchester City (1-2) y el Arsenal solo pudo vencer en el descuento con una carambola de Laurent Koscielny (0-1). Turf Moor es hoy una de las visitas más temibles de la liga.
6. Diferentes actores, mismo guion
El Chelsea batió su récord de victorias consecutivas en Premier League tras golear al Bournemouth por 3-0. Son ya doce triunfos al hilo para el equipo de Antonio Conte, que dio con la clave para sustituir a N’Golo Kanté y Diego Costa. Cesc Fàbregas suplió con creces al francés en el centro del campo y Eden Hazard fue el mejor del partido en su rol como falso nueve. Hace dos temporadas, el Chelsea de José Mourinho se encaminaba con paso firme hacia la liga dejando cadáveres a sus pies como el de Conte. Pero el 1 de enero sufrió una humillación inesperada en White Hart Lane, donde el Tottenham le goleó por 5-3. Lejos de descarrilar su trayecto hacia el título, aquella sorpresiva derrota relanzó a los Blues, que conquistar una liga que dominaron de cabo a rabo. ¿Saben dónde juega el Chelsea su primer partido de 2017? En White Hart Lane, por supuesto.
7. Un campeón de Europa de segunda
El otro día, fantaseaba en este artículo sobre la posibilidad de que el Leicester jugara la final de la Champions League como equipo de segunda división. Lo de jugar la final de la máxima competición continental parece una utopía, pero lo de descender cada día lo parece menos. Tras caer 0-2 ante el Everton, los Foxes sumaron su novena derrota de la temporada en dieciocho partidos y siguen a tres puntos del descenso. Visto lo visto, la única esperanza del equipo de Claudio Ranieri para seguir en la Premier League pasa porque el Hull City no se refuerce en enero, el Swansea no atine con el sustituto de Bob Bradley y el Sunderland no reedite su escapada anual.
8. Guardiola sigue sin dar con la clave
El Manchester City de Pep Guardiola ha protagonizado algunos de los pasajes de fútbol más brillantes de la temporada en Inglaterra. Su proyecto está condenado a ganar la liga tarde o temprano. Pero, para hacerlo, deberá dar con la solución para contrarrestar las embestidas de equipos como el Hull City. Aunque los Citizens acabaron goleando por 0-3, solo pudieron decantar el partido gracias a un gol de penalti cuando faltaban menos de veinte minutos. Esta temporada, el equipo de Guardiola ha sufrido ante equipos como Burnley (1-2 in extremis), Leicester (caían 4-0 en la segunda parte) o Hull City. Guardiola ha hablado en repetidas ocasiones sobre su debilidad en el juego aéreo y las segundas jugadas. Si quiere ganar la liga, deberá ampliar la paleta de recursos de su equipo para resolver los rompecabezas (nunca mejor dicho) que plantean equipos como los antes mencionados.
9. Dos goleadas distintas
El Liverpool venció por 4-1 al Stoke City tras comenzar por detrás en el marcador. Al día siguiente, el Tottenham goleó al Southampton por 1-4 tras comenzar perdiendo. A pesar de las similitudes sobre el papel entre ambos resultados, Liverpool y Tottenham dejaron un sabor muy diferente. Mientras los Reds arrollaron a los Potters con la mejor versión de su fútbol eléctrico de transiciones rápidas, el Tottenham se encontró con una goleada que nadie imaginaba gracias a la expulsión de Nathan Redmond, dos goles de cabeza y un par de contraataques. A pesar de que solo cuatro puntos separan a ambos equipos, el Liverpool transmitió la idea de estar capacitado para luchar por la liga, mientras que el Tottenham debería preocuparse por el Manchester United, que le pisa los talones y le podría dejar fuera de la Champions League.
10. Necesitamos más tecnología
La expulsión de Nathan Redmond fue determinante en la apabullante victoria del Tottenham en la costa sur. Aunque Harry Kane envió su penalti más allá del canal de la Mancha, el partido quedó visto para sentencia a causa de la inferioridad de los Saints. El árbitro Mike Dean volvió a cometer un error de bulto. Aunque Redmond agarró a Dele Alli y quizás fue expulsado correctamente, cometió la infracción metros antes de pisar el área. Con un juez de vídeo en la banda, la acción habría sido correctamente penalizada en cuestión de segundos. La Premier League, pionera en la introducción de la tecnología de la línea de gol, debería comenzar a estudiar la posibilidad de introducir jueces de vídeo. La liga más popular del mundo no puede depender de las decisiones de un ser humano en cuestión de segundos.
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