Ilie Oleart

10 reflexiones tras la jornada

El Arsenal se estrelló ante el obstáculo más inesperado en una jornada más que propicia para los intereses del Manchester City, que aprovechó los tropiezos de todos sus rivales.

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1. Se aprieta el descenso

Encaramos la recta final de la Premier League. Tras esta jornada intersemanal, ya solo quedarán quince jornadas por disputar, es decir, 45 puntos en juego. Cada partido, cada punto, cada gol, pueden tener trascendencias fatales. Sobre todo para los equipos de la zona baja. Así que muchos aprietan los dientes para salir de ahí como sea. Cambian entrenadores, llegan fichajes, todo por sacar la cabeza del pozo. Swansea y Crystal Palace sumaron tres puntos. El Sunderland empató ante el Tottenham. Esos resultados han comprimido la lucha por la salvación, que ha pasado de ser cosa de cuatro (los mencionados más el Hull City) a involucrar a otros dos equipos, Leicester y Middlesbrough. Solo cinco puntos separan a estos seis equipos. Las rachas y los momentos anímicos pueden ser determinantes. El Swansea está en ascenso, mientras que Palace, Hull y Sunderland han reestructurado sus equipos este mes y su rendimiento es un misterio. Mientras, el Leicester es el que peor dinámica arrastra y en breve arrancará de nuevo la Champions League. Mi apuesta, a día de hoy, serían Hull, Leicester y Sunderland.

2. Un lastre demasiado pesado

En Bournemouth, el Arsenal perdía 2-0 a los 20 minutos. Unos días después, en Preston en Copa, tardó siete minutos en encajar el 1-0. Este martes, el Watford se puso 0-2 en cuestión de trece minutos. El Arsenal parece saltar dormido al césped. Arsène Wenger afirmó después del partido que su equipo no estaba mentalmente preparado. Lo cual es llamativo, porque esa preparación también entra en sus responsabilidades. Hace años, el Tottenham encadenó varios partidos encajando goles en la recta final de los partidos. Su entrenador entonces, André Villas-Boas optó entonces por complicar las tareas finales en los entrenamientos, para mantener a sus jugadores concentrados hasta el final. Y funcionó. Quizás es momento de que Wenger renueve sus métodos… o deje paso a otra persona.

3. Nadie quiere pelear con el Chelsea

Esta es la semana clave para el Chelsea. Entre martes y sábado, se enfrentará a Liverpool y Arsenal. Es algo así como la última etapa de montaña antes de encarar la recta final hacia la meta. El primer puerto lo superó el Chelsea con solvencia. Se adelantó en Liverpool y acabó fallando un penalti que le habría permitido llevarse los tres puntos. Pero el empate puede ser más que suficiente porque sus rivales no hacen más que fallar. El Arsenal sucumbió en casa ante el Watford mientras el Tottenham no pasó del empate en Sunderland. Así las cosas, con una semana menos para el final, los Blues mantienen una renta de nueve puntos con sus inmediatos perseguidores, los dos clubes del norte de Inglaterra. Eso sí, la lucha por los puestos de Champions promete ser épica: solo cinco puntos separan a Tottenham, Arsenal, Liverpool, Manchester United y Manchester City. Mientras ellos pelean, Antonio Conte les observa desde la cima con una sonrisa en el rostro.

4. Ya pasó lo peor

El Liverpool ha completado un mes de enero terrible que se ha saldado con una victoria, cuatro empates y cuatro derrotas en nueve partidos. Más sendas eliminaciones en Copa de la Liga y FA Cup. Hasta aquí las malas noticias. Vamos con las buenas: Joel Matip y Sadio Mané ya están de vuelta tras los problemas burocráticos del primero y la participación en la Copa de África del segundo. Al Liverpool ya solo le quedan quince partidos para acabar la temporada, los que le restan de liga. Ocho de ellos serán en casa. Y solo tres serán contra equipos del top-6: recibirá a Arsenal y Tottenham, y viajará al Etihad para enfrentarse al Manchester City. Un calendario más que propicio para sellar un puesto entre los cuatro primeros y seguir creciendo bajo la batuta de Jürgen Klopp.

5. Demasiado bueno para bajar

En Inglaterra se suele decir que tal o cual equipo es “too good to go down”, es decir, demasiado bueno para bajar. Pero la historia de la Premier League está llena de equipos así, como el Newcastle la temporada pasada, sin ir más lejos. ¿Es el Leicester demasiado bueno para bajar? Viendo sus últimas actuaciones, lo que parece es demasiado malo para salvarse. El Leicester actual es un equipo sin ritmo y, lo que es peor, sin alma. Es un equipo exhausto, desconectado, que posiblemente confía en que su calidad acabará salvándole de la quema. Craso error. Tras caer en Burnley, los Foxes ya solo están dos puntos por encima del descenso y el domingo reciben al Manchester United. Es probable que el próximo lunes, en estas mismas reflexiones, estemos comentando que el Leicester está en puestos de descenso. Y salir de ahí será complicado, máxime teniendo en cuenta que en breve regresa la Champions League. Claudio Ranieri ha reforzado el equipo este mes con el defensa Molla Wague y el medio centro Wilfried Ndidi, dos incorporaciones interesantes que deberán rendir desde el primer día para evitar que el Leicester se convierta en el primer campeón en descender la temporada siguiente desde el Manchester City en 1938.

6. Un mes frustrante para Aitor Karanka

Este ha sido un mercado invernal frustrante para Aitor Karanka. Las cosas comenzaron bien con los fichajes de los delanteros Rudy Gestede y Patrick Bamford pero, desde ahí, el club ha sido incapaz de cerrar ninguna operación de las que exigió el técnico. Bojan se marchó al Mainz, Jesé Rodríguez volvió a Las Palmas y Robert Snodgrass se fue al West Ham. En el último día de mercado llegó Adlène Guedioura, un experimentado centrocampista que entrará en la rotación de la plantilla pero difícilmente marcará diferencias. Las cosas no van mucho mejor sobre el césped. Solo el Sunderland ha sumado menos puntos en las últimas seis jornadas que el Middlesbrough. El equipo de Aitor Karanka ha encadenado tres empates y tres derrotas en este tiempo y ya puede atisbar con claridad el descenso por el retrovisor. El Boro empató en casa ante el West Brom este martes y confirmó su mediocre rendimiento en casa, donde solo ha ganado tres de sus doce partidos. Para rematarlo, Karanka ha apagado estos fuegos con gasolina, criticando públicamente a sus aficionados y a su junta directiva. Rara forma de encarar la recta final.

7. Perdón, David

Hemos sido muy críticos con la labor de David Moyes en Sunderland y su encomiable intento de fundar una sucursal del Everton en el norte del país. Pero lo cierto es que el técnico escocés tiene que trabajar con muchas restricciones. Para empezar, un dueño que no quiere gastar una libra mientras busca un comprador para el club. Para continuar, una plantilla heredada días antes de empezar la liga tras el fichaje de Sam Allardyce por la selección inglesa. Y, para acabar, la marcha de dos de sus mejores jugadores a la Copa de África. La sólida actuación del marfileño Lamine Koné y el gabonés Didier Ndong en el empate ante el Tottenham nos permitió comprobar lo que ha perdido Moyes durante este último mes. Con su equipo al completo, Moyes es capaz de conducir al Sunderland a la salvación por enésima vez, por increíble que parezca.

8. El City recupera momentum

El Manchester City arrancó la temporada arrasando pero vivió un periodo navideño convulso, con las derrotas en Anfield y Goodison Park. Sin embargo, el equipo de Pep Guardiola parece haber recuperado las sensaciones del arranque. Las claves son varias. Para comenzar, el técnico catalán ha recuperado el 4-3-3 (o 4-1-4-1 si prefieren) con David Silva y Kevin De Bruyne como interiores, su gran hallazgo de la temporada. Además, la llegada de Gabriel Jesus ha añadido un soplo de aire fresco al ataque del equipo y parece haber desarrollado en tiempo récord un entendimiento estrecho con Leroy Sané y Raheem Sterling, otros dos jóvenes prodigio. Finalmente, Guardiola ha acabado por sentar a Claudio Bravo, una decisión que posiblemente ayudará al portero chileno a recuperar la confianza, adaptarse a su nuevo club y liga en un segundo plano, y volver fortalecido. El City vuelve a ser candidato al título.

9. Sin Ibra no hay gol

Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre la dependencia del Manchester United de los goles de Zlatan Ibrahimovic. El delantero sueco es un goleador probado, así que entra dentro de lo lógico que cualquier equipo desarrolle cierta dependencia de su rendimiento. Pero el caso del United es extremo. El United ha ganado 11 de los 15 partidos en los que ha marcado Ibra y solo perdió uno (contra el Manchester City por 1-2). Sin embargo, cuando se ha quedado en blanco, el City solo ha ganado 7 de 17 partidos. En liga, Ibrahimovic ha marcado 14 goles, los siguientes goleadores del equipo son Juan Mata y Paul Pogba con cuatro. Es especialmente chocante el rendimiento goleador de Marcus Rashford, que no marca desde septiembre, y de Anthony Martial, que solo ha sumado dos goles en liga. Si sus compañeros no le ayudan, será complicado que Ibra por sí solo lleve al United a la Champions League.

10. Histórico Crouch

Ya hemos hablado durante las últimas semanas del regreso a la titularidad de Peter Crouch, uno de los viejos rockeros de la Premier League. El gol que permitió al Stoke empatar ante el Everton a uno significó su número 100 en la historia de la competición, lo cual permite al espigado delantero inglés entrar en el selecto club de los goleadores centenarios de la liga. Solo 26 jugadores, incluyendo a Crouchy, han logrado alcanzar esta cifra. Entre ellos, grandes como Alan Shearer, Thierry Henri, Robbie Fowler, Michael Owen, Ryan Giggs o Didier Drogba. Solo tres de ellos, además de Crouch, permanecen en activo: Wayne Rooney, Jermain Defoe y Sergio Agüero. Crouch ya forma parte de la historia de la Premier League por méritos propios. Además, es un jugador atípico, que siempre hace gala de una cualidad muy rara entre los profesionales: una capacidad innata para burlarse de sí mismo. Por supuesto, celebró su centenario como corresponde… con el robot.

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Ilie Oleart