1. Lesiones inoportunas
Steve Mounié, uno de los fichajes de mayor relumbrón del Huddersfield este verano, se lesionó a principios de septiembre cuando ya se había asentado en el once de los Terriers y comenzaba a aclimatarse a los rigores de la Premier League. Cuando regresó, un mes y medio más tarde, se encontró con que Laurent Depoitre le había usurpado su lugar. Volver a la titularidad no ha sido sencillo pero el jugador de Benín por fin lo logró este sábado ante el Brighton (tras su lesión solo lo había sido otra vez, en la visita al Arsenal) y lo celebró con un doblete que dio la victoria a su equipo ante un rival directo por la salvación. De esta forma, el joven Mounié alcanza los cuatro goles en liga y David Wagner por fin recupera a su tan ansiado goleador. Solo el colista Crystal Palace (10) y el penúltimo Swansea (9) han marcado menos goles que los Terriers (11), así que el regreso de Mounié puede resultar clave para el recién ascendido.
2. Bye-bye, Joe
Y al noveno intento, el West Ham volvió a ganar un partido de liga. Y lo hizo precisamente ante el campeón Chelsea en un derbi londinense cuya rivalidad se ha acrecentado en los últimos años. El planteamiento de David Moyes, similar al que casi le permite puntuar en el Etihad la semana pasada, sorprendió a Antonio Conte y los Hammers se impusieron por 1-0 gracias a un gol de Marko Arnautovic. Pero la estrella del equipo volvió a ser, por segunda semana consecutiva, Adrián San Miguel. La semana pasada ya mencionamos que merecía repetir titularidad ante el Chelsea y Moyes demostró que no se casa con nadie, sentando al número uno inglés. Ya en la previa, el escocés afirmó que “sé que es el portero de la selección inglesa pero yo tengo que hacer lo mejor para el West Ham”. Y lo mejor para el West Ham es Adrián. Solo dos goles recibidos en dos partidos contra Manchester City y Chelsea, en comparación con los 30 encajados por Hart en 14 partidos. No esperen volver a ver a Hart a corto plazo.
3. El jugador más infravalorado de los Spurs
Cuando hablamos del Tottenham, nos vienen a la mente tres nombres: Harry Kane, Dele Alli, Christian Eriksen. Algunos recordarán también la irrupción de Harry Winks. O la solidez que aportan los veteranos Toby Alderweireld, Jan Vertonghen y Hugo Lloris. Incluso alguno, con muy buena memoria, se acuerde de Erik Lamela. Pero pocos mencionan a Heung-min Son. Fichado por 30 millones de euros procedente del Bayer Leverkusen, Son tuvo una temporada de debut complicada pero, a partir de ahí, se ha convertido en el infalible jugador número doce de Pochettino. Solo doce jugadores marcaron más goles que el surcoreano en la pasada Premier a pesar de disputar solo 23 partidos como titular. Y en esta ha retomado su rendimiento donde lo dejó. En la victoria por 5-1 ante el Stoke, marcó un gol y dio una asistencia, con lo que eleva su cifra de goles esta temporada hasta siete (cuatro en liga y tres en Champions League). Además, el surcoreano puede jugar como extremo o como falso nueve, como hizo el curso pasado en sustitución de Kane. Una perla poco reconocida.
4. El Liverpool paga caro los errores de Klopp
El Liverpool jugó con el Everton como un gato con un ratón pero, al final, fue el roedor quien salió victorioso de Anfield. Los Reds dominaron el encuentro a placer, controlando la posesión (78%) y todas las estadísticas ofensivas, desde disparos (23-3) hasta saques de esquina (11-1). Sin embargo, el plan de Sam Allardyce funcionó a la perfección: aparcar el autobús y esperar una jugada a balón parado o un contragolpe. Allardyce preparó el partido a conciencia durante toda la semana, evitando incluso viajar a Chipre para el partido de Europa League ante el Apollon. Mientras, Klopp utilizaba a todos sus titulares en la victoria por 7-0 frente al Spartak. El alemán decidió hacer rotaciones en el derbi y sentó de inicio a Emre Can, Philippe Coutinho, Roberto Firmino y Giorginio Wijnaldum. Con 1-0 a favor, decidió sustituir a Mohamed Salah, el faro ofensivo del equipo, así que no pudo recurrir a él cuando el Everton empató. Entonces, Klopp recurrió a todo lo que tenía disponible, incluido Danny Ings, que ha jugado más partidos con el equipo sub-23 que con el primer equipo en 2017. Sorprendentemente, los Reds fueron incapaces de encontrar el gol de la victoria.
5. Es hora del VAR
Ha sido un fin de semana de decisiones arbitrales controvertidas. En la victoria del Burnley ante el Watford por 1-0, Lee Probert expulsó a Marvin Zeegelaar en la primera parte por una dura entrada que quizás podría haberse saldado con solo amarilla. Esa tarjeta roja decantó el encuentro en última instancia. En el empate del derbi de Merseyside, el Everton empató mediante un dudoso penalti de Dejan Lovren sobre Dominic Calvert-Lewin. El colegiado consideró que el defensa del Liverpool había empujado al canterano del Everton, aunque la repetición deja dudas sobre esa acción. Con el VAR, los árbitros podrían haber tomado esas decisiones con más elementos de juicio. Al fin y al cabo, son acciones que cuestan puntos. Esta temporada, el VAR se probará en la tercera ronda de FA Cup y en las semifinales y la final de la Copa de la Liga, con la intención de introducirlo en la próxima Premier League. La cosa urge.
6. El director de la academia del Arsenal ya no está para estos trotes
El Arsenal podría haber llegado al descanso en Southampton con una losa de tres toneladas en el cogote. En lugar de eso, se encontró con un 1-0 adverso que no plasmaba la realidad de lo que había sucedido sobre el terreno de juego. Impreciso en el pase, el Arsenal se encontró en varias ocasiones teniendo que retroceder a la carrera hacia su propia portería para detener los avances del Southampton. En uno de ellos llegó el 1-0 de Charlie Austin y, solo un minuto después, el propio Austin desperdició un mano a mano ante Petr Cech. Ante la ausencia de Shkodran Mustafi, Per Mertesacker volvió a la defensa de tres y el equipo pagó su desesperante lentitud. El alemán es un hombre de club, fue un excelente defensa y en verano se hará cargo de la academia. Pero ya no está para echarse carreras con chicos con diez años menos.
7. Cuando no es una cosa…
Hemos comentado en repetidas ocasiones que el gran problema del Newcastle es la falta de gol. Aunque parece que por fin Rafa Benítez ha encontrado la solución en la fuente, al fin y al cabo, más probable: Dwight Gayle. Autor de 23 goles la temporada pasada con las urracas en segunda división, Gayle ha tenido que aguardar su oportunidad ante la titularidad del español Joselu. Pero, finalmente, Benítez ha dado su brazo a torcer. Con tres goles y una asistencia en sus últimos cuatro partidos, Gayle se ha ganado un puesto en el once titular, sea junto a Joselu o en su lugar. Ahora el problema se ha trasladado a la defensa: el sábado, el Newcastle celebró su 125º aniversario con una derrota por 2-3 ante el Leicester. Los Foxes marcaron gracias a un pase fallido de Mikel Merino, a un disparo de Demarai Gray desviado por Florian Lejeune y a un gol en propia puerta de Ayoze Pérez. Si es que, cuando no es una cosa, es la otra. Pero mientras, el Newcastle ha sumado solo un punto de los últimos 21 y ya se asoma a la zona peligrosa de la tabla…
8. Bony es la respuesta
Paul Clement afrontaba su enésimo ultimátum como entrenador del Swansea con la visita del West Brom, un rival directo por la salvación que estrenaba técnico en la persona de Alan Pardew. Tras una buena primera parte, los Swans retrocedieron y cedieron la iniciativa a los Baggies, que se asomaron con peligro a la portería de Lukas Fabianski. Pero cuando menos probable parecía el gol local, Wilfried Bony aprovechó un barullo tras un saque de esquina para poner el 1-0 definitivo que acerca a los galeses a la salvación. El marfileño, que ha vuelto al once titular en las últimas semanas, aporta la experiencia de la que Tammy Abraham carece. A pesar de sus cuatro goles en liga, el canterano del Chelsea fue suplente y posiblemente lo sea la próxima semana. Con 1-0 en el marcador, fue incapaz de resolver un dos contra el portero. Su intento de vaselina acabó marchándose dos metros fuera.
9. Hodgson furioso
Tras empatar en casa ante el Bournemouth, Roy Hodgson no se mordió la lengua para hablar de Christian Benteke. El delantero belga erró un penalti en el tiempo de descuento que habría supuesto el 3-2 para el Crystal Palace. Pero lo grave no es el error, sino que el lanzador designado por Hodgson era Luka Milivojevic. Benteke se empeñó en lanzar y el centrocampista acabó desistiendo. En la entrevista tras el partido, Hodgson afirmó que “no sé por qué ha lanzado el penalti, esperábamos que lo hiciera Luka, nuestro lanzador. Pero le ha convencido y luego lo ha fallado”. Esos dos puntos habrían permitido al Palace colocarse 18º con los mismos puntos que el West Brom, que marca la salvación. En su lugar, sigue colista una semana más, a causa de las victorias de West Ham y Swansea.
10. El Manchester City reina en Mánchester
El derbi de Mánchester se anunciaba como una ocasión única para comprobar empíricamente dónde se encontraba cada uno de los contendientes. Bueno, el resultado y el desarrollo del juego dejó claro que los dos equipos están donde les corresponde en la clasificación: el Manchester City en la cima, con 15 victorias en 16 partidos, y el Manchester United a once puntos de distancia. Aunque no fue el mejor partido de los Citizens, el equipo de Pep Guardiola fue muy superior a un United que necesitaba ganar en casa para alimentar sus esperanzas de conquistar la liga pero jamás mostró urgencia alguna por alcanzar la victoria. Sin Paul Pogba, el United es un equipo plano, que solo muerde en velocidad cuando dispone de espacios. José Mourinho apostó por un equipo puramente contragolpeador, con Jesse Lingard, Anthony Martial y Marcus Rashford, y cuyos perfiles más asociativos eran Ander Herrera y Nemanja Matic, más los laterales Antonio Valencia y Ashley Young. Enfrente, un equipo que alineó, durante el partido, a Fernandinho, Ilkay Gundogan, David Silva, Kevin De Bruyne, Gabriel Jesus, Leroy Sané, Bernardo Silva… La hegemonía de la ciudad recae hoy en la parte azul de Mánchester.