1. ¿Quién me mandaría a mí?
El viernes por la noche tuve la pésima ocurrencia de expresar públicamente en Twitter mis reticencias respecto a la entrada de Jordon Ibe en la segunda parte del Bournemouth-Brighton. En aquel momento, a falta de media hora para el final del partido, las gaviotas ganaban 0-1 y parecían tener el encuentro controlado. Para su desgracia y, en menor medida, la mía, dos asistencias espectaculares de Jordon Ibe permitirían a Jermain Defoe y Andrew Surman remontar el partido. Mi desconfianza en el exjugador del Liverpool estaba firmemente basada en sus prestaciones la temporada pasada, en que fue incapaz de marcar o asistir en un solo gol en liga. Considerado en algún momento como una versión mejorada de Raheem Sterling, Ibe se marchó a la costa sur en busca de la redención pero no la encontró el curso pasado, al igual que le sucedió a Jack Wilshere. Quizás estas dos asistencias en seis minutos sean el punto de inflexión en una carrera que parecía estarse apagando prematuramente.
2. El (negro) debut de Hodgson
Roy Hodgson regresaba al Crystal Palace más de medio siglo después de haber abandonado el club del que fue canterano. Mucho han cambiado las cosas en este tiempo. Hodgson concluyó una carrera deportiva que nunca pasó más allá de las divisiones inferiores y emprendió su periplo como entrenador. El técnico inglés ejerció una influencia decisiva en el fútbol sueco, pasó por Suiza, alcanzó su cénit como entrenador del Inter de Milán, trabajó en la Premier League en varios equipos, entrenó a las selecciones de Suiza, Emiratos Árabes Unidos, Finlandia y finalmente Inglaterra, antes de regresar al punto de partida. Mientras, el Palace se ha asentado como un club de Premier League y ha sido adquirido por inversores estadounidenses. Hodgson afronta uno de los desafíos más complicados de su carrera. Su plantilla está desequilibrada y necesita una profunda reestructuración, en especial en la zona ofensiva. El equipo todavía no ha marcado un gol en cinco partidos de liga y visitará a continuación a Manchester City y Manchester United antes de recibir al Chelsea. El Palace se puede encontrar en octubre con ocho derrotas de ocho y ni un solo gol a favor. Quizás haya que ir llamando a Big Sam.
3. La semana fantástica del Manchester City
En siete días, el Manchester City ha ganado a Liverpool, Feyenoord y Watford marcando quince goles en el proceso (5-0, 0-4, 0-6). Sin embargo, en esta racha se ha producido un cambio fundamental. En el primer partido de la secuencia, ante el Liverpool, Pep Guardiola recurrió a la defensa de tres dando entrada al lateral Danilo por el lesionado Vincent Kompany. La prueba no le debió convencer porque ante el Feyenoord regresó a la defensa de cuatro, con Fernandinho por delante, una línea de tres media puntas formada por David Silva, Kevin De Bruyne y Bernardo Silva, y la dupla Sergio Agüero-Gabriel Jesus en punta. Una especie de 4-1-3-2 que permite reunir a cinco jugadores con evidente vocación ofensiva sin que el equipo se desequilibre. Ante el Watford, Pep repitió sistema con el único cambio de Raheem Sterling por Bernardo Silva. Este sistema permite al técnico catalán mantener a sus dos jugadores más influyentes, De Bruyne y David Silva, en posiciones centradas mientras reúne en punta a los letales Agüero y Jesus. Entre ambos suman ya once goles esta temporada, producto de su propio talento pero, sobre todo, de la cercanía de futbolistas de la talla de los Silva, De Bruyne o Sterling.
4. El Burnley ya sabe viajar
El Liverpool disparó 35 veces contra la portería del Burnley este sábado por solo cinco disparos rivales. Y, sin embargo, el partido acabó 1-1. Ya hemos hablado en repetidas ocasiones de la fragilidad defensiva del Liverpool (patente una vez más) y de su falta de puntería (ídem). Así que en esta ocasión rendiremos un merecido homenaje al Burnley, uno de los equipos de la liga con un presupuesto más modesto y que, sin embargo, se salvó holgadamente la temporada pasada y en esta va camino de mejorar sus prestaciones. El año pasado, los Clarets se hicieron fuertes en casa (fueron el noveno mejor equipo de la liga) pero el segundo peor fuera de ella (solo una victoria en toda la temporada). Una deficiencia que Sean Dyche parece haber corregido, como atestigua la victoria en Stamford Bridge y los empates en Wembley y Anfield. Al Burnley de Dyche no le importa que le disparen. Es más, sabe que eso sucederá. Lo crucial es desde qué posición y en qué condiciones. Y ahí, no tienen rival. A pesar de la lesión de Tom Heaton que obligará a Nick Pope a ocupar la portería los próximos meses, el Burnley arrancó un empate que premia su obstinación, su esfuerzo, su sacrificio y su empeño.
5. Los fichajes del Leicester deben dar un paso adelante
Hemos elogiado en varias ocasiones la política de fichajes del Leicester este verano. Las incorporaciones de Harry Maguire, Vicente Iborra, Adrien Silva y Kelechi Iheanacho se antojan como hábiles adquisiciones. Sin embargo, solo Maguire ha demostrado en estas primeras semanas los motivos de su fichaje. Iborra viene saliendo de una lesión que solo le permitió estar en el banquillo durante el empate a uno en Huddersfield del fin de semana pero debería ir acumulando minutos entre semana en la Copa de la Liga. Su presencia se antoja todavía más imprescindible a causa de los problemas con el registro de Adrien Silva. El sustituto de Danny Drinkwater no podrá jugar hasta enero porque su documentación llegó 14 segundos tarde a la FIFA. Iheanacho fue titular el fin de semana pero no fue capaz de estrenarse con la camiseta del Leicester. La temporada del Leicester no ha comenzado con muy buen pie tras sumar una sola victoria en cinco partidos. De la rápida mejoría de sus fichajes dependerá que los Foxes alcen el vuelo.
6. El líder Lascelles
El Newcastle ha tomado el relevo del Watford como revelación de la temporada. Tras vencer por 2-1 al Stoke, las urracas se han alzado hasta la cuarta posición. No está mal para un equipo cuyo propio entrenador considera falto de profundidad y talento. Rafa Benítez estuvo a punto de tomar las de Villadiego en verano después de que el dueño Mike Ashley incumpliera sus promesas sobre el gasto en fichajes pero finalmente decidió seguir al frente del equipo al que ascendió el curso pasado. La figura clave en este inicio está siendo el joven central Jamaal Lascelles. El central formado en el Nottingham Forest (como el campeón de liga Wes Morgan) fue fundamental la semana pasada para darle la victoria a su equipo ante el Newcastle, evitando un gol cantado de Tammy Abraham y marcando a continuación el definitivo 0-1. Y en esta ocasión, Lascelles repitió su gesta anotando de cabeza el 2-1 ante los Potters. Considerando sus dotes de liderazgo y su edad (23 años), el Newcastle tiene capitán para rato.
7. Una dupla extraña y, posiblemente, efímera
Slaven Bilic es un tipo que, ante los obstáculos, recurre al método de prueba y error. Cuando su equipo encadena un par de resultados adversos, suele optar por cambiar de sistema o de piezas. En ocasiones, incluso ambas cosas. Tras un arranque de liga funesto, los Hammers lograron su primera victoria el lunes pasado ante el Huddersfield. Así que Bilic creyó que había finalmente hallado lo que andaba buscando. El técnico repitió sistema y jugadores en West Bromwich pero el resultado en esta ocasión fue un letárgico empate sin goles. El último hallazgo de Bilic consiste en juntar a Chicharito Hernández y Andy Carroll en punta. En The Hawthorns pudimos comprobar que a esa dupla todavía les faltan muchos partidos para comenzar a funcionar. Aunque es poco probable que dispongan de ese tiempo de adaptación. Primero por la tendencia natural de Carroll a pasar por la enfermería. Y, en segundo lugar, porque a la que el West Ham sufra un resultado adverso, Bilic volverá a cambiarlo todo.
8. Hogar, maldito hogar
En tres partidos en su hogar provisional de Wembley, el Tottenham ha dejado escapar ya siete puntos. En toda la temporada pasada, solo cuatro se esfumaron de White Hart Lane. No es un secreto que la mudanza no le ha sentado bien a los Spurs, que parecían haber pasado página con su victoria por 3-1 ante el Borussia Dortmund en Champions League el pasado miércoles. Pero volvió la Premier League y, con ella, los habituales contratiempos de los Spurs. Fue un partido casi idéntico al duelo ante el Burnley, que acabó también en empate. El equipo de Mauricio Pochettino monopolizó el balón y las ocasiones pero fue incapaz de derribar la resistencia del Swansea, que no es precisamente el equipo más sólido de la división. Por fortuna para los Spurs, ahora tocan dos partidos consecutivos fuera de casa antes de recibir al Bournemouth el 14 de octubre.
9. La (falta de) ambición de Conte
Antonio Conte es un tipo simpático, expresivo, entusiasta. Pero no es especialmente aventurero en lo que al fútbol se refiere. Ante uno de los equipos del Arsenal más mediocres que se recuerdan en Stamford Bridge en años (al menos, en lo que a la alineación sobre el papel se refiere), Conte fue incapaz de hacer los cambios necesarios para ir a por la victoria. Sin Mesut Özil lesionado ni Alexis Sánchez, suplente, Arsène Wenger recurrió a Danny Welbeck y Alex Iwobi para acompañar a Alexandre Lacazette. Parecía un día propicio para que Conte derrotara finalmente al Arsenal, el equipo que peor se le ha dado en su etapa inglesa: cayó 3-0 en el Emirates en liga el año pasado (aunque quizás ganó la liga aquel día con su cambio de sistema), perdió la final de Copa en mayo y la Community Shield en agosto. Sin embargo, Conte no arriesgó un ápice. Al descanso, ante la lesión de Pedro, optó por dar entrada a Tiémoué Bakayoko junto a N’Golo Kanté y adelantó a Cesc Fàbregas. Hasta el minuto 70 no dio entrada a Eden Hazard, en un cambio natural por Willian. Y su último cambio fue para amarrar el resultado tras la expulsión de David Luiz. Poca ambición para un técnico que aspira a revalidar el título de liga.
10. Otra goleada para el Everton
Los rivales han sido complicados, de acuerdo. Pero la imagen del Everton estas semanas ha sido paupérrima. Tras caer sin remisión ante el Chelsea por 2-0, el Everton fue goleado por el Tottenham en casa por 0-3. Entre semana, el Atalanta le endosó otro 3-0 y, este fin de semana, el Manchester United les goleó por 4-0, con gol y asistencia de Romelu Lukaku para más inri. En total, cuatro derrotas, doce goles en contra y ninguno a favor. El Everton está en zona de descenso y Ronald Koeman ha sido muy crítico con su propio equipo. Pero el holandés es el primer culpable. Ante el Manchester United, apostó por un once carente de velocidad que a los cinco minutos ya perdía por 1-0. Wayne Rooney recordó a los presentes por qué ya no estaba en el Manchester United mientras los centrales Ashley Williams, Phil Jagielka y Michael Keane competían por ver quién cometía el error más grosero. Se viene una racha asequible ahora con encuentros ante Sunderland (Copa de la Liga), Bournemouth, Apollon Limassol (Europa League), Burnley y Brighton. Momento para enderezar el rumbo… o sellar el título de decepción de la temporada.