Ilie Oleart

10 reflexiones tras la jornada en la Premier League

La primera jornada de la Premier League nos ha dejado interesantes conclusiones y muchas sorpresas, comenzando por la victoria del Burnley en la casa del campeón.

1. ¡Que cierren el mercado!

Técnicos veteranos como Arsène Wenger y Tony Pulis llevan años abogando por cerrar el mercado de fichajes cuando arranca la temporada, sin tener que esperar hasta el último día de agosto. El sistema actual presenta varios inconvenientes. Para empezar, muchos jugadores siguen pendientes de un traspaso cuando la competición ya ha comenzado. Philippe Coutinho, Alexis Sánchez, Virgil van Dijk, Ross Barkley y Gylfi Sigurdsson, jugadores fundamentales en sus equipos, no jugaron en la primera jornada. El único con una lesión demostrada es Barkley, el resto podrían haber jugado si no fuera porque tienen la cabeza en otro lugar. Estas situaciones se acabarían si el viernes se hubiera cerrado el mercado. Además, este sistema propicia situaciones absurdas: un jugador puede jugar con su equipo esta jornada, ser traspasado entre semana y volver a jugar contra el mismo rival la semana que viene pero con diferente equipo. Alexis podría haber jugado contra el Leicester esta semana y haber jugado de nuevo contra ellos con el Manchester City la siguiente, por ejemplo. Lo cual perjudicaría al Leicester, que le sufriría dos veces, y adultera la competición. Pulis y Wenger saben lo que dicen. Escúchenlos.

2. El dinosaurio gana el partido

Arsène Wenger es acusado habitualmente de utilizar métodos de entrenamiento y planteamientos de partido anticuados. Para algunos, es poco menos que un dinosaurio. Una percepción que desmintió una vez más el viernes en el estreno de la liga. Con el Leicester venciendo por 2-3, Wenger dio entrada a Aaron Ramsey y Olivier Giroud en el minuto 67 y pasó a defender con línea de cuatro. En el minuto 83, Ramsey marcó el 3-3 con un control y disparo exquisitos. Dos minutos después, Giroud remató un saque de esquina con la cabeza y puso el definitivo 4-3. Es difícil para un entrenador tener una influencia más directa sobre el resultado de un partido.

3. Nueva temporada, mismas deficiencias

La temporada pasada, a la pregunta “¿cuál es la principal deficiencia del Liverpool?”, nueve de cada diez aficionados de los Reds habrían respondido “el balón parado” (el décimo aficionado habría respondido “las lesiones de Daniel Sturridge”). Un partido (¡un partido!) ha sido suficiente para comprobar que, tres meses después, el equipo sigue padeciendo los mismos problemas. Dos de los tres goles que el Liverpool encajó en Watford llegaron tras sendos saques de esquina, una constante de la temporada pasada. Jürgen Klopp quiso reforzar su juego aéreo con Virgil van Dijk pero ya sabemos cómo acabó aquello. Las mismas carencias se aprecian en el balón parado ofensivo. El curso pasado, el Swansea (4) fue el único equipo que marcó menos goles a balón parado que el Liverpool (6). A efectos comparativos, West Brom y Crystal Palace anotaron 19, mientras que Arsenal (16), Chelsea (15) y Tottenham (15) fueron los grandes que más aprovecharon este tipo de acciones. En una temporada, el balón parado acaba siendo determinante. Y es un factor que el Liverpool no tiene a favor.

4. Pulis knows best

He de reconocer que yo fui uno de los imprudentes que aposté por el descenso del West Bromwich esta temporada. Mi apuesta se basa en una plantilla envejecida que ha sustituido a un jugador veterano pero fiable como Darren Fletcher por un desconocido central egipcio. Pero los caminos de Tony Pulis son inescrutables. Los Baggies ganaron al Bournemouth en casa por 1-0 en su debut a pesar de tener menos del 29% de posesión. El gol, por supuesto, llegó tras un saque de esquina de Chris Brunt rematado a gol… por el desconocido central egipcio.

5. Conte envía un mensaje con su alineación

Algunas malas lenguas presentes en Stamford Bridge para presentar el estreno del campeón en casa ante el Burnley afirman que Antonio Conte quiso mandar un mensaje a Roman Abramovich con su alineación. El italiano dejó en el banquillo al fichaje récord Álvaro Morata y dio continuidad a Michy Batshuayi. Esto significa que el belga ya ha jugado los mismos partidos como titular en liga esta temporada que en toda la pasada (uno). Pero el nombre más llamativo de la alineación es el de Jeremie Boga, un jugador que ni siquiera era titular en el Granada el curso pasado. El Granada es ese equipo que Tony Adams dirigió al final de la temporada pasada con cómicos resultados. Boga ocupó el puesto del lesionado Eden Hazard y fue sustituido a los 18 minutos para dejar su lugar a Andreas Christensen tras la expulsión de Gary Cahill. Conte lleva semanas quejándose amargamente de que tiene una plantilla demasiado corta para afrontar las cuatro competiciones y su alineación, fuera voluntaria o involuntariamente, lo demuestra.

6. De Boer en el Inter, segunda parte

Tras un exitoso paso por el Ajax de Ámsterdam, Frank de Boer asumió el desafío más importante de su carrera de entrenador en el Inter de Milán. Aquello duró 14 partidos y menos de tres meses. El holandés se vio totalmente superado por las circunstancias y fue rápidamente sustituido por la directiva del club. Tras esa amarga experiencia en Italia, este verano le ha llegado la oportunidad en Inglaterra de la mano del Crystal Palace, un club tradicionalista con una plantilla eminentemente británica, al menos para lo que se estila en la cosmopolita Premier League. El Stoke City realizó con éxito la transición entre el fútbol rústico de Tony Pulis y un estilo más continental de la mano de Mark Hughes, un técnico británico que conoce la liga y la idiosincrasia del club. Pasar de Neil Warnock, Alan Pardew, Sam Allardyce y Tony Pulis (los cuatro últimos técnicos del Palace) a Frank de Boer sin anestesia ni transición puede ser un viraje demasiado brusco para una balsa tan inestable como el club londinense.

7. El exitoso regreso del hijo pródigo

Más de 13 años después de su último partido en Goodison Park con la camiseta del Everton, Wayne Rooney volvió a enfundarse la camiseta de los Blues. Su regreso no pudo ser más dulce: el ariete inglés anotó el único tanto del encuentro y le dio los tres puntos al equipo de Ronald Koeman. Sin embargo, el Everton demostró algunas carencias ante un equipo muy limitado como el Stoke City, en especial en la recta final. Los fichajes y el regreso del hijo pródigo han disparado la ilusión en el bando azul de Liverpool pero Koeman tiene todavía mucho trabajo por delante. El holandés renunció a la defensa de tres al descanso, posiblemente a causa de las carencias de los carrileros Leighton Baines (falta de pulmones) y Dominic Calvert-Lewin (escasa disciplina defensiva). Cuco Martina, que entró por Ashley Williams para cubrir el puesto de lateral derecho, demostró una vez más su nivel futbolístico: bajo.

8. Agüero 1-Jesus 0

El Manchester City arrancó con victoria ante el recién ascendido Brighton, aunque su juego no terminó de convencer. Guardiola apostó por una defensa de tres, con dos carrileros, un medio centro defensivo, dos interiores y dos puntas. Sergio Agüero y Gabriel Jesus compartieron la punta de ataque pero la prueba no resultó convincente. El argentino y el brasileño no parecen entenderse sobre el césped y da la impresión de que Guardiola dará por cerrado el experimento en breve. El principal problema radica en que ambos habitan en las mismas zonas y se estorban más que se potencian. De momento, Agüero ha comenzado ganando este duelo particular.

9. Cabezas alopécicas y mal amuebladas

La temporada pasada, Jonjo Shelvey reconstruyó en segunda división una reputación que estaba muy dañada tras su salida intempestiva del Swansea y sus primeros meses en Newcastle. Parecía que el medio inglés, que había llegado a ser incluso internacional con los Three Lions, había sentado esa cabeza alopécica que luce. Cuarenta y ocho minutos bastaron para comprobar el error. Shelvey propinó un pisotón sin balón a Dele Alli que propició su justa expulsión y, cuanto menos, tres partidos de sanción. Para cuando vuelva, es posible que Rafa Benítez haya descubierto ya que la pareja formada por Mikel Merino e Isaac Hayden es más fiable que cualquiera en la que aparezca Shelvey.

10. Demoliciones Lukaku

A pesar de su gol, la actuación de Romelu Lukaku en la Supercopa de Europa ante el Real Madrid generó algunas dudas sobre su capacidad para dar el salto al primer nivel de la escena internacional. Su doblete en su estreno en Premier League con los Red Devils las disiparon de un plumazo. Lukaku quizás no sea un virtuoso del balón como Dimitar Berbatov o Robin van Persie, por citar delanteros que han vestido la camiseta del United, pero aúna algunas características que históricamente han definido a los delanteros del club de Old Trafford: un remate letal, una potencia demoledora y un dominio absoluto del juego aéreo. Lukaku no debería sudar demasiado para alcanzar la veintena de goles en liga esta temporada. De momento, ya tiene dos en el zurrón.

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