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1. Llegan refuerzos
La tercera y última jornada de Premier League de este periodo navideño arrancó con el Middlesbrough-Leicester. Considerando el rendimiento de ambos equipos hasta ahora en la liga, pocos auguraban un festín de goles y fútbol ofensivo. Pero el espectáculo que ofrecieron ambos equipos estuvo incluso por debajo de esas bajísimas expectativas. Hay empates a cero entretenidos. Este no fue uno de ellos. Fueron noventa y pico minutos de tostón que acabaron con el desenlace previsto. El Boro es el equipo que ha marcado menos goles en liga esta temporada (17 en 20 jornadas) y Álvaro Negredo es la única fuente viable de encontrar el gol. Aitor Karanka nunca ha confiado en David Nugent o Jordan Rhodes (248 minutos de Premier League entre ambos), así que ha fichado este mes a Rudy Gestede, el delantero del Aston Villa. Gestede no es precisamente un virtuoso ni un goleador pero al menos podrá dar descanso a Negredo de vez en cuando.
2. El principal damnificado por el calendario
Se ha comentado en repetidas ocasiones el calendario festivo del Chelsea, que no ha tenido que moverse de Londres durante las fiestas y que es el equipo que ha dispuesto de más días de descanso entre partidos. Pero pocos han comentado el caso de sus antípodas en esta distribución, el Southampton. Los Saints han sido el gran perjudicado del calendario. Comenzaron el 28 de diciembre ante el Tottenham (1-4), tres días más tarde recibieron al West Brom (1-2) y solo 48 horas después les tocó viajar hasta Liverpool para enfrentarse al Everton. Total, una plantilla exhausta, tres derrotas y el convencimiento de que, con otro calendario, otro gallo habría cantado.
3. Un Guardiola desconocido
En la rueda de prensa tras la victoria por 2-1 ante el Burnley, Pep Guardiola mostró una faceta que no habían podido ver hasta ahora los periodistas ingleses. De ahí la sorpresa de Rob Palmer ante las respuestas secas y cortantes del entrenador catalán. Guardiola se mostró furioso por la expulsión de Fernandinho y la jugada del gol del Burnley, que consideró que había comenzado con falta a Claudio Bravo. Lo cierto es que ambas fueron decisiones que tuvieron poco de sorprendente en el fútbol inglés. La federación rechazó la apelación del Manchester City por la expulsión de Fernandinho, ratificando la decisión del árbitro. Y en cuanto a Bravo, debe pasar por el periodo de adaptación que necesitan todos los guardametas en Inglaterra. Le pasó a David De Gea, le ha pasado a Loris Karius y le está pasando a Bravo.
4. La misma piedra
La Navidad pasada, Jürgen Klopp pagó la novatada en el periodo navideño. Alineó a sus titulares en todos los partidos y acabó costándole un reguero de lesiones musculares. Por eso resulta incomprensible que el técnico alemán haya cometido el mismo error de nuevo. Klopp apenas rotó a sus jugadores durante estos días y lo pagó con un empate ante el Sunderland, un equipo en descenso muy inferior a los Reds, que se mostraron exhaustos en la recta final del encuentro. Ya lo dicen: el ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra.
5. El menos culpable
Mike Phelan es un buen tipo. Y lleva en el fútbol desde la era antediluviana. Pero milagros, a Roma. Con la plantilla actual del Hull, ni Brian Clough habría podido hacer algo. Robert Snodgrass se multiplica, marca goles, defiende y mueve a todo el equipo desde la banda. Pero es quizás el único jugador con nivel para la Premier League. Ahora aparece por la puerta Marco Silva, un joven entrenador portugués con escasos conocimientos de inglés y seis meses para evitar un descenso que parece inevitable. Le desearíamos suerte pero va a necesitar mucho más que eso.
6. Los bufones al circo
¿Por qué este tipo sigue arbitrando en la Premier League? Quiero decir, sus vídeos celebrando los goles de su amado Tottenham son divertidos. Una vez. Pero su arbitraje resulta ya embarazoso. Castigó al Southampton con un penalti inexistente en la primera fecha navideña y celebró el Año Nuevo con la absurda expulsión de Sofiane Feghouli tras un lance con Phil Jones. Por supuesto, la federación corrigió su error rescindiendo la tarjeta. Pero el mal ya está hecho. Una liga como la Premier League no puede tener árbitros como Dean.
7. El partido de la inconsistencia
Si hay un equipo capaz de encajar dos goles en Bournemouth en veinte minutos, ese es el Arsenal. Y si hay un equipo capaz de perder una ventaja de tres goles en otros veinte, ese es el Bournemouth. La inconsistencia de ambos equipos nos deparó uno de los mejores partidos de estas fechas. Los Cherries fueron ampliamente mejores durante la primera hora pero su bajón físico y la entrada de Lucas Pérez transformaron el partido, que habría acabado con victoria de los Gunners si hubiera durado diez minutos más. Pero las inconsistencias de ambos equipos son diferentes. El Bournemouth lo puede achacar a la inexperiencia de edad y en la categoría, e incluso a algo tan etéreo como el entusiasmo contagioso de Dean Court. Pero el Arsenal no tiene excusa. Un candidato al título no puede dejarse dos puntos de este modo. Solo Alexis pareció realmente contrariado por la debacle Gunner. El resto parecieron asumirlo con naturalidad. La complacencia es la enemiga del triunfo.
8. Dos debutantes con suerte dispar
Paul Clement debutó como entrenador del Swansea en Selhurst Park. Su rival, Sam Allardyce, se estrenaba también como técnico del Crystal Palace en casa. El veredicto no puede ser más dispar. Mientras Clement logró una reacción inmediata de sus jugadores, que parecieron haber recuperado la unión y garra de antaño, el Palace sigue sin reaccionar y solo ha sumado un punto de nuevo con Big Sam. Por supuesto, el técnico inglés gastará una fortuna en enero y posiblemente salve a los londinenses. Pero de momento, su impacto ha sido casi nulo. Ni siquiera ha podido resolver la debilidad de su equipo a balón parado. Así fue cómo se adelantaron los Swans en Londres.
9. Crouch ayuda a romper la racha del Stoke
El Stoke llevaba desde el 3 de diciembre sin ganar un partido de liga. En este periodo, los Potters han sumado dos empates y tres derrotas. Pero por fin ante el Watford lograron romper su mala racha. Y lo hicieron en parte gracias a un gol de Peter Crouch. En los últimos dos años, Crouchy apenas ha tenido oportunidades pero sus dos goles en sus dos últimos encuentros demuestran que sigue siendo un jugador aprovechable a sus 35 años. Quizás ya no tenga la fortaleza física de otros tiempos, haya perdido la (poca) velocidad que atesoraban sus piernas pero sigue siendo un activo valioso para casi cualquier equipo de la liga.
10. Mismo sistema, diferente presión
Mauricio Pochettino, que se ha ganado en Inglaterra la reputación de ser un hábil estratega, planteó ante el Chelsea un sistema idéntico al de los Blues, es decir, 3-4-3. Durante buena parte del partido, ambos equipos se anularon mutuamente. Walker y Alonso en una banda, Moses y Rose en la otra, Wanyama y Dembélé contra Kanté y Matic en la parcela central. Lo que marcó la diferencia fue la presión. Mientras los carrileros de los Blues replegaron cerca de sus laterales, Walker y Rose empujaron a Eriksen y Alli, obligando al Chelsea a lanzar en largo más a menudo de lo que habrían querido. Como hizo ante el Manchester City, el Tottenham ahogó al Chelsea y acabó derrotándole con justicia. Partidos como esos dos son los que permiten soñar con ver a los Spurs conquistando la liga un día.