Los mejores entrenadores del mundo se darán cita en Inglaterra la próxima temporada. La Premier League reunirá a cuatro entrenadores finalistas de la Champions League (Jürgen Klopp, José Mourinho, Pep Guardiola y Arsène Wenger), a tres ganadores de la Premier League (Wenger, Ranieri y Mourinho), a dos ganadores de la Bundesliga (Klopp y Guardiola), a dos ganadores de la Serie A (Antonio Conte, Mourinho), a ganadores de la Eredivisie (Ronald Koeman), de la liga francesa (Claude Puel y Wenger)… Pero, ante todo, será una liga que nos permitirá disfrutar del contraste entre estilos de fútbol antagónicos.
La llegada de Guardiola ha generado una enorme expectación. Su fútbol de posición, caracterizado por la posesión y la búsqueda constante del hombre libre, promete influir decisivamente sobre toda una generación de entrenadores. Durante sus tres temporadas en el Bayern de Múnich, el equipo de Guardiola promedió un 66% de posesión en la Bundesliga. El 92% de sus pases fueron en corto y realizó casi 18 disparos por partido. Ningún otro técnico se acerca a esas cifras, sobre todo en lo que a posesión se refiere.
El que más se acerca al técnico catalán entre sus competidores esta temporada es Arsène Wenger. Aunque el Arsenal se ha quedado en un 56% de posesión las tres últimas temporadas, el 91% de sus pases ha sido en corto.
Guardiola y Wenger serán los estandartes del fútbol de posición. Junto a ellos, un nutrido grupo de entrenadores que apuestan por un fútbol de pressing y transiciones rápidas. En cuanto a posesión y porcentaje de pases cortos, los equipos de Antonio Conte, José Mourinho, Walter Mazzarri, Mauricio Pochettino, Jürgen Klopp y Claude Puel son muy similares. En cuanto a disparos por partido, Klopp (16,6), Mourinho (16,5), Conte (15,8) y Pochettino (15,6) también se encuentran muy próximos. En cambio, los equipos de Mazzarri (14,5) y, sobre todo, Puel (10,3) son más tímidos en sus acciones ofensivas.
Tras ese grupo de partidarios de las transiciones rápidas (aunque cada uno de ellos tenga un libreto particular), se encuentran los entrenadores que abogan por un fútbol que podríamos denominar mixto, que entremezclan posesión y fútbol directo, cuyos equipos son más versátiles. Atendiendo a las estadísticas, entre ellos se encuentran Francesco Guidolin, que ha diversificado el juego tradicionalmente de posesión del Swansea, Mark Hughes, que está liderando el proceso inverso en Stoke, Slaven Bilic, Ronald Koeman y David Moyes. Los dos últimos arrancan nuevos periplos en Everton y Sunderland. Resultará interesante comprobar si se atienen a su estilo en sus anteriores equipos o lo alteran para adaptarse a sus piezas.
Finalmente, hallamos a los defensores del juego directo y el contragolpe. Como es lógico, nos encontramos aquí con los británicos Tony Pulis, Alan Pardew y Sean Dyche (también se encontraban aquí Sam Allardyce y Steve Bruce, que dejaron sus puestos antes de arrancar la liga), además del sorprendente campeón de la pasada edición, Claudio Ranieri. Su triunfo sirvió para reinvindicar un estilo diferente como una vía válida para conquistar un título de liga.
A medio camino entre los dos últimos grupos se encuentra Aitor Karanka. Su Middlesbrough optó preferentemente por el juego directo y las transiciones rápidas pero en muchas ocasiones se vio obligado a llevar la iniciativa en segunda división, aumentando sus cifras de posesión. Es de esperar que la próxima temporada sus números le ubiquen más cerca del grupo de los Pulis y compañía.
Se avecina una liga riquísima en matices tácticos, en estilos de fútbol y en formas de entender el juego. Será la lucha definitiva entre estilos contrapuestos, antagónicos e irreconciliables. Los ganadores podrán atribuirse el mérito de haber demostrado que su visión es la correcta. Al menos hasta el año que viene.