El United triunfa sin ser el United
Durante tres cuartos de la eliminatoria, el plan de José Mourinho funcionó a la perfección. Desde la ida, su estrategia fue replegarse, ceder el balón al Celta y esperar su oportunidad para pegar un zarpazo. En la ida fue una falta directa de Marcus Rashford y en la vuelta un centro lateral del propio Rashford hacia la peluda cabellera de Marouane Fellaini. Pero en la recta final del partido de vuelta en Old Trafford, Mourinho trató de cerrar el partido con sus cambios y ordenando a su equipo que se centrara en repeler los ataques vigueses. El resultado fue que el Celta fue avanzando metros, empató a uno y a punto estuvo de eliminar al United en el descuento. En 2013, tras la marcha de Sir Alex Ferguson, el club se planteó contratar a Mourinho pero el propio Ferguson y Sir Bobby Charlton expresaron sus reticencias ante la familia Glazer, dueños del club. Ambos consideraban que, a pesar de que el portugués es un técnico probado, sus equipos no tenían un estilo adaptado a la idiosincrasia del club, tradicionalmente ofensiva. Tres años y varios fracasos después, la resistencia de Charlton y Ferguson había desaparecido casi por completo. Fuera de la Champions League y aún más lejos de la lucha por el título, el club necesitaba un ganador para volver a la élite. Eso ficharon y eso tienen. El Manchester United disputará la final de la Europa League aunque sea renunciando a la tradición.
Rashford 2.0
El indicio más evidente de que uno se encuentra ante un proyecto de estrella es que jamás deja de mejorar. ¿Cuántas veces hemos visto jóvenes que irrumpen en el primer equipo pero interrumpen su progresión, se quedan estancados y acaban desapareciendo del mapa? No parece que ese vaya a ser el caso de Marcus Rashford. Cuando debutó en el primer equipo del Manchester United hace algo más de un año, precisamente en Europa League, lo primero que llamó la atención del joven canterano fue su letal remate a portería, su endiablada velocidad y su vertiginoso regate. Pero a lo largo de estos meses, Rashford ha ido añadiendo virtudes, como si fuera un sistema operativo que descarga actualizaciones periódicamente para integrar nuevas funcionalidades. Este año hemos descubierto que Rashford también es un preciso lanzador de balones parados y ante el Celta ha añadido una nueva actualización en forma de asistente. El gol de Marouane Fellaini llegó tras un centro medido del joven inglés. Si la versión 3.0 de la próxima temporada sigue añadiendo funciones, el futuro de Rashford no tiene límites.
Si Marcus Rashford ha sido la cara de la eliminatoria, John Guidetti ha sido la cruz. El delantero sueco estuvo desaparecido en la ida y lo estuvo de nuevo en la vuelta. Guidetti, que solo pudo jugar un partido de Copa de la Liga con el primer equipo en siete años con el Manchester City, es un tipo simpático y extrovertido con una historia personal curiosa. Pero no es un goleador. No lo fue en su etapa en el Manchester City y no lo es ahora con el Celta. En Old Trafford erró un par de ocasiones claras que podrían haber decantado la eliminatoria del costado celeste. Primero un remate de cabeza que acabó a varios metros de la portería de Romero y luego la ocasión más clara del descuento, cuando el balón se le quedó atrás tras el pase de Claudio Beauvue. Si el equipo de Eduardo Berizzo hubiera tenido a Rashford en su equipo y el Manchester United a Guidetti en el suyo, el desenlace habría sido bastante diferente.
Berizzo fue fiel a su estilo
Tras el partido de ida, publicamos un artículo similar a este, uno de cuyos puntos era una leve crítica a Berizzo y su equipo por no ser fieles a su estilo de toda la temporada. En Balaídos, el Celta pareció un adolescente impresionado ante la presencia de su cantante de rock favorito. Con la espalda contra la pared y perdida la vergüenza, el Celta se reencontró con sí mismo en Old Trafford. El equipo gallego dominó la posesión (67%) y disparó más veces contra la portería de Sergio Romero que el Manchester United contra la de Sergio Álvarez (16-11). Aunque el Celta estuvo a punto de ganar el partido de Old Trafford en el descuento, lo cierto es que se dejó demasiados deberes para el final. El equipo de Berizzo lamentará haber desperdiciado esos noventa minutos en Vigo pero puede irse con la cabeza muy alta. Este verano, el Manchester United invirtió 100 millones de euros en Paul Pogba. En las últimas cinco temporadas, el Celta tiene un balance neto positivo de más de doce millones de euros. Ante un gigante mundial como el Manchester United, el pequeño Celta plantó cara y a punto estuvo de tumbarle.
Una baja sensible
La expulsión de Eric Bailly por tarjeta roja directa significará que el central del Manchester United no podrá disputar la final de Estocolmo. Una baja sensible en la zona más castigada del equipo, que ya perdió a Marcos Rojo por lesión para lo que resta de temporada. Daley Blind no es un central natural y sus prestaciones mejoran drásticamente cuando juega junto a un defensa de las características de Bailly, físico, contundente y buen marcador. Mourinho deberá ahora hallar la mejor combinación de centrales para enfrentarse al Ajax y al joven Kasper Dolberg, la irrupción europea esta temporada con permiso de Kylian Mbappé. Todo apunta a que Blind se mantendrá como central izquierdo pero Mourinho deberá escoger si complementarlo con Chris Smalling o Phil Jones. Durante varios meses, el segundo formó una dupla sólida junto a Marcos Rojo pero durante las últimas semanas parece que Smalling le ha avanzado en el orden de preferencias de Mourinho. Ambos tienen todavía unas semanas para demostrar que deben ser el elegido en Estocolmo.
Todo o nada en Estocolmo
El Manchester United se enfrentará en la final al Ajax de Ámsterdam, otro histórico que ha pasado una etapa oscura y regresa por sus fueros. Será el quinto enfrentamiento entre ambos equipos en Europa. En 1976, se enfrentaron en la Copa de la UEFA y el Manchester United remontó en la vuelta en Old Trafford por 2-0 tras caer por 1-0 en Países Bajos. En 2012, el Manchester United volvió a salir victorioso tras vencer por 0-2 en el Amsterdam Arena y caer 1-2 en Old Trafford. José Mourinho deseará reeditar esos éxitos en el partido más importante de la temporada para el United. El equipo se jugará el trabajo de todo el año en noventa minutos. Si el equipo de Mourinho sale victorioso, finalizará la temporada con dos trofeos, la Copa de la Liga y la Europa League, y será el quinto representante inglés en la próxima Champions League. De lo contrario, la lectura será radicalmente diferente. El equipo concluirá la primera temporada de Mourinho con la Copa de la Liga como único consuelo y condenado a vagar por la Europa League un año más. El desenlace de la final de Estocolmo decidirá si la temporada del United acaba en éxito o en fracaso.