1. La rampa más dura del puerto
El Liverpool fue uno de los clubes de la Premier League que mejor parado salió del siempre frenético período navideño. Al término del 2016 ocupaba la segunda posición y parecía el único capaz de hacer frente al Chelsea. Pero la cuesta de enero se convirtió en un tortuoso y sempiterno sendero para los de Jürgen Klopp. Como el ciclista que lidera al pelotón en el terreno llano y al que le cae una minutada en los puertos de montaña, los Reds flaquearon en un momento de la temporada en el que está prohibido mostrar síntomas de debilidad. De sus ocho partidos disputados a lo largo del mes de enero únicamente lograron extraer una victoria: en el campo del Plymouth, de League Two. La eliminación en sendos torneos coperos, en ambos casos certificada en la última semana, supone que los de Merseyside se quedarán, salvo milagro, un año más sin títulos. Teniendo en cuenta la situación actual del club, sería difícil pensar que el Liverpool pueda derrotar al Chelsea este martes. Pero la mística de Anfield y el buen hacer de Klopp ante equipos del top-6 son una importante baza a favor.
2. Agarrarse a una ilusión
Tras una jornada en la que varios de los clubes de la zona noble se dejaron puntos, el Arsenal aprovechó la coyuntura para ubicarse en la segunda plaza. Los de Wenger todavía están lejos del Chelsea, concretamente a ocho puntos, pero el calendario inmediato de los Blues permite que los Gunners sueñen con acercarse a sus rivales conciudadanos, para así poder disputarles el campeonato de tú a tú. La visita a Anfield de los de Conte invita a pensar en un posible tropezón con el que el Arsenal podría reducir la diferencia. Y luego, estos irían a Stamford Bridge: un duelo directo en el que, de ganar, recortarían tres puntos más al líder. Esto, lógicamente, no son más que meras especulaciones, pero es una ilusión a la que Wenger y los suyos deben agarrarse. No obstante, antes deben derrotar en el Emirates al Watford, una tarea que no parece excesivamente compleja teniendo en cuenta la dinámica actual de los Hornets… pero el empirismo nos ha mostrado que si hay algún equipo capaz de dejarse puntos en un momento como este, es el Arsenal.
3. Un déficit por solucionar
El Middlesbrough de Aitor Karanka es uno de los equipos más fiables de la Premier League, al menos desde el punto de vista defensivo. Es el sexto conjunto de la competición que menos tantos recibe, tanto por el notable nivel mostrado por Víctor Valdés bajo palos como por el buen hacer de los hombres que componen la zaga del Boro. En el apartado ofensivo, sin embargo, los norteños dejan bastante más que desear, pues son el equipo menos anotador. Es importante no hacer aguas atrás, pero sin goles es difícil ganar partidos, y sin ganar partidos es difícil lograr la permanencia. Los veinte puntos cosechados hasta la fecha por el Middlesbrough son suficientes, por ahora, para mantenerse fuera de los puestos de descenso, pero más por demérito de los rivales que por méritos propios. Sólo dos de sus futbolistas, Álvaro Negredo y Christian Stuani, han logrado anotar más de dos goles en Premier League. Si el Boro no quiere pasar apuros, debería resolver este déficit cuanto antes. Y cuanto antes podría ser, mismamente, el encuentro ante el West Brom de este martes.
4. La batería de Koeman
En las últimas semanas está emergiendo con fuerza la teoría de que el Everton de Ronald Koeman tiene una batería que le hace funcionar a tirones. Cuando esta se encuentra llena, los Toffees son un equipo convincente, avasallan al rival, percuten insistentemente por los costados y sus futbolistas se mueven de forma harmónica. Sin embargo, cuando se gasta, el Everton demuda en un conjunto plano, pusilánime y carente de ideas. En el último mes ha mostrado su mejor versión, lo que le ha permitido acercarse a la lucha por las posiciones de acceso a Europa League. La visita al Stoke City esta semana indicará si es realmente un candidato a entrar en el top-6 o si ese objetivo es excesivamente ambicioso. La séptima plaza podría darle acceso a la segunda competición europea, pero dependería de lo que sucediese en ambas torneos coperos para clasificarse. Incluso en caso de finalizar séptimo y clasificarse para la Europa League, el supuesto premio sería un regalo envenenado… pues implicaría comenzar la temporada en agosto con una visita a Kazajstán.
5. A la deriva
No son pocos los equipos que están intentando con ahínco convertirse en clubes de Championship la próxima temporada. La última novedad es que parece ser que el Swansea ha recuperado la cordura y ha decidido que quizás sería una buena idea intentar luchar por la permanencia. No se puede decir lo mismo de sus tres principales rivales. El Hull City mejoró con la llegada de Marco Silva, pero parece difícil que la desalentadora marcha de Robert Snodgrass rumbo al West Ham no haga mella en los Tigers. Que tu líder y mejor futbolista opte por saltar del barco en mitad de la travesía indica que las posibilidades de naufragio son bastante elevadas. Por su parte, Sam Allardyce sigue desafiando a las leyes de la física y está consiguiendo que su Crystal Palace sea incluso peor que el de Alan Pardew… y luego está el Sunderland. El año pasado, los Black Cats salvaron la temporada fichando bien en enero. Un año después, y teniendo en cuenta las incorporaciones acometidas por los de David Moyes, podemos decir que de los errores se aprende, pero de los aciertos no.