1. Oportunidad para abrir hueco
Las jornadas avanzan y la batalla por clasificarse para la próxima Liga de Campeones comienza a dilucidar algunos de los puestos en liza. Manchester City y Tottenham se han distanciado del resto de aspirantes, lo que dejaría únicamente un billete para los tres clubes restantes. De ellos, el Liverpool es el único que jugará un encuentro de Premier este fin de semana, por lo que una victoria le permitiría afianzarse en la cuarta plaza —un puesto engañoso, pues ya ha jugado un partido más que Arsenal y United—. Para ello, los Reds deberán ganar al equipo que menos puntos a domicilio ha conseguido esta temporada, el Burnley. No obstante, los Clarets han mejorado su capacidad competitiva como visitantes, motivo por el que Klopp y los suyos harían bien en no confiarse. Y más todavía teniendo en cuenta su habitual tendencia a fracasar estrepitosamente ante conjuntos que apuestan por el repliegue y el juego directo.
2. Ahogar fantasmas
El sábado se cumplirán setenta días desde la última victoria del Bournemouth, que data del postrero día de 2016. Así, sería positivo para los de Eddie Howe volver a sumar tres puntos, pues estamos en una mala época del año para relajarse. Recibir en Dean Court a un West Ham que se ha quedado atrapado en la Dimensión Sin Objetivos es un encuentro propicio para vencer de nuevo y ahogar en el Canal de la Mancha los fantasmas del descenso. Uno de los puntos débiles de los Cherries está en su zaga, que se ha mostrado mucho menos regular y más endeble con el cambio de año: en la primera mitad del campeonato promediaba 1,63 goles encajados por partido (31 en 19), mientras que en la segunda la cifra ha ascendido radicalmente hasta 2,62 (21 en 8). Además, Howe tiene el centro de la defensa en cuadro, con Francis lesionado y Mings sancionado. Y Nathan Aké en el banquillo de Stamford Bridge, claro.
3. Los tigres necesitan dar un zarpazo
La última jornada aportó una buena dosis de clarividencia sobre la parte baja de la tabla, pues las diferencias entre los que estaban en el pozo y los que les precedían se incrementaron en tres puntos. Uno de los perjudicados fue el Hull City, que ahora mismo se encuentra a cuatro de la salvación. Los Tigers han mejorado desde la llegada de Marco Silva, pero ahora que sus rivales han apretado el acelerador, parecen empezar a descolgarse. La realidad es la que es: el Hull tiene una de las tres peores plantillas de la competición y para salvarse deberá obrar un milagro. En ese sentido, el choque de este fin de semana resulta vital, pues una victoria ante el Swansea serviría para reducir distancias y, ya de paso, meter de nuevo a los galeses en la lucha por la permanencia. Por el contrario, una victoria visitante dejaría muy tocados a los de Kingston upon Hull, tanto matemática como anímicamente.
4. El duelo de la jornada
El Chelsea-Manchester United es, sin duda, el encuentro más sugestivo del fin de semana en Inglaterra. José Mourinho vuelve a Stamford Bridge por segunda vez tras abandonar la entidad Blue; en la primera, los de Antonio Conte le endosaron un contundente 4-0 a los Red Devils. Los mancunianos son un equipo más hecho que por aquellos tiempos, pero el favoritismo sigue siendo indudablemente para el Chelsea. Los diez puntos de ventaja que tienen los londinenses al frente de la tabla le permiten centrar todos sus esfuerzos en la FA Cup (un doblete sería un éxito rotundo), mientras que el United tiene más frentes abiertos de los que probablemente pueda abarcar: inmerso en la pelea por clasificarse para la próxima Liga de Campeones, disputando los octavos de final de la Europa League, y luchando por la FA Cup. Habrá que ver cómo gestiona el de Setúbal esta aglomeración de partidos en el calendario.
5. Eliminatorias desequilibradas
En los tres duelos de FA Cup restantes, Manchester City, Tottenham y Arsenal son claros favoritos ante sus rivales. De este modo, si no hay sorpresas, el cuadro de semifinales podría tener a cuatro miembros del considerado top-6 de Inglaterra. El City es el que tiene el choque de mayor dificultad, pues juega contra un equipo de Premier, el Middlesbrough, y tendrá que desplazarse al norte del país. No obstante, no tiene pintas de que el Boro vaya a dar excesiva guerra, teniendo en cuenta la delicada situación en la que se encuentra en liga. El Tottenham, por su parte, recibe en casa al Milwall de League One, y el Arsenal hará lo propio con el Lincoln City de Conference, al que le va a tocar pagar los platos rotos de la vergüenza deportiva exhibida por el Arsenal en las últimas semanas: los de Wenger han perdido cinco de los últimos siete partidos que han jugado. Uno más, ante un equipo que juega en quinta categoría, sería la hecatombe definitiva.