1. La guinda del pastel
La fantástica campaña realizada por el Chelsea puede tener su colofón este viernes, día en que los de Antonio Conte pueden proclamarse campeones de la Premier League si vencen al West Bromwich en The Hawthorns. Los Blues, encaramados a la primera posición desde la duodécima jornada, se han erigido como dominadores del torneo gracias a la gran actuación coral de una plantilla que conjuga a la perfección trabajo y calidad, cualidades personificadas respectivamente en las figuras de N’Golo Kanté y Eden Hazard, probablemente los dos futbolistas más determinantes de los londinenses. Este fin de semana intentarán ponerle la guinda al pastel y certificar la consecución del campeonato con dos partidos de antelación. No obstante, Tony Pulis no tiene pintas de ser uno de esos tipos a los que les gustan los pasteles, por lo que tratará de aguarle la fiesta a los Blues, si bien no parece una tarea sencilla para un club que hace ya un par de meses que se está limitando a dejarse llevar.
2. Falta de alicientes en la despedida de White Hart Lane
Tottenham y Manchester United se han quedado sin nada por lo que luchar en la Premier League, pues ambos se han quedado descolgados de sus objetivos en este tramo decisivo de la temporada: los Spurs perdieron en el Olímpico de Londres sus escasas opciones de atrapar al Chelsea, mientras que los Red Devils abnegaron sus opciones de finalizar en el top-4 para centrarse en conseguir la clasificación para la Liga de Campeones vía Europa League. Por eso, el enfrentamiento entre ambos conjuntos en esta jornada se presenta sin demasiados alicientes en el plano deportivo, si bien el del domingo será el último encuentro que se disputará en White Hart Lane antes de su demolición. El Tottenham se despedirá, por tanto, del que lleva siendo su hogar desde 1899: no existe persona viviente más longeva que el actual estadio de los Spurs, quienes querrán decirle adiós a the Lane con una victoria que, ya de paso, certificaría su condición de inexpugnable a lo largo de todo el campeonato.
3. Un contendiente engañoso
El Sunderland dejó claro el fin de semana pasado que quiere morir matando. Su descenso a Championship se ha consumado hace ya un par de semanas, pero los Black Cats se resisten a dejar de luchar. Si el sábado pasado derrotaron a un Hull City que se jugaba la vida, en este reciben al Swansea, que se encuentra en una situación similar. Los galeses consiguieron salir del descenso tras el sorprendente tropiezo de los Tigers, y ahora tienen incluso la posibilidad de certificar su permanencia: si gana en el Stadium of Light y el Hull no vence en Selhurst Park, los de Paul Clement se asegurarán una permanencia que ahora mismo parece extremadamente cercana. Pero no deben confiarse, ya que su última victoria como visitantes data del mes de enero, y no caben dudas de que el Sunderland luchará por conseguir los tres puntos en la que será la despedida ante una afición que ha sufrido ostensiblemente esta campaña.
4. Duelo decisivo por la permanencia
La ya mentada derrota del Hull ante el colista, que además supuso la primera derrota de Marco Silva como local desde que cogió al conjunto inglés, ha hundido a los Tigers en la antepenúltima plaza. Ahora necesitan un verdadero milagro para eludir el descenso. En esta penúltima jornada visitan a un Crystal Palace que todavía no ha sido capaz de certificar la permanencia tras encadenar tres partidos perdiendo. No obstante, un simple empate este domingo le sería suficiente a los de Allardyce para certificar matemáticamente su continuidad en la máxima categoría del fútbol inglés, un resultado que no parece difícil de conseguir, teniendo en cuenta que su rival es el peor visitante del campeonato. El Hull, por tanto, tendrá que luchar contra la estadística para llevarse los tres puntos de Londres, que al menos les permitiría llegar con opciones de salvarse a la última jornada. Y, ya de paso, meterían en serios problemas a los Eagles.
5. Dos puestos para tres equipos
Una vez que el Manchester United ha quedado descartado en la lucha por finalizar entre los cuatro primeros, restan tres aspirantes para ocupar los dos puestos pendientes. Tendría que acontecer una auténtica hecatombe para que el Manchester City no finalizase la campaña en uno de ellos, pues cuenta con una renta importante y su calendario no es para nada complicado. Si los de Guardiola solventan satisfactoriamente su envite ante el Leicester este fin de semana, se quedarán a tiro de piedra de confirmar su clasificación para la próxima Liga de Campeones. Parece que la otra plaza se la jugarán entre el Liverpool y un Arsenal que ha resucitado milagrosamente para reengancharse a la batalla. Los Reds dependen de sí mismos: si vencen en sus dos compromisos pendientes, serán, como mínimo, cuartos. Por eso su visita al estadio del West Ham este domingo se ha convertido en toda una final para los de Jürgen Klopp. Un tropiezo abriría la puerta de la cuarta posición a los Gunners, que visitarán Stoke-on-Trent el sábado.