1. El derbi con el que empezó el cambio
Si existía algún resquicio al que agarrarse para creer que la batalla por la Premier League continuaba abierta, este se desvaneció la pasada jornada, cuando ninguno de los aspirantes al trono consiguió recortarle puntos al Chelsea, a pesar del tropiezo de este. El caso más flagrante fue el del Arsenal, que cayó derrotado en casa ante el Watford en uno de los momentos clave de la temporada. Esa capacidad de generar ilusión y hacerla saltar por los aires forma parte de la idiosincrasia de los Gunners, que de un tiempo a esta parte se han percatado de que ellos mismos son su mayor enemigo. No sólo se han despedido de la liga, sino que si se dejan puntos en Stamford Bridge —algo bastante factible, pues el Chelsea es el mejor local de la competición— podrían acabar la jornada fuera de los puestos de acceso a Liga de Campeones. Por su parte, los Blues pueden dar el enésimo golpe de efecto a la competición con una victoria que les serviría para resarcirse del 3-0 encajado en el Emirates, allá por el mes de septiembre. El día, precisamente, en el que cambió todo.
2. Evitar pasar a la historia
El Leicester City se está metiendo en serios problemas. La aceleración experimentada por los clubes de la zona baja de la tabla ha propiciado que los actuales vencedores de la Premier League se ubiquen a sólo dos puntos de los puestos de descenso. El mes de enero se presentaba amenazador para los de Claudio Ranieri, y así lo ha sido, pues actualmente cosechan tres derrotas consecutivas. Su último gol en la competición data del 31 de diciembre, y mientras sus rivales directos vienen en una dinámica claramente ascendente, la suya es francamente desalentadora. El Leicester necesita reaccionar de forma inmediata si no quiere hacer historia por segundo año consecutivo. Recibir al Manchester United quizás no sea la forma más sencilla de reencontrarse con la victoria, pero si algo han demostrado los Foxes es que se sienten más cómodos cuando pueden replegarse y contragolpear. Una estratagema que podrán llevar a cabo el próximo domingo. No obstante, no son los únicos acuciados por la situación de la tabla, pues el vagón de la Champions League se aleja de los Red Devils.
3. Previsión meteorológica en Mánchester
Tras un periodo turbulento, las aguas del Etihad vuelven a estar en calma. Las goleadas infligidas a Crystal Palace en FA Cup y a West Ham en Premier League han aportado cierta estabilidad, aunque sea de momento, a la entidad Citizen. No obstante, ya sabemos cómo funciona el mundo del deporte de élite: un tropiezo te sitúa de nuevo en el ojo del huracán, y los Sky Blues necesitan pasar unas semanas sin nubarrones en el cielo (perdón por el chiste climatológico). La llegada de Gabriel Jesús al conjunto de Pep Guardiola ha insuflado el soplo de aire fresco necesario para limpiar un ambiente excesivamente enrarecido, y este fin de semana, los celestes reciben a un Swansea al alza. En los últimos cuatro partidos, los galeses han cosechado nueve puntos, mientras que en los diecinueve anteriores sólo habían sumado doce. Su buena dinámica, con Gylfi Sigurdsson y Fernando Llorente erigiéndose como líderes indiscutibles, les ha servido para escapar de los puestos de descenso. Tras conquistar Anfield, los pupilos de Paul Clement pretenden hacer lo propio en el Etihad, si bien parece poco probable que lo consigan.
4. A vida o muerte
La zona baja de la tabla se ha agitado en la última fecha, y una vez abierta la veda, da la sensación de que todos los implicados tendrán que subir una marcha si no quieren quedarse descolgados. Por ejemplo, el Sunderland le arrancó un meritorio empate al Tottenham, pero la distancia con la salvación se incrementó en dos puntos más. En este contexto, los enfrentamientos entre rivales directos cobran una relevancia especial, motivo por el cual el Crystal Palace-Sunderland supone una oportunidad para ambos clubes de sumar una victoria y dejar tocado a uno de sus principales competidores. Los londinenses pueden hundir a los norteños en el fondo de la clasificación, pero una victoria de los Black Cats dejaría a los dos clubes empatados a puntos. El favoritismo, por plantilla, por inversión en el mercado invernal y por ostentar la localía, va a parar al Palace, en un choque en el que Sam Allardyce se enfrentará al equipo al que salvó milagrosamente la pasada campaña. Pero, dada la presión bajo la que se encuentran ambos conjuntos, no habrá tiempo para reencuentros emotivos.
5. La obligación de resurgir
El del Liverpool ha sido, probablemente, el hundimiento más sonado del mes de enero. Una vez finalizado, los Reds quieren hacer tabula rasa: el sueño de luchar por la Premier League se ha desvanecido, pero continúan inmersos en la pelea por clasificarse para la próxima edición de la Champions League. Además, cuentan con una ventaja con respecto al resto de aspirantes: el Liverpool sólo tendrá que centrarse en el torneo doméstico. Mientras la FA Cup y las competiciones europeas serán una fuente de distracción para Arsenal, Tottenham, Manchester City y Manchester United, los de Jürgen Klopp podrán focalizar sus esfuerzos en un único objetivo. Para ello, sin embargo, deben revertir la decadente situación en la que se encuentran. Este sábado visitan a un Hull City que ha mutado en un conjunto correoso y difícil de batir, que ha mejorado sus prestaciones bajo las órdenes de Marco Silva y que se ha reforzado bien en este mercado invernal para intentar mantener la categoría. Un partido que podría suponer una piedra más en el 2017 de los Reds.