El Arsenal y el espejo en el que no mirarse
Manchester United y Arsenal fueron, durante muchos años, dos clubes modélicos en Inglaterra, bajo la batuta, respectivamente, de Alex Ferguson y Arsène Wenger. Sin embargo, nada es eterno, y si el escocés dejó los Red Devils hace un lustro, el alsaciano se despedirá de los Gunners al finalizar esta temporada. Si bien la situación no es exactamente la misma, pues el declive vivido por el Arsenal en los últimos años no sucedió en el Manchester United, los londinenses deben evitar que el adiós de Wenger les suma en el mismo bajón en que se vio inmersa la entidad mancuniana tras la marcha de Ferguson, que de hecho, le ha incapacitado para pelear por la Premier League desde entonces. Ambos clubes se enfrentarán este fin de semana, en un partido con escasa trascendencia a efectos clasificatorios, pero que tendrá como aliciente asistir al último duelo entre José Mourinho y Wenger, dos técnicos que han tenido sus más y sus menos a lo largo de estos años.
Tiburones al acecho del Swansea
La igualdad que imperaba en la zona baja de la Premier League se rompió cuando algunos equipos reaccionaron a tiempo para huir de la quema y otros se hundieron en el fango. El Swansea se quedó en un incómodo término medio, en una posición que le señala como objetivo a alcanzar por Southampton y Stoke. Los galeses tienen cuatro puntos de ventaja sobre los puestos de descenso, pero si no suman este fin de semana pueden verse en problemas, especialmente si tenemos en cuenta que, en las dos últimas jornadas, se enfrentará a Saints y Potters. El Chelsea, por su parte, ha conseguido mejorar en las últimas semanas y se ha colocado a cinco puntos del cuarto puesto. Parece complicado que logren alcanzar al Tottenham, que tiene un calendario bastante favorable, pero los Blues tienen el deber de contar sus partidos como victorias para meter presión a los Spurs e intentar salvar la campaña. Así, Swansea y Chelsea, Carvalhal y Conte, necesitan la victoria para dar un paso adelante e intentar dar caza a sus respectivos objetivos.
El derbi de la costa sur, en peligro
Desde el ascenso del Bournemouth a Premier League en la temporada 2014-15, los Cherries y el Southampton han disfrutado de una bonita rivalidad geográfica en la máxima categoría del fútbol inglés. Con ambos equipos relativamente asentados en Premier, parecía que tendríamos derbi por unos cuantos años, pero la sorprendentemente nefasta campaña de los Saints amenaza con ponerle el punto final. De este modo, su enfrentamiento de este fin de semana podría significar una despedida entre los dos clubes del sur de Inglaterra. El calendario de los de Mark Hughes no invita al optimismo, y parece claro que ante el Bournemouth se juegan su última bala: todo lo que no sea una victoria les dejarán con pie y medio en Championship. Los Cherries, ya salvados, pueden hacerle un favor a los Saints… o darles la estocada mortal.
El rush final de Harry Kane
Alan Shearer (1994-97) y Thierry Henry (2003-06) han sido los dos únicos futbolistas capaces de encadenar tres años consecutivos siendo el máximo anotador de la Premier League. Una cifra a la que aspira a llegar Harry Kane, autor de 26 tantos en la presente temporada, pero al que le ha salido un durísimo competidor en Mo Salah, que aventaja en cinco al delantero del Tottenham. Sin embargo, no hay que dar por sentenciado a Kane, que se agarra a su rush final: ya el año pasado marcó siete goles en las dos últimas jornadas para superar a Romelu Lukaku y llevarse el galardón individual. Con cuatro partidos restantes ante rivales que no se juegan nada, Kane todavía está a tiempo de repetir la hazaña de la última temporada. Este finde, los Spurs reciben al Watford, víctima propicia para el espigado delantero inglés, que va camino de seguir aumentando sus registros temporada tras temporada: 21 goles en la 2014-15, 25 en la 2015-16, 29 en la 2016-17 y 26 en la actual, es decir, a tres de superar una vez más su tope anotador.
El clavo ardiendo del West Brom
Con cinco puntos en tres jornadas, el West Bromwich ha reaccionado de la mano de Darren Moore, lo que le ha servido para llegar a finales de abril con un hilo —finísimo— de vida. Sin embargo, el despido de Alan Pardew ha llegado demasiado tarde, y para lograr la permanencia los Baggies necesitarían hacer un final de temporada perfecto y esperar una hecatombe de sus rivales. Para no consumar su descenso a Championship este fin de semana necesitaría vencer a domicilio a un Newcastle salvado y esperar que el Swansea no logre una victoria ante el Chelsea. No parece una tarea sencilla, pero este tramo final tiene más estímulos para los futbolistas del West Brom: la mayoría de ellos intentarán hacer las maletas este verano y buscarse un hueco en algún club de la Premier League, por lo que están ante su oportunidad de reivindicarse y convencer a alguno de ellos de cara a la próxima campaña.