1. Inquilinos temporales contra potencial propietario
El Tottenham disputará su primer partido de la temporada como local en Wembley, en lugar de hacerlo en el nuevo White Hart Lane, como estaba previsto. Problemas de seguridad han provocado el aplazamiento del estreno del nuevo hogar de los Spurs, que también deberán recurrir a Wembley para la fase de grupos de la Champions League y para su segundo duelo de liga, ante el Liverpool. De hecho, los últimos rumores apuntan a que podrían seguir en Wembley hasta final de año. Enfrente el sábado tendrán al Fulham de Shahid Khan, el empresario estadounidense de origen pakistaní que adquirió el club londinense de manos de Mohamed Al-Fayed. Khan, dueño de los Jacksonville Jaguars de la NFL, copó las portadas meses atrás por su oferta de compra… de Wembley. Así que el duelo entre Spurs y Cottagers será un choque entre los inquilinos temporales del inmueble y el potencial propietario. Además, será también un enfrentamiento entre el equipo que más se ha reforzado este verano, el Fulham, con doce jugadores, y el que menos, los Spurs, que no han incorporado a nadie. Continuidad contra evolución en un inmueble codiciado.
2. Dos derrotas para Emery
El peor enemigo de Emery en estas primeras semanas como entrenador del Arsenal no ha sido ni la alargada sombra de su predecesor ni siquiera las tradicionales lesiones que diezman al club londinense por estas fechas. Ese ha sido el calendario, que ha deparado dos duelos de inicio ante Manchester City y Chelsea. El primero se saldó con una honrosa derrota por 0-2 que sitúa a Emery ante la posibilidad real de arrancar la liga con dos derrotas consecutivas. El sábado, los Gunners visitan Stamford Bridge para enfrentarse a un Chelsea que arrancó con una convincente victoria por 0-3 en Huddersfield en el estreno de la era Sarri. Tanto Emery como Sarri encaran un difícil inicio en sus clubes: el español tiene que devolver a los Gunners a la Champions League con una inversión limitada y en un entorno cada vez más competitivo; el italiano debe imprimir su peculiar sello mientras gana partidos porque, de lo contrario, Roman Abramovich le obsequiará con un vuelo solo de ida a Italia en menos que canta un gallo.
3. El sexto empate del Burnley
El Burnley ha disputado cinco partidos oficiales esta temporada, cuatro de Europa League y uno de liga. En 90 minutos, dos acabaron con 1-1 (ante el Aberdeen) y otros tres con 0-0 (contra el Istanbul Basaksehir en Europa League y el Southampton en Premier League). El domingo, los Clarets se enfrentan al Watford, que arrancó la liga con buen pie con una sólida victoria por 2-0 ante el Brighton. Los Clarets de Sean Dyche, que se enfrentarán al Olympiacos en la última eliminatoria europea antes de la fase de grupos, mantienen la solidez defensiva de la temporada pasada, como acreditan sus dos goles recibidos en cinco encuentros, pero siguen manteniendo sus dificultades para hallar la portería rival. El esfuerzo de jugar jueves y fines de semana difícilmente ayudará al equipo de Lancashire a mejorar ese equilibrio, a pesar de que ha aumentado la profundidad de la plantilla con los fichajes estivales de Joe Hart, Ben Gibson y Matej Vydra.
4. El Crystal Palace le arruina la fiesta al Liverpool… otra vez
El lunes, el Liverpool visitará a una de sus bestias negras en estos últimos tiempos: el Crystal Palace. Desde que los londinenses volvieron a la Premier League en 2013, ambos equipos se han enfrentado once veces, con un saldo de seis victorias para los Reds, cuatro para el Palace y un empate. Curiosamente, fue ese empate el resultado más doloroso para los Reds. En mayo de 2014, el equipo de Brendan Rodgers visitó Selhurst Park con la obligación de ganar para mantener la presión sobre el Manchester City en la última jornada. A la hora de juego, el Liverpool ganaba 0-3 pero acabó empatando tras recibir tres goles en diez minutos. Un resultado que, a la práctica, enterró todas las opciones de los Reds de ganar la liga. El ahora equipo de Jürgen Klopp visita Selhurst Park con el aura de candidato a la liga tras los fichajes de verano y la buena imagen en el estreno ante el West Ham. Una situación ideal para que el Palace de Roy Hodgson y Wilfried Zaha arruinen la fiesta.
5. El Manchester United suaviza las relaciones a base de victorias
El Manchester United apaciguó las malas vibraciones que rodeaban al club tras la agitada gira de pretemporada gracias a la victoria inicial ante el Leicester por 2-1. Pero Paul Pogba se encargó de recordar tras el partido que sus desavenencias con José Mourinho no se iban a disipar con una victoria y que su intención sigue siendo hacer las maletas cuanto antes. Solo un cambio en el estilo de juego y una racha de triunfos que permitan al club soñar con luchar con Manchester City y Liverpool por el título ayudaría a suavizar las tensas relaciones existentes hoy en el vestuario. Así que para Mourinho es fundamental sumar tres puntos en Brighton a pesar de las ausencias de Nemanja Matic, Antonio Valencia, Diogo Dalot, Marcos Rojo, Ander Herrera, Sergio Romero y, posiblemente, Jesse Lingard. Aun así, debería tener suficiente con los jugadores disponibles para derrotar a un Brighton que parece equipado solo con las alforjas justas para luchar por la permanencia.