1. El Manchester City quiere el broche
Tras una temporada fantástica, el Manchester City tiene la oportunidad de alzarse con el título de campeón de la Premier League este mismo fin de semana. Además, podrá hacerlo ante su afición y contra su máximo rival, el Manchester United. La situación sería idílica si no fuese por el reciente tropiezo de los citizens en Anfield, con un resultado que le complica sobremanera su continuidad en Liga de Campeones. No obstante, certificar el título este sábado sería un potente estímulo de cara a afrontar el partido de vuelta ante los Reds, que tendrá lugar solo tres días después. Con veintisiete victorias, tres empates y una derrota, el dominio del City en Premier League ha sido incontestable, y lograr el campeonato en este escenario sería un broche perfecto para el equipo de Pep Guardiola. De todos modos, no será una tarea sencilla: solo le vale el triunfo, y los Red Devils, pese a haberse quedado sin alicientes en Premier, intentarán evitar —lógicamente— que su rival conciudadano festeje el título delante de sus narices.
2. El orgullo como único aliciente
No parece que Everton ni Liverpool se vaya a jugar demasiado en lo que resta de Premier League, pero un derbi de Merseyside siempre es un derbi de Merseyside. Para los Toffees, este encuentro supone la oportunidad de darle una alegría a una afición que no ha tenido muchos motivos de celebración en una temporada que ha sido, indudablemente, un paso hacia atrás. Los de Allardyce todavía tienen opciones de alcanzar la séptima posición, pero los seis puntos de distancia con respecto al Burnley son un lastre que, basándonos en su rendimiento reciente, parece difícil de contrarrestar. En el Liverpool, el partido de Liga de Campeones en el Etihad es la máxima prioridad, pero la intensa rivalidad existente entre Reds y Toffees invita a descartar que los de Klopp salgan a Goodison Park con la mente puesta en otro lugar. Salah, que se retiró con molestias ante el City, no estará disponible, pero Mané, Firmino y compañía intentarán demostrar que son capaces de apañárselas sin el egipcio.
3. Swansea caníbal y Moore al… ¿rescate?
En la encarnizada pelea por la permanencia, cualquier punto es vital. La mejoría del Swansea desde la llegada de Carlos Carvalhal está fuera de toda duda, pero la ventaja de los galeses sobre los puestos de descenso es de solo tres puntos, por lo que necesitan incrementar su casillero para evitar llegar al esprín final con los deberes por hacer. Para ello, este fin de semana visitan The Hawthorns. El West Brom se presenta como una víctima propicia para los cisnes: ocho derrotas consecutivas y solo una victoria en sus últimos treinta partidos de Premier League son un bagaje más que suficiente para calificarlo de cadáver. De este modo, el Swansea tiene ante sí una buena oportunidad para practicar el canibalismo, nutrirse a costa de los Baggies y aumentar su ventaja sobre las posiciones de peligro. Será el primer partido de Darren Moore como técnico del West Brom. El exfutbolista tiene el difícil reto de superar el listón dejado por Alan Pardew. Seamos honestos: es muy complicado hacer todavía más el ridículo.
4. Una oportunidad cristalina
El Crystal Palace es, actualmente, el club que marca la permanencia, con dos puntos de margen sobre el Southampton y tres sobre el Stoke. La situación de los Eagles es comprometida, pero este fin de semana se presenta propicia para tomar aire y ampliar su renta. Los de Hodgson viajan al sur para visitar al Bournemouth. Es cierto que Dean Court no es un estadio del que sea fácil llevarse los tres puntos, pero la necesidad aprieta más a los londinenses que a unos Cherries que ya están virtualmente salvados. Además, tanto el Southampton como el Stoke tienen dos envites muy complicados este fin de semana: los Saint visitan al Arsenal y los Potters reciben al Tottenham, por lo que sería sorprendente que alguno de ellos lograse puntuar. De este modo, parece una jornada accesible para el Palace, que quiere eliminar de forma definitiva los fantasmas del descenso.
5. En busca de un éxito común
No es fácil hacerse un hueco en la Premier League. Cuando un equipo humilde alcanza la máxima categoría del fútbol inglés, necesita hacer un trabajo excelente para asentarse en ella. El Bournemouth o el Burnley son dos buenos ejemplos de proyectos que han conseguido establecerse a la élite. Brighton y Huddersfield también quieren unirse a este selecto club. Ambos son dos recién ascendidos que, por su condición, parecían avocados a regresar a Championship. Sin embargo, a falta de unas pocas jornadas para el final, los dos van camino de lograr una exitosa permanencia. Este fin de semana, Seagulls y Terriers se enfrentan en un partido muy importante para ambos. Los de Chris Hughton pueden dejar sentenciada la salvación si logran el triunfo —ahora mismo aventajan en seis puntos al decimoctavo clasificado—, mientras que los de David Wagner, algo más exigidos, pueden dar un gran paso al frente en pos de la misma.