1. Claudio Ranieri y José Mourinho se vuelven a encontrar
La rivalidad entre el técnico italiano y el portugués se remonta a la temporada 2008-09, en que la liga italiana se convirtió en una pugna directa entre el Inter de Milán de Mourinho, el técnico que había sustituido a Ranieri en el Chelsea cuatro años antes, y la Juventus.
La pugna deportiva no tardó en convertirse en una enemistad personal entre los dos hombres. Ranieri abrió fuego en agosto, afirmando que “yo no necesito ser como él, que quiere ganar para estar seguro de lo que hace”. Mourinho le respondió al día siguiente tachándole de perdedor y anticuado: “Con casi 70 años [Ranieri tenía 56 entonces] solo ha ganado una Supercopa y otros trofeos menores… es demasiado viejo para cambiar de mentalidad”.
Sus cruces de declaraciones fueron subiendo de tono a medida que avanzaba la temporada y aumentaba la presión en la lucha por el título. Ranieri acusó a Mourinho de falta de respeto por no comparecer frente a las cámaras tras los partidos del Inter. El portugués le respondió de nuevo con una crítica personal: “Yo estudié italiano cinco horas al día durante meses para asegurarme de que podía comunicarme con jugadores, medios y aficionados. Ranieri estuvo cinco años en Inglaterra [cuatro, en realidad] y le costaba decir “buenos días” y “buenas tardes”. ¿Quién es él para decirme lo que tengo que hacer?”.
Mourinho fue el claro vencedor de sus enfrentamientos en Italia, privando a Ranieri de la liga cuando era entrenador de la Juventus y, al año siguiente, cuando tomó las riendas de la Roma. Sin embargo, la temporada pasada, Ranieri se tomó cumplida venganza en Inglaterra. La victoria del Leicester en diciembre por 2-1 colocó a los Foxes en el liderato y desembocó en el despido de José Mourinho tres días después. Ocho meses más tarde, se vuelven a enfrentar.
2. El Vardy negro
El Leicester se marchó al descanso ante el Barcelona con un resultado adverso de 3-0. Sumado a la goleada encajada días antes ante el PSG (4-0), el humor entre la expedición del Leicester no era precisamente de optimismo. Sin embargo, en la segunda parte en Estocolmo irrumpió uno de los fichajes más sonados de los Foxes este verano. Ahmed Musa marcó dos goles de bella factura y cerca estuvo de igualar el partido.
El delantero nigeriano es un fichaje que cumple todos los requisitos de Ranieri. Es joven (23 años), tiene mucho que demostrar (no ha conquistado ningún título de clubes fuera de Rusia) y se adapta a la perfección al estilo de juego de los Foxes. El Leicester basó su triunfo de la temporada pasada en el contraataque gracias a la velocidad de Jamie Vardy. Musa es un clon del delantero inglés pero en versión de color. Es letal dentro del área y su velocidad es un dolor de cabeza constante para las defensas, como demostró con su primer gol ante el Barcelona.
La duda ahora es saber si Ranieri apostará por juntar a Vardy y Musa en punta o tendrán que luchar entre ellos por un puesto en el once. A favor de su participación conjunta, su indudable capacidad goleadora. En contra, que son jugadores muy similares y que su presencia supondria la suplencia de Shinji Okazaki, tan importante en el equilibrio del equipo, como quedó patente en la reanudación ante el Barça, ayudando a los pivotes en defensa y enganchando en ataque con los puntas.

3. Los fichajes de Mourinho
Desde su primera rueda de prensa, Mourinho fue transparente en cuanto a los fichajes: serían cuatro y llegarían todos antes de arrancar la Premier League. Y así ha sido (o será). Eric Bailly llegó del Villarreal para reforzar el eje de la zaga, Henrikh Mkhitaryan está destinado a ocupar la banda derecha, Zlatan Ibrahimovic liderará el ataque y en cuestión de días debería aparecer Paul Pogba.
La calidad de estos cuatro jugadores es indudable. Como lo es que suponen una mejora de la plantilla actual. La duda es si serán suficientes para transformar un equipo que la temporada pasada ni siquiera logró entrar en Champions League en uno que sea candidato a la liga. Algunas posiciones, en concreto, se antojan especialmente delicadas. Es el caso de los laterales y del centro del campo.
Antonio Valencia ha protagonizado una excelente pretemporada y competirá por el puesto con Matteo Darmian que, a pesar de su irregular temporada de debut en Inglaterra, es un contrastado internacional italiano. Pero en el lateral opuesto solo está Luke Shaw, un jugador joven que pasó el curso pasado en el dique seco. Esa posición puede ser un dolor de cabeza para Mourinho esta temporada.
Lo mismo ocurre con el teórico acompañante de Pogba en la medular. Morgan Schneiderlin no parece del agrado de Mourinho, Bastian Schweinsteiger está entrenando con el filial a la espera de una oferta y Ander Herrera no ha convencido cuando ha ocupado ese puesto en el medio centro. Así las cosas, Mourinho parece condenado en seguir confiando en Michael Carrick, un excelente jugador que ha dejado atrás sus mejores días en el mundo del fútbol.
4. Una oportunidad para despejar dudas
Tras una serie de pachangas de mayor o menor entidad, este es el primer partido serio de la temporada. Sabemos cómo jugará el Leicester esta temporada (igual que la anterior) o cuál será el ataque del Manchester United (Martial, Rooney y Mkhitaryan por detrás de Ibrahimovic) pero aún quedan bastantes incógnitas por despejar.
Para comenzar, qué rol jugarán los jóvenes en el Manchester United esta temporada. Parece que Marcus Rashford se quedará en el primer equipo como suplente de Ibra o incluso de los jugadores de banda. Pero, ¿qué será de Timothy Fosu-Mensah, Adnan Januzaj o Cameron Borthwick-Jackson? Lo mismo se puede decir de Juan Mata, traspasado por Mourinho en el Chelsea en el pasado y que puede seguir la misma suerte en esta ocasión.
En el Leicester, existen menos incógnitas. Una de ellas hace referencia a la delantera (¿Musa y Vardy? ¿Okazaki y Musa? ¿Vardy y Okazaki?) pero también a la posición de Mahrez, que ante el Barça jugó por detrás de Vardy, como ya hiciera en alguna ocasión la temporada pasada. Demarai Gray está pugnando por ser titular y desplazar a Marc Albrighton. El partido del domingo permitirá aclarar alguna de estas dudas. Para otras deberemos esperar al arranque de la liga.
5. ¿Se acabó la fiesta?
El Leicester protagonizó la temporada pasada el triunfo más improbable en la historia del fútbol inglés. Pero un buen arranque, la irrupción de futbolistas como N’Golo Kanté, Jamie Vardy o Riyad Mahrez, un entorno competitivo favorable con Chelsea o Manchester United en crisis y una comunión perfecta entre todos los estamentos del club acabaron desembocando en la victoria en la Premier League.
Este año, sin embargo, las cosas serán diferentes. Para empezar, no hay entrenador en la Premier League que no conozca de memoria el modelo de juego de Ranieri. La disposición ofensiva de Vardy cuando su equipo está defendiendo, las transiciones ofensivas vertiginosas o las acciones ofensivas a balón parado. Este año, ningún entrenador podrá excusar una derrota ante el Leicester en que no conocía su juego.
Además, este año los Foxes deberán competir también en la Champions League, lo cual supondrá una distracción y un cansancio añadido en relación con la liga. La temporada pasada, Ranieri renunció rápidamente a las dos copas domésticas y pudo dedicar todos sus efectivos a la liga. Este año no podrá hacerlo. Este partido representa la primera oportunidad de demostrar que los Foxes no son flor de un día.