Ander Iturralde

9 cosas en las que fijarse en la temporada 2018-19 de Championship

¡Vuelve el fútbol! Cerca de tres (largas) semanas hemos tenido que esperar. Acabó el Mundial, tuvimos el Tour de Francia, béisbol -si te va ese rollo-… Pero en lo estrictamente futbolístico, la International Champions Cup es prácticamente lo único que hemos tenido para subsistir. No obstante, vuelven las ligas, vuelve Championship, cargada por su parte con el Stoke, Lampard, Karanka y… ¡Bielsa!

1. De vuelta, aunque sea por defecto

Después de un año desastroso a todos los niveles, lamentable hasta límites insospechados, parece que todo va a estar bien en Stoke. Todo se va a arreglar. En ocasiones puede resultar complicado, como ellos bien han terminado demostrando, no apalancarse en ese calor tan de hogar, tan reconfortante que aportan tantas temporadas seguidas en la Premier League. Se les empezó a ir la mano y así llegaron Ibrahim Afellay, Jesé Rodríguez, Giannelli Imbula, Saido Berahino y demás… Jugadores que, lejos de catapultar al equipo, hicieron que cayese por su propio peso. Algunos de ellos continuan, el reinicio no es completo, pero definitivamente el aire parece haber sido renovado. Empezando por Gary Rowett, uno de los entrenadores más prometedores del país, que dejó el Derby County, con quien quedó sexto en mayo, para venir al Stoke. Con él, Benik Afobe, James McClean o Tom Ince, que todavía no han hecho de la Premier League su lugar indiscutible, pero sí la division de plata. Sumándose a jugadores ya presentes que aúnan más calidad de la demostrada en el tumulto reciente, además de la notable adquisicion del medio centro internacional nigeriano Oghenekaro Etebo, parece presentarse un año de alivio y victorias para el Stoke. Un poco por defecto, ya que tampoco han requerido de una reconversion titánica para situarse a la cabeza en la lista de favoritos. El Stoke apunta hacia arriba.

2. Inercia descendiente

Si el Stoke no necesitaba tanto para resituarse y recomponerse -a pesar de ser el primero que descendió matemáticamente la campaña pasada-, el West Brom, pero sobre todo el Swansea, sí lo necesitan. Los Baggies demostraron, aunque fuese al final y demasiado tarde, que sí tenían lo necesario para ser un equipo mejor. Si hay clubes a los que les destroza la mala dinámica, el West Brom la fumigó con ese rampante e impoluto empuje final. Convirtiéndose Darren Moore en la persona idónea para este equipo, las bajas de Ben Foster, Jonny Evans y Grzegorz Krychowiak se antojan como las únicas minas de un West Brom reanimado a pesar de que solo ha fichado a dos jugadores por encima del millón de libras, Sam Johnstone y Kyle Bartley. El Swansea es todo lo contrario. Pese a que Carlos Carvalhal levantó el ánimo de los cisnes con la novedad de su presencia (y sus pastelitos de nata), el Swansea, sin embargo, se ha hundido con violencia. Y el temor de tomar el testigo del Sunderland parece aproximarse con un desconcertante peligro. Graham Potter, prometedor técnico inglés que llevó al Östersund de la cuarta a la primera división sueca, es el único rayo de esperanza en un club disfuncional, que ha perdido el norte de manera abrumadora.

3. Aquí no gasta dinero nadie

Esto no se reduce a los dos últimos equipos mencionados. Hay algo que caracteriza a la incipiente temporada de Championship que se avecina: nadie está gastando dinero. En contraste con los años recientes en los que casi no había talento suficiente sobre el que arrojar cubos y cubos de dinero encima, la austeridad ha llamado a la puerta hasta que le han abierto. En ascender a la Premier League radica el fin, la única vía: lo contrario es directamente el infierno. El Sheffield Wednesday lo intentó con todo lo que pudo durante los tres últimos años. Ahora son un equipo de mitad de tabla. El Norwich mantuvo a todos hasta que el pasado invierno vieron que no iban a ascender. Desde entonces han recaudado 50 millones en ventas de jugadores, de lo cual no han reinvertido mucho. El Birmingham City despidió la temporada pasada a un Harry Redknapp que se quejó hasta el último día de que no le habían fichado lo suficiente. Pues bien, ahora tienen prohibido añadir jugadores por incumplir las normas del juego limpio financiero. Y a ver si se salvan con lo que tienen. Años de inversión salvaje también han acabado alcanzando al Derby County, lo cual les ha hecho perder a su entrenador en beneficio del Stoke y tener que rezar para que Frank Lampard sea un entrenador capaz. Moraleja, no gastes lo que tengas (y lo que no tengas tampoco) o puedes terminar como estos.

4. El precio que hay que pagar (o no)

O peor, como el Aston Villa… ¡o el Queens Park Rangers! El QPR ha quedado asentado como un equipo de la mitad baja de la tabla después de sus inverosímiles dispéndios económicos de hace unos años cuando era un equipo dentro o cerca de la Premier League. Steve McClaren (sí, ese Steve McClaren) es su nuevo entrenador y las esperanzas no son de hacer nada importante, sin apenas dinero con el que operar. Quien ha logrado solucionar a última hora sus problemas existenciales, en cambio, ha sido el Aston Villa. Gastaron como pocos lo habían hecho en la historia de la segunda división inglesa. Lo apostaron todo, absolutamente todo, al ascenso a la Premier League. Entonces, perdieron la final del play-off de ascenso ante el Fulham y todo se vino abajo. De repente, no les quedaba dinero. No habían pagado impuestos y para llegar a fin de mes tuvieron que hipotecar el aparcamiento del estadio. El dueño Tony Xia se vio obligado a vender, ya que de lo contrario hubieran entrado en concurso de acreedores. Pero afortunadamente aparecieron compradores: un dúo de ellos, conformado por el egipcio Nassef Sawiris y el estadounidense Wes Edens. Gracias a ellos y a la inyección de capital que han podido proporcionar, el Aston Villa ha logrado caer prácticamente de pie después del susto. Steve Bruce ha mantenido su puesto como entrenador, la amplía mayoría de los jugadores han podido ser retenidos y, pese a la falta de fichajes y de tiempo para hacerlos llegados a este punto, el Aston Villa se vuelve a posicionar como un candidato al ascenso. Y todo por el mismo precio. O casi.

5. El que sí tiene para gastar lo gasta en dos centrales

El Middlesbrough invirtió mucho el año pasado intentando volver al primer intento, valga la redundancia. Sin embargo, lo hicieron con algo más de perspectiva y seguridad; aquí no hace falta hipotecar parkings. Rivales en las semifinales del último play-off de ascenso, al igual que el Aston Villa, el Boro de Tony Pulis es nuevamente otro candidato al ascenso. Pero es ligeramente extraño. El plan parecía simplemente el de mantener lo presente y que un año de trabajo de Pulis compensase lo restante para alcanzar una de las dos plazas de ascenso directo. El Middlesbrough sigue teniendo dinero para gastar, pero una de las primeras cosas que Pulis expresó poco después de su llegada es que el dueño Steve Gibson ya había gastado suficiente. Y que, básicamente, quería devolverle la inversión. Por eso lo único a por lo que ha salido Pulis de caza han sido dos centrales: Aden Flint del Bristol City y Paddy McNair del Sunderland. Ya está. Se llegó a rumorear que Pulis podría usar al fichaje más caro de la historia del club, su delantero Britt Asombolanga, como pieza de intercambio para fichar a su exjugador, y actual extremo del West Brom, Matt Phillips. No hubiese habido una cosa más “Pulis” posible. Ganarán partidos, marcarán pocos goles y encajarán menos todavía. Y posiblemente ascenderán.


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Frank Lampard emprende su carrera como entrenador (Ashley Allen/Getty Images).


6. Lampard entrenador

La expectación siempre resulta irrefutable cuando un nombre del calibre de Frank Lampard decide convertirse en entrenador. Lo es cuando el nombre no es tal, no hace falta ni imaginar lo que puede ser cuando hablamos del máximo goleador de la historia del Chelsea. El Derby County se había quedado sin entrenador tras la antes mencionada marcha de Gary Rowett. Después de años despidiendo a entrenadores cada dos por tres, se les acabó marchando uno que hubiesen querido mantener. Entonces, tuvieron que improvisar y Frank Lampard fue la respuesta. Tras un año en el que había desempañdo un papel extraordinario como comentarista, quiso saltar al agua. En un equipo bastante entero, donde toma las riendas tras una temporada relativamente existosa con un sexto puesto en liga; sin tener que arreglar una interminable lista de problemas. Sugeriendo, además, una propuesta más posesiva y ofensiva de juego en contraste con el más conservador y pragmático método de Rowett. Quedando atrás los tiempos de libre albedrío en el gasto en fichajes, el dueño Mel Morris ha necesitado de una vía más imaginativa: Lampard es el primer paso.

7. El año del Nottingham Forest

Ni se recuerda ya la última vez que el Nottingham Forest empezó una temporada siendo candidato a la lucha por el ascenso. Han sido años negros, nefastos, en los que nunca lograron generar tracción. Llevan anclados a una división de la que hace quince meses casi vuelven a caer, en la que la temporada pasada, si había ligeros indicios de salir de ella, eran también hacia abajo. Han pasado casi cuarenta años de las conquistas de sus Copas de Europa; han pasado siete desde su última aparición en un play-off por el ascenso a la Premier League. De diferentes magnitudes, pero eternidades en ambas instancias. Después de gastarse este verano casi 25 millones de libras en fichajes, están obligados a ser lo que han sido incapaces de ser en los últimos años: un equipo competente. Más obligados que ellos como grupo está, en concreto, Aitor Karanka. En su haber tiene un ascenso, que costó tiempo, paciencia y llegar al último día de la temporada. Lo hizo, además, en un sitio mucho más estable y en el que sabe que ya no está, Middlesbrough, donde, sobre todo, el mismo dueño lleva dos décadas siéndolo. En Nottingham, será supervisado por el controvertido empresario griego Evangelos Marinakis -quien no lleva ni dos años siéndolo y también lo es de Olympiakos-. Tiene que ganar y tiene que ganar ya.

8. Marcelo Bielsa

Es un regalo de los cielos para el fútbol inglés. Lo será cada día de la temporada, que ya está a la vuelta de la esquina. Uno de los entrenadores más trascendentes del mundo es ahora el nuevo entrenador del Leeds United. Encima, en la segunda división del fútbol inglés. Venerado por tantos y tantos que han trabajado con él, o ni siquiera, ¿podrá encontrar el equilibrio entre sí mismo, los jugadores, el equipo y el club? Algo que siempre ha destacado en Bielsa, sobre todo los últimos años, es que es un entrenador de jugadores, de equipos. No tanto de clubes. Por ello, quizás, su estatus en la jerarquía mundial del fútbol no corresponda con la de sus habilidades técnicas. Por eso es una anomalía que “el Loco” no pueda encontrar un equipo al que entrenar pese a ser alguien que Pep Guardiola, sin ir más lejos, considera como uno de los mejores en lo que hace. Su fugaz éxito en Bilbao fue inenarrable mientras lo fue. Momentos de brillo dejó en Marsella antes de su infausto paso por la Lazio y su catastrófico año, el pasado, en Lille. El Leeds, consciente de todos los riesgos, sabía que era una oportunidad única y posiblemente irrepetible. El consenso general es que será un éxito memorable o un fracaso, también memorable. Sin término medio pero un equipo con un potencial triplicado por la sola presencia de su nuevo entrenador. Es posible que estemos ante una de las aventuras futbolísticas del último lustro.


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Marcelo Bielsa entrenará en la segunda división inglesa (JEAN-SEBASTIEN EVRARD/AFP/Getty Images).


9. Una liga abierta de par en par

Un cliché que no por serlo deja de ser cierto. Da la sensación de que no hay claros favoritos esta temporada. El año pasado estaban los Aston Villa, Middlesbrough, Fulham, Derby County… Ninguno ascendió directamente ante las revelaciones que resultaron ser Wolverhampton y (sobre todo) Cardiff City, pero fueron los cuatro siguientes clasificados. Hace dos años, Newcastle y Brighton partían como los dos mejores equipos y terminaron primero y segundo, respectivamente. Este año, por las situaciones económicas de muchos, todo parece estar en el aire. El Stoke es, en principio, favorito. A pesar de no haber cambios significativos en su plantilla, junto al Middlesbrough -a quien también aplica esto último-, el West Brom está en el siguiente escalón de favoritismo según las casas de apuestas. Nottingham Forest y Leeds después. Pero, de nuevo, este año el ascenso está abierto de par en par. El Aston Villa debería rebotar habiendo salido casi indemne de su complicado verano, el Derby de Lampard puede ser divertido, además de ese equipo aún desconocido al que nunca terminas de ver venir. Pese a ser de los “favoritos”, el Leeds de Bielsa ofrece una extraña impresión de que podría serlo de alguna manera. Quién sabe, la racha del Ipswich Town de diecesiete años seguidos en la división podría acabar, aunque igual en la dirección equivocada. Están también por ahí las revelaciones del año pasado: Sheffield United, Millwall, Preston y Bristol City; al igual que los recién ascendidos Wigan y Blackburn. Otro año divertido, con más incógnitas de las habituales. Vuelve el fútbol y en Inglaterra, la primera liga en hacerlo, es Championship.

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Ander Iturralde