Robin van Persie se convirtió en el protagonista del verano de 2012 en el fútbol inglés. El delantero holandés acababa de completar la mejor temporada de su carrera, en la que anotó 30 goles en liga para el Arsenal, y se disponía a entrar en su último año de contrato. El debate era si Arsène Wenger le ofrecería la renovación de contrato para retenerle o si haría caja con su venta ese mismo verano antes de evitar que se marchara gratis al año siguiente.
Arsène Wenger decidió traspasar a Van Persie al Manchester United por 24 millones de libras, una cifra entonces respetable por un futbolista de 29 años con un largo historial de lesiones y un salario desorbitado. Van Persie marcó 26 goles en liga en su primera temporada en Old Trafford y conquistó la Premier League. Pero su rendimiento bajó en picado la temporada siguiente, en que marcó 12 goles, a los que sumó otros 10 el curso siguiente. Ante su evidente declive, el United decidió venderle al Fenerbahce turco.
Wenger se encuentra ahora en una situación similar con Alexis Sánchez y Mesut Özil. Ambos futbolistas nacieron en 1988, lo cual significa que este año cumplen 29. Como Van Persie, han entrado en su último año de contrato. ¿Debe Wenger echar el resto para renovarles? ¿Debe venderles en enero para recuperar parte del dinero invertido? ¿O debe dejarles marchar gratis en verano?
Alexis Sánchez es un futbolista extraordinario, eso no se le escapa a nadie. Pero el rendimiento actual del chileno es solo una pequeña parte de la ecuación. Estamos hablando de un futbolista que cumplirá 29 años en diciembre y que exige un salario de al menos 250.000 libras semanales para renovar, lo cual significaría romper la estructura salarial del club. Además, la decisión final debe basarse en su rendimiento futuro, no pasado. De ahí la dificultad de esa decisión.
La temporada pasada, Alexis disputó 63 partidos entre club y selección, incluyendo varios viajes transoceánicos durante la temporada y la Copa Confederaciones en Rusia en verano. El año anterior participó en 54 encuentros, incluyendo la disputa de la Copa América durante el verano. En 2014-15, Alexis jugó 58 partidos más, también con Copa América en época estival. Es decir, estamos hablando de un futbolista que se adentra en la recta final de su carrera que lleva tres veranos sin descansar y que disputa una media de casi 60 partidos al año incluyendo viajes largos y extenuantes.
El caso de Özil es ligeramente diferente. Las lesiones han provocado que dispute menos partidos (49, 57 y 37 en las tres últimas temporadas) y su nacionalidad ha limitado los viajes largos durante ese periodo de tiempo. Dicho esto, exige un salario parecido al de Alexis y su rendimiento le hace menos determinante que el chileno sobre el terreno de juego.
Así que, ¿qué hara Wenger? Considerando los antecedentes y su formación como economista, su prioridad será vender a ambos jugadores en enero si les halla un destino fuera de la Premier League, lo cual se antoja complicado considerando las demandas pecuniarias de ambos jugadores. Por supuesto, también dependerá de la situación del equipo. No es lo mismo vender a dos estrellas si el equipo está en tercera posición que si se encuentra en la octava. En ese caso, es posible que Wenger tenga que retener a sus jugadores y abrirles la puerta en verano.
Lo cual, financieramente, no sería un drama. Este verano, Wenger afirmó que, ante la inflación del mercado de fichajes, cada vez sería más común que los futbolistas solo pudieran cambiar de equipo una vez acabados sus contratos. El Arsenal pagó 32 millones de libras por Alexis, lo cual significa que ha abonado 8 millones de libras por cada una de sus temporadas. Considerando su rendimiento, una ganga. Wenger pagó 50 millones de euros al Real Madrid en 2013 por Mesut Özil, lo cual significa que ha pagado 10 millones de euros por cada una de sus temporadas, una cifra similar a la que ha pagado por Alexis.
El auténtico problema para Wenger no es que Alexis y Özil se marchen. Han cumplido sus contratos y han rendido a un buen nivel, en especial el fantástico Alexis. Lo que sí es un problema, y grave, es cómo piensa Wenger sustituir a esos dos jugadores. Como ha repetido el propio Wenger hasta la saciedad, el club tiene dinero de sobras en caja para fichar jugadores, el problema es hallar talento en el mercado a un precio razonable. Alexis y Özil se marcharán del Arsenal, sea en enero o en verano. La cuestión aquí es: ¿quién les sustituirá?