La Championship ya suma 14 jornadas. Sí, 14 partidos que en este difícil campeonato han servido para ir diferenciando las partes en la que se está dividiendo la clasificación: por un lado, la lucha por el campeonato, los que aspiran a playoffs, la mitad de la tabla y, por último, los equipos que van a luchar por seguir un año más en este torneo. Si algo no demasiado bueno está mostrado recientemente esta liga es que cada temporada se nota una mayor diferencia entre equipos de la parte alta y baja de la tabla, lo que provoca que el campeonato llegue a su fin con prácticamente todo decidido.
La pérdida de identidad del Cardiff
Si por algo se caracteriza Neil Warnock es, sobre todo, por dotar a sus equipos de una intensidad especial, que los hace aguerridos y muy competitivos. En general, esta receta fue la que creó el técnico para conseguir llevar al Cardiff hace dos temporadas a Premier y con la que estuvo a escasos partidos de mantener en la máxima categoría a los Bluebirds. Una temporada después y con el mismo chef al frente, el Cardiff parece haber perdido su esencia. La derrota en el derbi del sur del Gales ante el Swansea de este fin de semana es otra muestra más de este fenómeno.
El Cardiff City actual se ha reforzado mejor que hace dos temporadas, ha mantenido pilares importantes como Joe Ralls o Nathaniel Mendez-Laing y, lo más importante, ha conservado a Warnock. Sin embargo, los Bluebirds se han mostrado irreconocibles estas 14 jornadas. Tal vez sea la ausencia de Sol Bamba, capitán general en los planes de Warnock, pero es un caso que llama mucho la atención. El equipo firmó en verano jugadores como Aden Flint o Will Vaulks que casan a la perfección con la idea del experimentado técnico inglés. Estos mismos, que venían de rendir a la perfección en sus anteriores clubes, están mostrando una versión muy pobre en el Cardiff City Stadium.
Débiles e inseguros en defensa, poco intensos en la presión y su particular juego directo anulado por cualquier defensa. Esta temporada está siendo muy inferior ante casi cualquier equipo de Championship. Lo único positivo es que, con este mal arranque, los Bluebirds están 14º en la tabla y a 6 puntos de los seis primeros clasificados, zona que en circunstancias normales aspira a ocupar este equipo.
Tumbando la puerta de la Premier League
Cada temporada es más común que numerosos jugadores que han destacado en Championship tengan su oportunidad y den el salto a Premier League. Extraño es el caso de Jarrod Bowen, sin embargo, canterano del Hull que lleva dos años y medio dominando la categoría de plata del fútbol inglés y aún no ha dado el salto.
Bowen ya debutó en Premier League: fue en la 2016/17, la última temporada del Hull en Premier, cuando el joven formando en las categorías inferiores de los Tigers gozó de minutos en el equipo de Marco Silva. A partir de ahí, no ha parado de crecer: Slutski, Adkins o McCann, sus tres entrenadores desde entonces, han podido disfrutar y ver en primera persona su ascenso. Con cualquiera de estos técnicos, el mediapunta inglés ha sido vital e indiscutible en sus planes. En la 2017/18 anotó 14 goles jugando de interior; en la 2018/19, jugando más adelantado, marcó 22 goles; y en la presente temporada, jugando de extremo y falso nueve, lleva 9 goles en 14 partidos.
A parte de gozar de una técnica muy depurada y una fantástica zurda, Bowen es un jugador muy polivalente. Como ya hemos mencionado, puede jugar de interior, mediapunta, extremo o de falso nueve. Precisamente en esta última posición está siendo habitual con Grant McCann ante el flojo rendimiento de Magennis y Eaves, que son los delanteros del equipo. Esta nueva posición le permite a Bowen estar más cerca del área, donde está demostrando tener un gran olfato goleador. Las dos temporadas y media excepcionales que ha jugado Bowen ha propiciado que clubes de Premier como Tottenham, Leicester o Newcastle se interesen en contratar sus servicios y lo estén ojeando para un posible futuro traspaso. Los fanáticos de Championship deberemos disfrutar de esta fantástica perla de la cantera del Hull porque, con casi toda seguridad, será su última temporada en este nivel.
Gary Rowett en ‘The Den’
Si hace tres años nos hubieran dicho que Gary Rowett no iba a tener una carrera larga y exitosa en Birmingham, nos echaríamos las manos a la cabeza. Un entrenador que viene desde abajo, con ideas claras, pero que desde su salida de St. Andrews no ha vuelto a ser el mismo. Derby, Stoke y ahora Millwall, han visto pasar por su banquillo a uno de los entrenadores más prometedores del fútbol inglés. Despedido entre polémicas y dudas sobre dicha decisión por los nuevos propietarios del Birmingham, donde colocó al equipo con una plantilla de media tabla en puestos cercanos al playoff, Rowett llegó a Derby con muchísimas expectativas que cumplió. Metió al equipo en puestos de ascenso, aunque no fue capaz de superar la primera fase. Un año duró el periplo de Rowett en Derby, que fichó el siguiente verano por un Stoke recién descendido que estaba confeccionado una plantilla para aspirar a todo. En el Bet-365 Stadium, Rowett vivió la peor etapa de su carrera como entrenador: con una excelente plantilla y con grandes esperanzas, el técnico no acabó la temporada y fue cesado. Ahí comenzaron las dudas hacia su figura.
Con la dura y sorprendente decisión de Neil Harris de dejar el Millwall con la temporada empezada, a Gary Rowett se le abrió una nueva puerta en un equipo que le permitiría emular lo conseguido en Birmingham. Era un club humilde de la categoría, sin grandes futbolistas y pocas expectativas. Con una base ya confeccionada y un estilo claro, Rowett ha heredado un importante legado de Harris, que será muy difícil cambiar. Un estilo de juego basado en la intensidad, agresividad, juego directo y The Den como un estadio temible en Championship. El entrenador inglés debutaba este sábado y el rival era el Stoke, frente a Nathan Jones, el hombre que lo sustituyó en los Potters. La etapa de este técnico ha comenzado mejor de la manera: venciendo por 2-0 a un rival directo, estrenándose en casa con victoria y dejando la puerta a cero. El Millwall le ha dado una oportunidad a Rowett para reconciliarse con la categoría. Veremos si la aprovecha el de Bromsgrove.
La relación entre Chey Dunkley, el Wigan y Paul Cook
Al ver Wigan en el título, uno piensa que volverá a surgir hablar de cómo el equipo del DW Stadium es posiblemente el peor visitante de la English Football. Pero no. Hoy toca hablar de una buena noticia para el conjunto de Paul Cook. O no tan buena, depende de por dónde se mire.
Cheyenne Dunkley es una de las sensaciones de lo que llevamos de Championship. Tras su paso por el Oxford United, el central inglés lleva siendo 3 años siendo fijo en los planes de Paul Cook tanto en el ascenso a League One en 2018 como la permanencia en Championship en 2019. Nuestro protagonista fue nombrado mejor jugador del mes de septiembre, un premio muy merecido por su rendimiento. El central de Wolverhampton es el máximo goleador de su equipo esta temporada con cinco tantos, un dato que no habla demasiado bien de Kieffer Moore y Joe Garner (los delanteros del Wigan) ni de la faceta ofensiva del conjunto de Cook en general.
Dunkley vive un periodo de maduración por el cual se está consolidando en la segunda categoría del fútbol inglés. El ex de Oxford United y Crewe Alexandra es un defensa muy expeditivo en el corte, potente en el cuerpeo y, sobre todo, una auténtica bestia en el balón parado. Esta última faceta la domina a la perfección, tanto que los cinco goles han venido procedentes de saques de esquina, jugandas en las que los Latics buscan siempre a su número ‘22’. Independientemente del rendimiento de su equipo, Dunkley está dando un rendimiento por encima de lo esperado. Este fin de semana anotó dos goles frente al Bristol City que valieron para que su equipo sumase un valioso punto. Tal y como apuntábamos con Bowen… ¿Está llamando a jugar en Premier League? Todo dependerá de la regularidad de su rendimiento.
