Brighton & Hove Albion 1-Newcastle United 2
El partido de mayor calibre en lo que llevamos de temporada ya es historia. Se enfrentaban primer y segundo clasificado, y ganó el segundo para adelantar al primero en un dramático giro del guion en la recta final de la batalla. Porque el Brighton llevó a cabo una actuación que debió suponer la victoria. Sin embargo, sucumbió, siendo remontado por aquellos a los que había anulado durante casi toda la contienda. Una contienda a la que a los locales salieron rampantes. Desplegaron desde el pistoletazo de salida una ferocidad que superó por completo al Newcastle y que fue coronada con el primer gol de la noche. Las acometidas se sucedieron hasta que el central irlandés Ciaran Clark cometió penalti sobre el máximo goleador rival, Glenn Murray. Y consiguiendo su recompensa el Brighton con la transformación del mismo, entró en escena la siguiente fase de su plan y esa fue la de conceder a partir de ahí la iniciativa a los pupilos de Rafa Benítez.
A veces optan por hacerlo desde el principio, pero en esta ocasión quisieron a ir a la yugular del rival y una vez obtenido lo que querían, pasar a centrarse en aquello que hacen tan sumamente bien: dominar los partidos sin la posesión del balón, a base de defender como nadie es capaz en la competición. El Newcastle había optado por jugar con su habitual extremo izquierdo Yoan Gouffran en punta y Matt Ritchie y Christian Atsu en los costados, buscando atacantes más escurridizos antes que al prototípico delantero de área para chocar con los centrales locales Shane Duffy y Lewis Dunk. Pero no funcionó. Al regreso de vestuarios, tras irse a los mismos habiendo efectuado una parada clave a Atsu, el Brighton de nuevo salió con una fuerza imponente y el Newcastle, a través de su lateral zurdo Paul Dummett, se vio obligado a despejar un balón sobre la línea antes de cumplirse un minuto del segundo tiempo. Las “gaviotas” continuaron picando, incomodando a las “urracas” pero sin lograr ese segundo tanto, que hubiese sido clave.
Poco a poco pasaron a lo mismo que en la primera parte pero con un Newcastle menos capaz todavía de generar cualquier tipo de tracción en el último tercio del campo. Y cuando el Brighton, puede que el equipo que más peligro transmite cuando ataca de toda la liga, empezó a intimidar de manera más pronunciada aún al contraataque, llegó el golpe fatídico. Gracias a Daryl Murphy, el delantero clásico que Benítez sacó del banquillo, el Newcastle logró un córner y de él surgió el empate. Un gol alucinante de Mohamed Diamé que cambió el transcurso de la velada. Un gol que supuso una impresionante inyección de adrenalina para ellos y que minutos después llevó al gol de la victoria, obra de Ayoze Pérez en una muestra de la enorme calidad que atesoran tanto él como el resto de jugadores del equipo, en concreto en la acción del segundo gol Ritchie, Atsu y él. Quedaban unos minutos para empatar, pero el Brighton había perdido. Los dos goles en contra se llevaron su finura y su brillantez para dar una posible réplica. Había sido el mejor durante los primeros 80 minutos, pero entonces la victoria se escapó por un gol que desafió a la lógica y con un Newcastle un poquito más eficaz y por lo tanto justo vencedor.
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Resto de la jornada
En los otros dos partidos que se disputaron en esta jornada intersemanal conformada por encuentros aplazados de fechas anteriores, el Blackburn Rovers cosechó un triunfo de oro en sus aspiraciones para salir del descenso frente a un Derby County completamente a la deriva. La pegada del Derby esta temporada ha sido lamentable y en Blackburn pareció darse lugar la confirmación de que va a ser otro año de decepción para ellos, mientras que los Rovers vencieron (1-0) gracias a un gol de probablemente su mejor jugador, el extremo izquierdo Craig Conway, para tratar de escapar de la quema, quedándose ahora empatados a puntos con quien marca la salvación: el Bristol City. Un Bristol City que es incapaz de revertir su mala dinámica. En esta oportunidad por lo menos no desperdició ninguna ventaja. Sin embargo, no fue consuelo alguno en campo de un Aston Villa que logró el pasado sábado su primera victoria de 2017 y cuatro días después su segunda. Empezó no obstante Bailey Wright enviando un remate al larguero para el Bristol antes de que los “villanos” hiciesen lo propio por partida doble. Finalmente éstos acabaron plasmando su calidad en algo tangible con dos asistencias de Albert Adomah en un plazo de cinco minutos en la segunda parte que desembocaron en goles (2-0) de Jonathan Kodjia, ante el equipo con el que empezó la temporada, y de su fichaje estrella del invierno, Conor Hourihane. El Bristol se hunde, el Villa reflota.
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