Birmingham City 1-Leeds United 3
El Birmingham City, intentando jugar a un estilo abierto y de mucho toque, recuerda a cuando en el Liverpool pretendieron reemplazar a Luís Suárez con Mario Balotelli. Era adorable verles intentarlo, pero al final sabíamos que era un deseo un tanto osado, por decirlo suavemente. La caída con Giafranco Zola ha sido dura, ahora nueve puntos por encima del descenso. Un equipo aguerrido y que estaba dando lo mejor de sí mismo con Gary Rowett y que bajo las órdenes del italiano, que apuesta por unas características de juego mucho más vistosas, lo intentan pero les faltan mimbres. Al Leeds salieron a dominarles, viendo sin embargo cómo éstos a los 14 minutos de juego les metían el primer gol en contra. En una nueva demostración del colosal momento de forma del ariete neozelandés Chris Wood. Aunque bien es cierto, en favor del Birmingham City, que lograron maniatar paulatinamente al conjunto visitante. A pesar de sus carencias demostraron estar mejorando semana a semana a la hora de dominar la posesión en los partidos y en su capacidad para arrinconar al rival. Se instalaron en campo contrario y generaron infinidad de ocasiones de gol, llegando a empatar gracias a un zapatazo de Craig Gardner, en la que se estaba convirtiendo en una de las mejores actuaciones con Zola. Hasta que, sin embargo, el Leeds expuso por completo las debilidades locales, principalmente la transición defensiva al estar tan expuestos, para alzarse con el triunfo mediante otro gol de Wood y uno del prometedor talento español Alfonso Pedraza.
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Blackburn Rovers 1-Wigan Athletic 0
Era el duelo dramático por la salvación entre antepenúltimo y penúltimo, que además era un derbi de la zona. Se midieron en la segunda jornada, dando el Blackburn probablemente su peor versión de toda la temporada y, en cambio, el Wigan dando la mejor. Mucho ha cambiado desde entonces, empezando por ambos entrenadores. Los segundos lo cambiaron en noviembre y siguen sin ver los frutos de su apuesta por Warren Joyce. Un Warren Joyce, el pobre, que mucho tampoco se presume que pudo ver de este partido. Sometido a una operación en su ojo derecho, con un parche de plástico transparente estuvo presente en el palco en contra de las recomendaciones médicas. Y fue imposible no pensar en que aquella estampa, con el parche, no era más que una metáfora de la catastrófica visión de cara a puerta que ha tenido durante toda la temporada el Wigan. Algo que volvió a ser definitorio. Por su parte los Rovers poco a poco parecían revivir con Owen Coyle y desde su despido hace dos semanas, y el nombramiento de Tony Mowbray, siguen con las buenas sensaciones. En ocasiones blandos como la mantequilla, la defensa local sí que cumplió frente a un ataque rival que no lo hizo. Han fichado al máximo goleador de cuarta división, Omar Bogle, y los problemas continúan igual de pronunciados. El resto del equipo no acompaña ofensivamente y su retaguardia, lo más solvente que tienen, falló cuando más se les necesitaba. Con Mowbray (entrenador del Boro de la época) observando desde el banquillo, se produjo una conexión de lo más “Middlesbrough temporada 2012-2013”, con Jason Steele encontrando a un Marvin Emnes que firmó una fabulosa recepción para cabalgar acto seguido hacia el arco rival y dar con el premio: un triunfo que les saca del descenso.
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Huddersfield Town 1-Newcastle United 3
Huddersfield era la segunda parada del terrorífico recorrido que estaba obligado a hacer el Newcastle. Brighton, Huddersfield y Reading. Visitar a primero, tercero y quinto uno detrás de otro en un plazo de siete días. Sin embargo, han logrado saldar dos tercios de él con dos victorias. Habiendo perdido contra el Huddersfield en la segunda jornada de liga, era el momento del Newcastle para vengar su derrota. Y no tardaron en dar con el primer gol. 10 minutos habían transcurrido del encuentro y el delantero centro rival, Nahki Wells, cometió un penalti sobre un Matt Ritchie que no falló y empezó a encarrilar lo que sería una más que formidable actuación del conjunto norteño. Con un tanto ya en su casillero, no tuvieron menor inconveniente en dejar al Huddersfield probar suerte con el amplio dominio de la pelota. Pero el Newcastle volvió a encontrar la forma de despedazar a la defensa local cuando llegó a los metros finales. Daryl Murphy persiguió el esférico con ahínco y logró arrebatárselo a un Danny Ward, guardameta cedido por el Liverpool, que no lo atrapó totalmente para marcar Murphy colándole el disparo por debajo de las piernas. Ward se tuvo que retirar acto seguido con molestias. La segunda parte pasó a ser un completo monólogo del Huddersfield, que trató de todas las maneras posibles hacer sucumbir a la defensa rival, pero ésta exhibió el sello de calidad de Benítez e igualaron los niveles de intensidad locales para defender pero al mismo tiempo sin apenas sufrir. Un torpe penalti de Jonjo Shelvey, transformado por el magnífico centrocampista australiano propiedad del Manchester City, Aaron Mooy, les dio vida. Pero, aprovechándose de la defectuosa subida a rematar un córner del portero Joel Coleman, Dwight Gayle se la volvió a quitar.
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Resto de la jornada
Desde que Carlos Carvalhal desembarcó en el Sheffield Wednesday en verano de 2015, el equipo no había encadenado dos derrotas consecutivas. Por ello y porque se medían a un Norwich dando tumbos y que sólo ha ganado un partido fuera de casa desde octubre, se antojaba una tarde relativamente plácida para los “búhos” ante los “canarios”. Los segundos empezaron con un horrible despeje de su portero John Ruddy que dio pie a la apertura de la lata, cortesía de Ross Wallace. No hubo vuelta atrás. Se dio lugar un vendaval local que acabó arrasando (5-1) a los visitantes, que cuando parecían encauzar su temporada vuelven a hundirse de la manera más violenta. Aunque lejos de hacerlo con la misma contundencia, el Reading también fortaleció su estatus dentro de los puestos del play-off de ascenso. Se anularon mutuamente contra el Wolverhampton, marcando cada uno antes de que el central irlandés Paul McShane dictase sentencia (2-1) a favor de los Royals en detrimento de unos Wolves que suman así seis derrotas seguidas, entre todas las competiciones, por primera vez desde 2012, en la Premier League. Y están al filo de un descenso que ahora marca el Bristol City. Sextos en octubre, una campaña que pintaba a soñada se ha transformado en una pesadilla. Frente al Burton Albion, también metido en la pelea, vivieron un duelo trascendental en el que ambos conjuntos se decidieron a competir por ver quién fallaba la ocasión más clara. Mandando un balón al larguero, después viendo cómo les anulaban muy rigurosamente un gol a favor y desperdiciando un penalti en el tramo final (0-0) fue en Bristol donde quedó el peor sabor de boca. Hace tres jornadas el Aston Villa no había ganado en 2017 y los niveles de estrés se habían disparado. Sin embargo, ha terminado imponiéndose la cordura en relación a la plantilla disponible y a los resultados cosechados. Cumplieron en el feudo del colista y desahuciado Rotherham con dos goles (0-2) para sumar, ojo al dato, tres victorias consecutivas por primera vez desde 2010, con Martin O’Neill al cargo. Muchas veces la mediocridad está subestimada; Ipswich y Brentford no van a pelear este año por subir, algo que ha hecho especial mella entre los aficionados de los primeros, sobre todo. Quieren más. Algo que surge con facilidad cuando llevas sin sufrir por bajar de categoría desde que Mick McCarthy tomó las riendas del equipo. Fue mejor el Brentford, como su mayor calidad indica que debería ser. Sin embargo, el Ipswich sacó uno de esos puntos trabajados (1-1), que cuando no peleas por evitar el descenso no se aprecian, justificadamente o no. Celebrando el Queens Park Ragners 50 años de su título de Copa de la Liga (su único título), disfrutaban de la visita de un viejo conocido: Neil Warnock. Desde que llegó por primera vez al banquillo del QPR en 2010, ésta era la primera vez que acudía a Loftus Road al frente de otro equipo, en este caso el Cardiff City, que se adelantó. No obstante, no pudieron certificar el resultado y fueron remontados (2-1) por unos Hoops tratando de mejorar sensaciones. Quien también buscaba hacerlo era el Derby County, con la remota esperanza de posicionarse todavía para un último intento de alcanzar el play-off. Contra un Barnsley disfrutando de su magnífica temporada, cayeron por detrás ante un gol de Matty James. Aunque dos minutos después Tom Ince empató y quien le asistió, David Nugent, completó (2-1) el acto de darle la vuelta a la tortilla. Quien, en cambio, no se está aferrando a un clavo ardiendo de última hora es el Fulham, la gran por no decir única amenaza a romper el cuarteto de equipos establecidos en el play-off. Recibiendo a un Preston siempre peleón y queriendo mejorar su ya de por sí excelente temporada, el Fulham logró imponer su mayor calidad. A través de su vistoso ataque desmantelaron a sus oponentes, marcando tres integrantes diferentes de su ofensiva en la consecución (3-1) de los tres puntos. En Nottingham, por su parte, el Brighton completó su semana negra. En el minuto 80 el martes contra el Newcastle iba ganando. Perdió y ante el Forest lo volvió a hacer. Volvió a hacerlo por poco. Hubo polémica, con un gol anulando a favor y uno no anulado en contra. Volcados tratando de empatar, el Forest logró que pareciese peor de lo que fue alzándose (3-0) con un prestigioso triunfo que les acerca a la salvación.
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