Ander Iturralde

Championship después del mercado invernal y a 14 jornadas del final

Ha venido y se ha ido el mercado de fichajes. En la segunda división inglesa, el oleaje ha sido notorio, aunque al mismo tiempo todas las rocas siguen en el mismo sitio. Encaramos las 14 últimas jornadas y el Wolverhampton sigue siendo el que tiene la orilla más cerca.

Es difícil en ocasiones distinguir el efecto real de un mercado de traspasos, más todavía cuando termina con uno de los mejores Deadline Days en un tiempo, me atrevería a decir. La locura, los cambios de guion, la diversión. Nos encanta. Pero es ahora cuando nos sumergimos en los efectos reales. En el mercado y los días posteriores han tenido lugar muchas reafirmaciones, como que el Wolverhampton no va a ningún sitio que no sea la Premier League, como que el Sunderland no va ningún lugar bueno o como que la batalla por quién acompañará al Wolverhampton va a ser tan entretenida como siempre. Luego está esa bola de pinball llamada Nottingham Forest que nadie tiene ni idea de hacia dónde va a salir disparada. Aunque los primeros indicios no son buenos. Porque claro, ¿quién no cambia a media plantilla no en un mes, sino prácticamente en el último día de dicho mes? Tony Pulis, por su parte, llegó a Middlesbrough tras Navidad diciendo que aquí sobraba gente a punta pala y al final de enero había largado a cinco jugadores de los cuales tres habían llegado al club tan sólo el pasado verano por un valor de 20 millones de libras.

Descenso

No sabemos si echar a medio equipo e incorporar a cambio a otro medio es la solución a algo, pero lo que está claro es que tal medida sólo llega en sitios un tanto desesperados. En sitios en los que exigían un rumbo y dirección que el transcurso de la temporada no les ha concedido. A quienes sí, evidentemente, no les surgió la necesidad de volar nada por los aires. Sutiles movimientos, insistiendo en que la clave está en los pequeños detalles. Luego está lo del Sunderland, maldecido por sus propios errores y que no es capaz ni de subir la escalera que tiene para salir del hoyo en el que sigue metido. Solamente un equipo, uno de los más modestos que jamás ha visto la segunda división, no mira al Sunderland por encima del hombro. Tintes circenses guiaron el mercado de un club que sólo quería quitarse de encima a Jack Rodwell y sus 70.000 libras de sueldo a la semana, y que ni siquiera eso pudo. Ni echar a jugadores pueden. Sí que tuvieron la oportunidad con una propuesta de cesión, pero el bueno de Jack no estaba por la labor.

A pesar de que Chris Coleman llegó con el entusiasmo de quien un año atrás llevó a Gales a las semifinales de una Eurocopa, la toxicidad del Sunderland todo lo consume. Otro sueldo inasumible (más todavía en tercera división) sí pudo ser exportado como fue el de Didier Ndong. Otra pregunta es: ¿qué hace el Watford, pese a que Ndong es un futbolista aprovechable, fichando a un jugador del penúltimo equipo de segunda? Todo esto por no hablar de la marcha del máximo goleador (Lewis Grabban) del Sunderland al Aston Villa. A cambio de un portero esperan que mínimamente competente (a diferencia de lo que tenían) como Lee Camp, un extremo interminente por costumbre como Kazenga LuaLua y tres jóvenes (Jake Clarke-Salter del Chelsea, Ovie Ejaria del Liverpool y Ashley Fletcher del Middlesbrough) que buscan en el Sunderland una catapulta y no un sofá en el que sentarse junto a Rodwell. Su dueño, Ellis Short, decía con cierta razón (esto no es ironía aunque lo pueda parecer) que deberían ser el séptimo club del país, pero para no pasar a jugar en la división que aúna a todos los equipos entre el 45º y el 69º puesto del fútbol inglés, el esfuerzo, como mínimo, deberá ser intachable. De momento, sin embargo, los resultados no mejoran.


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Chris Coleman, entrenador del Sunderland (Nigel Roddis/Getty Images).


Acabar por delante del Burton Albion no será suficiente. Porque el Burton también ha movido ficha. Hasta donde pudo, pero lo ha hecho. Irónicamente, adquiriendo la cesión de un exgoleador del Sunderland: Darren Bent. Seguro que más de uno le tendría la pista perdida porque ni el banquillo estaba ocupando en el Derby County. Era lo que había: 32 años de delantero que un día fue bastante más que esto. Como bastante más que esto fue el Bolton hace menos de una década. Ahora otro candidato al descenso a tercera; un día de 2008, rival del Bayern de Múnich en el Allianz Arena en la Copa de la UEFA. Por culpa del Cardiff City, que no sólo le ha dado un portero al Sunderland sino que le ha quitado su máximo goleador al Bolton: Gary Madine. Sobre el papel, es como conducir con una rueda pinchada y que se te pinchen las otras tres. Son los antecedentes más recientes (y menos recientes también en el caso del Sunderland), los que invitan a pensar en estos tres como los más firmes candidatos a descender. Aunque la pinta de Birmingham City (llamativamente sin un sólo fichaje invernal), Hull City y Barnsley no es mucho mejor y se augura una aguerrida batalla hasta el final.

Mitad de tabla

Quienes llegaban a la playa con todas las intenciones de convertirse en sus reyes fueron, entre otros, Reading, Nottingham Forest y Sheffield Wednesday. Pero al llegar a la arena, se dieron cuenta de que se habían olvidado sus respectivos bañadores. Pese a cambiar de entrenador, con media plantilla lesionada y la otra media decepcionando en su rendimiento, el Wednesday no parece tener recursos para un impulso en lo que nos queda. Del QPR ni hablamos. Por su parte, Reading y Forest tampoco. Al darse cuenta de que se habían olvidado su bañador, fueron a la tienda más cercana a intetar comprar uno. Veían los bañadores desde lejos, pero al acercarse se dieron cuenta de que ninguno era de su talla. En resumen, los jugadores fichados eran la ilusión de que podían arreglar sus resultados esta temporada. Y que no quedasen de su talla significa que era sólo eso: una ilusión. El Reading el año pasado terminó tercero con un equipo (básicamente el mismo que este) que siempre parecía a punto de caerse. Este año siempre siempre han parecido estar a punto de levantarse. Llegaron un defensa (Tommy Elphick) y un delantero para mejorar ambas facetas. Cedido por el Derby County, el delantero es Chris Martin, que como el cantante de Coldplay, llega a Reading posiblemente pensando: «(I will try to) Fix You».

El Nottingham Forest come aparte. Se lo ha ganado después de fichar a seis (¡¡¡seis!!!) jugadores no sólo en Deadline Day sino entre la hora del té y medianoche en Deadline Day. El Forest fichó a (tomamos aire): Costel Pantilimon, Jack Colback, Adlene Guedioura, Joe Lolley, Ashkan Dejagah y Lee Tomlin. Un total de siete entradas (más Ben Watson, Juan Rafael Fuentes y Stefanos Kapino después de cerrarse el mercado al estar libres) y siete salidas en el mercado. Tiene que ser algún tipo de récord fichar seis jugadores en Deadline Day. Pero si no lo ha hecho nadie antes quizás sea por algo. Un equipo a la deriva, pero en teoría lejos del peligro y que ahora ha transformado a su plantilla en algo que no tenemos del todo claro lo que es. Por ahora, nada productivo. No es el caso del Millwall. Un equipo con sus defectos, pero alejado del pozo y con un claro plan de ruta. Harry Toffolo, Jason Shackell, Ben Marshall y Tim Cahill, sus fichajes invernales, no podrían ser más inherentemente «jugadores Millwall», sobre todo Cahill, volviendo al equipo en el que empezó como profesional hace ya veinte años. Luego están los (sand)wiches, Ipswich y Norwich, atrapados entre la rebadanada de pan del descenso y el ascenso. Mejor situados que todos los otros ya mencionados pero da la impresión de que sin lo suficiente para algo mayor al final del día.


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Aficionados del Leeds durante el partido ante el Millwall (Nathan Stirk/Getty Images).


Play-off

Por encima de ellos, aunque empatados a puntos, están Leeds y Brentford. Después Middlesbrough, Sheffield United y Preston. Una lucha abierta por hacerse con una plaza de play-offs, sobre todo viendo la dináminca descendente del Bristol City. Aunque los patinazos no terminan de disiparse para ninguno de los otros candidatos. Sobre todo en el caso de Brentford, Leeds y Middlesbrough; Sheffield United y Preston ya tiene mérito que estén ahí. Brentford y Fulham, cuando ambos estaban más abajo y a la misma altura, les veía serios candidatos a juntar rachas irrefrenables que les lanzasen al play-off. Dos equipos de la misma zona de Londres y que juegan un fútbol bastante abierto y ofensivo. El Fulham ya lo ha hecho, ya ha llegado con una racha imparable. Porque tiene mejores jugadores (a los que se ha sumado el inconfundible Aleksandar Mitrovic, cedido del Newcastle, para reforzar su mayor flaqueza: la punta de la lanza) y puede que mejor entrenador. El Brentford en cambio no tiene defensa para todo lo que desperdicia (17,5 disparos por partido, casi tres y medio más que el segundo -el propio Fulham- habiendo seis equipos que han metido más goles). El Leeds ha ido a rachas todo el rato, y una reciente desastrosa, le ha enseñado la puerta al técnico hispano-danés Thomas Christiansen. Un equipo con presencia, físico, con jugadores desequilibrantes en tres cuartos pero también, como se ha podido ver, con lagunas. Su nuevo entrenador, el prometedor Paul Heckingbottom, llega desde el Barnsley buscando dar un golpe de efecto.

El Bristol City es un misterio en cuanto a la dirección que pueden sostener post-proeza copera, que casi llegó aún más lejos cuando le plantó cara hasta al Manchester City a ida y vuelta en las semifinales de la Copa de la Liga. Una valoración equilibrada y sosegada del equipo probablemente nos lleve a encontrarnos a un candidato en la lucha por terminar entre los seis primeros y ya. El Sheffield United no termina de dar la impesión de tener las piezas suficientes para mantener el acelerador pegado al suelo, mientras que el Preston no depende tanto de un juego de vendavales e inercias. Después de echar el hormigón en las últimas dos temporadas, ha sido un involuntario cambio de entrenador (Simon Grayson se fue al Sunderland; le sustituyó Alex Neil) lo que les ha levantado a otro nivel pese a seguir contando con uno de los presupuestos más modestos de la competición. El Cardiff City, por su parte, tenía un algo que le convirtió en lider de la liga y todavía en una de las grandes revelaciones de la misma. Su inferior calidad, en comparación con sus rivales, ha sido compensada por el mapa del tesoro que siete ascensos como entrenador han otorgado a Neil Warnock. Jugadores como el ya mencionado Gary Madine o el joven medio centro serbio del Liverpool, Marko Grujic, parecen significar poco a poco en Gales el comienzo de un impulso para el tramo final de liga.

Ascenso

A pesar de la irrupción hacia la cima de Fulham y Cardiff, que prometen dar que hablar, Derby County, Aston Villa y Wolverhampton Wanderers en semanas recientes han dado la sensación de estar uno y tres peldaños, respectivamente, por encima. Al principio de temporada y ahora también, el equipo con más presión de entre estos tres, y fácilmente de toda la liga, es el Aston Villa. Wolverhampton y Derby estaban más o menos a la par en ese aspecto, aunque el primero tiene ya un colchón de puntos como lider que todo lo suaviza. El Villa ha ido navegando en la temporada, capeando los temporales en forma de lesiones (la de John Terry la más significativa, aunque ya está recuperado). Es el tercer equipo más veterano de la liga, superando casi todas sus estrellas los 27 años de edad. Añadiendo a Lewis Grabban (experimentado delantero y con 12 goles ya esta temporada en segunda) y a Axel Tuanzebe, un versátil defensor cedido por el Manchester United, con Steve Bruce en el banquillo, salvando alguna lesión más, el objetivo del equipo es claro: ascender directos. No por ser claro será más fácil.

Fulham y Cardiff aparte, en el Derby County, el equipo más veterano de la competición, tendrán a un duro rival. Uno de los más brillantes entrenadores ingleses de la actualidad, Gary Rowett, ha dado dirección a un club que jamás supo encontrarla por sí mismo. Sus transacciones invernales se reducen a descagar de la plantilla a siete jugadores (seis de ellos cedidos) e incorporar a dos jugadores (Kasey Palmer y Cameron Jerome) que saben lo que es ascender a la Premier League en años recientes. La confianza en sí mismos es plena en Derby. Y mientras que la lucha por esa segunda posición de ascenso promete emoción a raudales, la primera es del Wolverhampton. Ellos no necesitan de experiencia porque Jorge Mendes les ha dado una fuente de talento inacabable con Rubén Neves, Diogo Jota y Leo Bonatini, entre otros. Ya iban sobrados y han añadido a Rafa Mir del Valencia y a Benik Afobe del Bournemouth. Aquí mandan los chicos de Wolverhampton. La playa es completamente suya.


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Fin de trayecto… (Matt Cardy/Getty Images).

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Ander Iturralde