Aaron Cabado

Cinco cosas que podrían pasar este fin de semana

La visita del Manchester City a White Hart Lane es el enfrentamiento más sugestivo de la séptima jornada de competición, con una horda de equipos esperando que un pinchazo de los Sky Blues comprima la clasificación. La Premier League avanza y se van dirimiendo qué clubes conformarán cada una de las zonas de la tabla.

1. Batalla entre invictos

El flamante líder de la Premier, el Manchester City de Pep Guardiola, visita al Tottenham de Mauricio Pochettino. Los caminos del catalán y el argentino vuelven a cruzarse después de haber sido rivales conciudadanos en sus respectivas etapas en el Barcelona y Espanyol, tanto en el terreno de juego como en los banquillos. Los Sky Blues y los Spurs son los dos únicos equipos ingleses que todavía no conocen la derrota en el campeonato doméstico, y ambos buscarán perpetuar dicha dinámica una semana más. Se espera, por tanto, un encuentro complicado para el líder, que ya cedió un empate el miércoles en Celtic Park. En su visita más reciente a White Hart Lane —precisamente en la séptima jornada de la temporada pasada—, el Tottenham endosó al City un deshonroso 4-1. Los londinenses, actualmente a cuatro puntos de su rival del domingo, se han situado segundos en la tabla, obstinados en demostrar que la pretensión del ‘proyecto Spurs’ pasa por asentarse en la élite del fútbol inglés. Su fiabilidad defensiva y el excelso estado de forma de Son Heung-Min son dos de sus mejores argumentos para tratar de derrotar al equipo de Pep Guardiola y propiciar que se apriete la tabla.

2. Un partido para románticos

Cuando te sientas triste y desdichado, piensa que habrá varias decenas de miles de personas que tendrán que soportar este fin de semana un partido entre el Sunderland y el West Bromwich Albion. David Moyes y Tony Pulis se ataviarán con sus capas de héroes anónimos y pondrán todo de su parte para impedir que haya sobresaltos, a fin de evitar que algún aficionado pueda verse importunado por un infarto en pleno partido. Los Blacks Cats y los Baggies son dos de los equipos con menor porcentaje de posesión del esférico de la competición, pero la situación de ambos es meridianamente diferente: si bien el West Brom sabe aprovechar sus virtudes y convertirlas en puntos, el Sunderland es un caos convertido en entidad futbolística. La buena noticia para los norteños es que la vuelta de Sam Allardyce al mercado de técnicos abre la posibilidad de que, de algún modo, puedan evitar el descenso a Championship. Aunque quizás para eso también haga falta un futbolista que eche un cable a Jermain Defoe en tareas anotadoras, ya que el delantero inglés ha marcado el ochenta por ciento de los goles del Sunderland en Premier League.

3. ¿La última bala de Slaven?

Tres, cuatro, cuatro y tres. Esas cifras indican el número de goles encajados por el West Ham en las cuatro últimas jornadas. Si tu rival perfora tu portería tamaña cantidad de veces, conseguir una victoria se convierte en una tarea un tanto compleja. Y no parece que realizar cambios en la zaga semana sí y semana también —cinco líneas defensivas diferentes en seis jornadas— sea lo más propicio para dotar de estabilidad al equipo. No obstante, como el West Ham no empiece a sumar puntos, a Slaven Bilic se la va a esfumar la posibilidad de continuar haciendo probaturas. En casa y ante un Middlesbrough que suma tres derrotas consecutivas, los Hammers están obligados a vencer. Para ello, probablemente, todos los jugadores del equipo londinense deban mejorar las prestaciones mostradas en lo que va de campaña, a excepción de Michail Antonio. Además de dejar de ser extremadamente concesivos en defensa, recuperar a Dimitri Payet y su capacidad para decantar partidos sería un buen comienzo. Por último, también sería de recibo que las estadísticas de Simone Zaza presentasen más goles marcados que tarjetas amarillas recibidas.

4. Arsenal y Liverpool quieren ser protagonistas

La expectación creada en el período estival por los renovados equipos de Mánchester había enviado al Arsenal y al Liverpool en un segundo plano. No obstante, un notable inicio de campaña por parte de ambos les ha ubicado en posiciones de Champions League tras seis jornadas disputadas. A pesar del escepticismo inicial —y comprensible, teniendo en cuenta los ejemplos más recientes— ante la idea de que puedan jugar un rol importante en esta Premier League, los dos pasan por una racha positiva: cuatro y tres victorias consecutivas, respectivamente. Arsenal y Liverpool han sido dos de los equipos que más espectáculo han ofrecido en este primer tramo de la temporada partiendo de la premisa de tener el esférico, aunque las diferencias entre ambos son evidentes, pues el conjunto de Arsène Wenger busca el dominio territorial y la combinación milimétrica mientras que el de Jurgen Klopp tiene predilección por el dinamismo y el vértigo. El buen estado de forma de ambos clubes es palpable, aunque también comparten una característica común: su tendencia a dejarse puntos ante rivales teóricamente inferiores. En esta jornada, tanto el Arsenal como el Liverpool tienen dos salidas engañosas: los Gunners jugarán en Turf Moor frente al Burnley, mientras que los Reds harán lo propio en el Liberty Stadium galés enfrentándose al Swansea.

5. Poner freno a la decepción

El contundente correctivo que sufrió el Chelsea en el Emirates hizo bastante daño en el seno del conjunto Blue. Tras comenzar bien la temporada y postularse como el principal candidato a evitar que la Premier League fuese un duelo entre los equipos de Mánchester, los de Antonio Conte encadenan ahora tres partidos sin conocer la victoria. Los presagios que se conformaron en la derrota ante el Liverpool se verificaron en el derbi ante los pupilos de Arsène Wenger: los problemas del Chelsea son fundamentalmente estructurales. La defensa necesita una renovación que no ha acontecido, el centro del campo naufraga con la facilidad de un barco de papel y las estrellas del equipo se han dejado la inspiración en la temporada 2014-15. Ni siquiera el consabido buen trabajo táctico de Conte ha dado los frutos previstos. Lo que sí parece claro es que el Chelsea necesita revertir la situación, pues, en un año en el que no disputan competiciones europeas, clasificarse para la Champions League es el mínimo exigible. Los londinenses visitan esta semana el estadio del Hull City, ocasión propicia para poner fin a la dinámica negativa en la que se encuentra sumido el equipo.

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