Una Premier en 90 minutos
Aunque el final de la competición todavía no se puede atisbar en el horizonte, el derbi de Mánchester de este fin de semana se antoja crucial para el devenir de la Premier League. Old Trafford acoge un enfrentamiento en el que los locales buscarán reducir a cinco puntos la distancia con sus rivales conciudadanos, lo que dejaría abierta la lucha por el campeonato, mientras que una victoria de los Sky Blues ampliaría la diferencia hasta unos insalvables once puntos. La fortaleza de los de José Mourinho en su feudo (siete partidos, siete victorias) y las dudas dejadas por el City en sus últimos partidos permiten que los Red Devils sean optimistas con respecto a sus posibilidades de dar un golpe de efecto, si bien la expulsión de Pogba en el Emirates supone una ausencia de capital importancia en el esquema del técnico de Setúbal, que tendrá que sacarse de la manga alguna de sus características variantes tácticas para hacer frente al omnipotente centro del campo de los citizens, que amenazan con decantar la Premier antes de la conclusión del año.
El viento sopla a favor en el Mersey
Tanto el Liverpool como el Everton (más estos que aquellos) han pasado por momentos complicados durante los casi cuatro meses que han transcurrido de competición, pero actualmente ambos clubes se encuentran al alza: los Reds han sumado 16 puntos de los últimos 18 y los Toffees han concatenado dos victorias seguidas para situarse en un puesto cómodo en la zona media de la tabla. Así, se espera un derbi de Merseyside disputado, frenético e intenso. El favoritismo recae sobre el Liverpool, que parece haber encontrado su mejor versión de la mano de un Coutinho excelso y bien acompañado por una plétora de futbolistas dinámicos y desequilibrantes. Además, el rendimiento defensivo del equipo mejora exponencialmente en Anfield, donde solo ha encajado dos tantos en Premier. Sin embargo, en el banquillo rival está sentado Sam Allardyce, un entrenador que sería capaz de hacer competitivos a un grupo de monos con mocasines, así que probablemente halle el modo de frenar el caudaloso talento de los Reds y llevar el partido a su terreno.
Reencuentro en la élite
Huddersfield y Brighton iniciaban la temporada con la etiqueta de candidatos claros al descenso: ambos recién ascendidos, poco habituales en la máxima categoría y con plantillas conformadas por pocos jugadores con experiencia en Premier League. Sin embargo, cada uno a su modo, realizaron un buen inicio que les permitió alejarse de las posiciones de peligro. Este fin de semana, Terriers y Seagulls se reencuentran en un partido que supone, para ambos, la oportunidad de seguir sumando. Especialmente importante resulta para los de David Wagner, que cuentan por derrotas sus cuatro últimos choques, y que en algunos de ellos han transmitido una sensación de extrema incapacidad. Los de Chris Hughton también llevan más de un mes sin vencer, pero en este período han logrado un par de empates que les han permitido no quedarse estancados. Ambos tienen todavía mucho que remar para lograr la salvación, pero, pese a sus dinámicas actuales, los dos van por el buen camino.
El Norte de Londres se queda atrás
Arsenal y Tottenham, dos equipos con el objetivo de clasificarse para la próxima Liga de Campeones, ocupan la quinta y sexta posición de la tabla, respectivamente. Los flagrantes errores defensivos del Arsenal en el partido de la semana pasada ante el Manchester United fueron un lastre demasiado pesado que les hizo caer de las posiciones de honor, pero en líneas generales las sensaciones de los Gunners durante el último mes no han sido malas. Este domingo visitan St.Mary’s, un campo siempre complicado del que están obligados a regresar con los tres puntos si no quieren quedarse rezagados. En el caso de los Spurs, estos sí se encuentran inmersos en una crisis de juego y resultados: no vencen desde el 5 de noviembre y llevan varios partidos evidenciando una alarmante incapacidad para hacer frente a rivales replegados. El sábado, los de Pochettino reciben al Stoke City, el primero de la que será una auténtica maratón de partidos: ocho en los próximos treinta días. Si el Tottenham no se reencuentra con su versión de los dos últimos años, la hecatombe puede ser catastrófica.
Movimientos en la zona baja
Con el devenir de las jornadas nos aproximamos al ecuador de la competición, y empiezan a clarificarse los habitantes de la zona baja de la tabla, aunque evidentemente todavía queda tiempo para que algunos se recuperen y tengan un final tranquilo. El Crystal Palace, paso a paso, ha ido sumando puntos y, al menos, ya ha abandonado la posición de colista. Este fin de semana recibe al Bournemouth, que transita algunos puestos por encima, con el objetivo de acercarse más a la salvación. Otros dos clubes que se encuentran ante una jornada de especial relevancia son Swansea y West Brom, que se enfrentan en terreno galés. Los Swans, últimos, tienen un problema gravísimo de cara a portería: les cuesta horrores marcar goles. Y cuando lo hacen, como la pasada jornada, les remontan. Los Baggies, por su parte, encadenan tres empates (Pardew debutó, haciendo honor a su fútbol, con un 0-0) y siguen sin ganar desde la segunda jornada. Empatar es mejor que perder, pero en algún momento tendrán que sumar tres puntos si pretenden mantenerse en la Premier League.