Aaron Cabado

Cinco cosas que podrían pasar este fin de semana en la Premier League

Carlos Carvalhal debuta con el Swansea, el West Brom tiene una nueva oportunidad para corregir su desastrosa dinámica, Pellegrino camina sobre el alambre… Esto, y alguna cosa más, en la última jornada del año en la liga inglesa.

Lusofonía animalística

Las abejas y los cisnes son dos especies que, a priori, no guardan demasiadas similitudes, pero alguna se puede encontrar. Watford y Swansea, equipos que reciben estos apelativos, están dirigidos por entrenadores portugueses, por ejemplo. Así, el debut de Carlos Carvalhal como técnico del conjunto galés será ante un compatriota, Marco Silva. El ex entrenador del Sheffield Wednesday tiene ante sí la difícil tarea de salvar a un Swansea que es, actualmente, colista, y que ya tiene la permanencia a cinco puntos. Probablemente en enero lleve a cabo una serie de contrataciones para darle una forma reconocible a su nuevo club, pero mientras tanto tendrá que intentar arañar puntos con lo que tiene, y lo que tiene es un equipo con el mismo nivel anotador que el Middlesbrough 2016-17. Y ya sabemos dónde acabó este.

Distintas necesidades

Los dos tropiezos consecutivos del Manchester United (ante Leicester y Burnley) le han privado de una cómoda ventaja en el segundo puesto de la Premier League. Toda vez que el campeonato liguero ya está decidido, los Red Devils deben reorientar sus objetivos de la temporada. Así, parecía un escenario propicio para intentar abrir una buena distancia con respecto a sus perseguidores para, llegado el momento, poder dosificar esfuerzos y apostar por hacer un buen papel en Liga de Campeones y FA Cup. Este fin de semana, el equipo de José Mourinho recibe al Southampton sabiendo que un tercer tropiezo incrementaría el nerviosismo. En los Saints, Mauricio Pellegrino sigue en el disparadero de salida debido a la tendencia negativa del equipo, que no vence desde hace ocho jornadas. La cuantiosa cifra obtenida por el traspaso de Virgil van Dijk al Liverpool permitirá a los sureños abordar alguna que otra incorporación para revertir la situación, pero quizás en ese momento el argentino ya no sea quien se siente en su banquillo.   

Incapacidad de reacción

El West Brom es el clásico equipo que siempre se salva, pero no soy capaz de imaginarme cómo se las van a arreglar para hacerlo este año. No es la primera vez que digo lo siguiente en estas previas semanales, pero es que el calendario avanza y la realidad sigue siendo la misma: los Baggies no ganan desde agosto. Si no vencen al Arsenal este fin de semana, cumplirán toda una vuelta sin sumar tres puntos. La destitución de Tony Pulis para entregarle las riendas a Alan Pardew no ha provocado efecto alguno en el devenir del club, pues el bagaje desde la llegada del técnico londinense es de tres empates (los tres por 0-0) y tres derrotas. De este modo, se prevé movimiento en las oficinas de The Hawthorns en este mercado de invierno. De lo contrario, parece difícil pensar que el West Brom pueda alcanzar su novena temporada consecutiva en la Premier League.

Dos modestos entre la élite

Huddersfield y Burnley son, actualmente, dos clubes modestos que viven una época próspera, pero entre la historia profunda de la liga inglesa podemos encontrar éxitos pretéritos, ya diluidos bajo el peso del olvido. Ha pasado casi un siglo desde entonces, pero los Terriers y los Clarets han ganado, respectivamente, tres y dos campeonatos. Pero los tiempos han cambiado y ahora mismo unos y otros son dos equipos que festejan alegremente su buen momento mientras se ubican undécimos y séptimos. Con dos modelos de juego diferentes, con influencias continentales el de los primeros y más puramente británico el de los segundos, han demostrado que cualquier tendencia del ideario futbolístico puede resultar triunfante siempre y cuando sea bien ejecutada. El Huddersfield intentará vencer para seguir incrementando su ventaja con respecto a los puestos de descenso, mientras que el Burnley hará lo propio para intentar finalizar el año en la primera mitad de la tabla.

Si Allardyce no va a la montaña, pues se queda en la playa

Allardyce es un entrenador pragmático. Domina como pocos el arte de sacar puntos de la nada, no arriesga más de lo que debe y, por lo general, las cosas le salen bien. Si puede ganar un partido, lo va a ganar, y si no puede ganarlo, pues al menos lo va a empatar. Así, su balance desde que llegó a Goodison es de tres victorias y tres empates. Dos de los partidos finalizados en tablas fueron en Anfield y en Stamford Bridge, por lo que la valoración del rendimiento de los Toffees en el último mes es de sobresaliente. Ha conseguido convertir, de la noche a la mañana, a uno de los equipos más endebles de la Premier en uno de los más sólidos. Este fin de semana, el Everton visita a un Bournemouth en horas bajas. Los Cherries, un equipo al que le gusta llevar la iniciativa (especialmente cuando juega en su estadio), son el contrincante idóneo para un equipo dirigido por Big Sam, que disfruta estando replegado y golpeando con dureza. Algo tendrá que idear Howe si quiere infringirle la primera derrota de su etapa en el conjunto azulado. 

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