Ilie Oleart

Cómo Pochettino confió en la juventud para crear estos Spurs

Mauricio Pochettino ha conducida al Tottenham a finalizar por delante del Arsenal en liga por primera vez en 22 años. Los Spurs han sido el mejor equipo de la Premier League estas dos últimas temporadas. Así fue como el técnico argentino creó este equipo.

Cuando Harry Redknapp abandonó el Tottenham en verano de 2012 tras casi cuatro años en el club londinense, Daniel Levy se propuso transformar radicalmente la gestión de la parcela deportiva del club. El presidente del club, un tipo con una aguda visión empresarial, se dio cuenta de que no podía competir con clubes con mayor presupuesto como Manchester City, Chelsea, Arsenal o Manchester United haciendo las cosas del mismo modo que ellos. Así que se propuso un enfoque diferente: en lugar de competir con esos clubes por los mismos jugadores, se dijo que la forma de derrotarlos era fichar a esos jugadores antes de que aparecieran en el radar de los grandes. Y para hacerlo, necesitaba un entrenador que apoyara esa visión y, sobre todo, fuera capaz de llevarla a la práctica. Que entre en escena Mauricio Pochettino.

El técnico argentino debutó como entrenador en enero de 2009. Lo hizo en el Espanyol, su club adoptivo, y en la peor de las situaciones. Aquella fue una temporada convulsa para los periquitos, que comenzaron con “Tintín” Márquez, continuaron con Mané y recurrieron a Pochettino, que estaba de prácticas con el equipo femenino, como último recurso. Y la necesidad se convirtió en virtud. Pochettino no solo salvó al club de un descenso seguro sino que durante sus casi cuatro años en el club se caracterizó por dar el relevo a varios jóvenes de la cantera. Con él debutaron o se convirtieron en fijos en el equipo canteranos como Sergio Sánchez, Marc Torrejón, Víctor Ruiz, Ángel Martínez, Raúl Baena, Jordi Amat, Álvaro Vázquez o David López. Además, cerró los fichajes o las cesiones de otros jóvenes como Facundo Roncaglia, Juan Forlín, Jose María Callejón, Vladimir Weiss o Philippe Coutinho, que fueron fijos en sus equipos.

Posiblemente esa preeminencia de la cantera en sus equipos fue lo que llamó la atención de Katharina Liebherr para ficharle para dirigir el Southampton menos de dos meses después de dejar el Espanyol. En la costa sur de Inglaterra, Pochettino continuó promoviendo el joven talento de la cantera. Fue él quien fichó a Victor Wanyama en el verano de 2013, cuando el medio centro keniata acababa de cumplir 22 años, y también fue él quien catapultó a Nathaniel Clyne, Jay Rodríguez, Adam Lallana, Calum Chambers, James Ward-Prowse, Luke Shaw o Morgan Schneiderlin. Tan solo Rodríguez y Ward-Prowse siguen en el club. El resto ficharon por grandes como Liverpool, Manchester United o Arsenal tras pasar por las manos de Pochettino.

Tras estudiar su paso por Espanyol y Southampton, Levy tenía claro que Pochettino era su hombre. Así que tras  dos intentos fallidos de renovar el equipo con André Villas-Boas y Tim Sherwood, en verano de 2014 se lanzó a por el técnico del Southampton. Fue una decisión que no tardó en transformar la suerte del club, que había finalizado la temporada en sexta posición, lejos de los puestos de Champions en los que Levy deseaba instalar al equipo.

En su primer verano en los Spurs, Pochettino cerró varios fichajes que acabarían convirtiéndose en estratégicos para el equipo. En aquellos meses veraniegos de 2014, el Tottenham incorporó a su nómina a Eric Dier, un central que capitaneaba la selección sub-21 inglesa en la época a pesar de haberse formado en el Sporting de Portugal, a Ben Davies, un lateral izquierdo que acababa de debutar con el Swansea, y a un tal Dele Alli, un chico del que hablaban maravillas a pesar de estar jugando en el MK Dons de tercera división. Allí fue donde se quedó cedido una temporada más. En el momento de fichar por el club, Davies tenía 21 años, Dier 20 y Alli 18.

Aquella primera temporada, Pochettino apostó por el 4-2-3-1 que había favorecido durante su incipiente carrera como entrenador y no le tembló el pulso para apostar por los jóvenes de la plantilla. Los canteranos Kyle Walker y Danny Rose fueron fijos en los laterales, una constante hasta el día de hoy. En medio, Pochettino se sacó de la manga a dos canteranos más, Ryan Mason y Nabil Bentaleb. En la zona de media puntas, Erik Lamela, Christian Eriksen y Nacer Chadli fueron sus jugadores más utilizados. Al inicio de la temporada, Eriksen y Lamela tenían 22 años. Chadli, 25.

Pero el hallazgo de la temporada no fue ni un habilidoso extremo foráneo ni un carísimo fichaje estival. Fue un delantero del noreste de Londres que llevaba en el club desde los once años y que tuvo que forjarse su camino hacia el primer equipo a través de cesiones en tercera división (Leyton Orient), segunda (Millwall y Leicester) y primera (Norwich). A pesar de que, al comienzo de la temporada, el puesto de nueve parecía una batalla directa entre Emmanuel Adebayor y Roberto Soldado, el joven Harry Kane (21 años al arrancar la temporada) se hizo con el puesto a base de goles. Concretamente, 21 en liga.


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El club acabó quinto pero sumó cinco puntos menos que la temporada anterior. Pero Pochettino tenía claro qué posiciones debía reforzar. La primera era el eje de la zaga, para lo cual contrató a Toby Alderweireld a precio de ganga tras su exitosa cesión en Southampton por menos de 14 millones de libras. Junto con Jan Vertonghen y los canteranos Walker y Rose, Pochettino ya tenía su defensa. Para alguien que en sus días de futbolista había sido un aguerrido central, de los de pelo largo y voz imponente, representaba un paso crucial. Además, añadió fondo de armario con el lateral derecho Kieran Trippier y el central Kevin Wimmer.

Consciente de la fragilidad de Erik Lamela y la inconsistencia de Nacer Chadli, Pochettino integró también a Heung-min Son, un jugador surcoreano totalmente adaptado a la cultura europea tras completar su formación en el Hamburgo, donde jugó tres temporadas en la Bundesliga, y sumar otras dos con el Bayer Leverkusen. De nuevo, el patrón de los fichajes es el mismo: en el momento de fichar por los Spurs, Tripper tenía 24 años, Son 23 y Wimmer 22.

La temporada pasada, Pochettino se mantuvo fiel al 4-2-3-1 pero los nuevos integrantes permitieron al equipo dar un salto de calidad. Mason y Bentaleb fueron sustituidos por Eric Dier, reconvertido en centrocampista por Pochettino, y Mousa Dembélé. Dele Alli, tras pasar un año cedido en el MK Dons, se integró en el primer equipo y le arrebató el puesto a Nacer Chadli junto a Christian Eriksen y Erik Lamela. Harry Kane confirmó las sospechas que nos encontrábamos ante el mejor delantero inglés desde la irrupción de Wayne Rooney en 2002 con 25 goles en liga.


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Con este once, el equipo logró finalmente clasificarse para la Champions League tras finalizar en tercer lugar, a pesar de haber pasado media campaña en el segundo persiguiendo al Leicester. Los Spurs sumaron 70 puntos, la segunda mejor marca en su historia en Premier League, solo por detrás de los 72 logrados con André Villas-Boas en 2012-13.

Y llegamos al verano pasado, en que Pochettino sumó a Victor Wanyama y a varios jugadores de relevo, como Vincent Janssen o Moussa Sissoko, además de canteranos como Harry Winks. El auténtico paso adelante de los Spurs en este curso ha sido su flexibilidad táctica. Como pudimos comprobar en el derbi ante el Arsenal, Pochettino ha aprovechado la estabilidad de la plantilla durante estos tres años para progresar en su modelo de juego. La versatilidad de Eric Dier le permitió jugar durante el partido con dos, tres o cuatro defensas, en función de la situación de juego y la disposición del rival. Una flexibilidad que ha exhibido a lo largo de toda la temporada, intercambiando sistemas de una semana a otra. Una versatilidad trasladada a muchos de los jugadores también. Vertonghen ha jugado como central en defensa de tres o de cuatro pero también de lateral. Son ha jugado normalmente en banda pero también lo ha hecho de falso nueve. Dier ha jugado de central, lateral derecho o centrocampista. Las posibilidades son infinitas.

Esta temporada ha supuesto la culminación del trabajo de Pochettino en los Spurs. Por primera vez en 22 años, su equipo ha logrado acabar la liga por delante del máximo rival ciudadano. En las dos últimas temporadas, el Tottenham es el equipo que más puntos ha sumado en Premier League (147), quince más que su inmediato perseguidor, el Manchester City (132). Y lo ha logrado invirtiendo solo 7 millones de libras netos en esas dos temporadas, una cifra ridícula comparada con los 270 del Manchester City, los 153 del Manchester United o incluso los 97 del Arsenal. Daniel Levy sabía que no podía igualar esa inversión. Pero podía detectar a los objetivos de fichaje de esos clubes cuando su valor todavía era asequible. ¿Cuánto costaría hoy Dele Alli? ¿Y Harry Kane? ¿Y Eriksen? Posiblemente cantidades que los Spurs no podrían igualar. Así que les ficharon antes de que su valor se disparara. Y, más importante, contrataron al entrenador apropiado para detectar y nutrir esos talentos.


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El equipo del Tottenham esta temporada, en sus variantes con cuatro o tres defensas.

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