Héctor Farres

Cuestión de tiempo

No hace falta ser un jugador mediático para tener minutos con la selección inglesa. No importan los nombres, sino la valía en el terreno de juego. El delantero inglés más en forma del primer tercio de temporada, Callum Wilson lo sabe bien.

Las convocatorias de Gareth Southgate siempre permiten descubrir nuevos jugadores. Al seleccionador inglés le gusta dar oportunidades. Ya lo hizo con James Maddison o Mason Mount. Ya dio la alternativa a Jordan Pickford o Harry Maguire por encima de otros jugadores de renombre. Ahora le toca el turno a Callum Wilson, referencia goleadora del AFC Bournemouth, que dará sus primeros pasos como internacional contra Estados Unidos, justo cuando el ídolo de su infancia, Wayne Rooney, vestirá por última vez la elástica inglesa.

Es más que probable que Wilson no alcance nunca el estatus mundial del que sí gozan sus compañeros, sin embargo, su convocatoria va más allá de lo qué pueda aportar a Inglaterra. Que Gareth Southgate haya dado el paso de convocar al delantero Cherrie es la  enésima victoria de la meritocracia, del triunfo del relevo generacional que otras selecciones no han sabido llevar a cabo.

A sus 26 años, Callum Wilson ha ido sumando méritos partido tras partido para llevar los tres leones bordados en la pechera. Un instinto depredador digno de los mejores delanteros, una velocidad propia de menudos jugadores de banda y la inteligencia táctica de los centrocampistas más bregados. Solamente el Kun Agüero, con ocho tantos, y Eden Hazard y Pierre-Emerick Aubameyang, ambos con siete goles, superan los registros del inglés, que con seis goles empata con una cantidad indecente de jugadores. Entre ellos, como no, Harry Kane y Raheem Sterling, con quienes compartirá vestuario en su primera convocatoria con Inglaterra.

El goleador del Bournemouth, por el que el Chelsea está dispuesto a pagar 35 millones de libras, se ha convertido en el atacante inglés más en forma de este primer tramo de curso. Wilson empata a goles anotados con Kane, que no atraviesa su mejor momento, y Mohamed Salah, pero les sobrepasa en en asistencias. El único que le sigue el ritmo es Sterling, que cuenta con los mismos registros, pero tiene la ventaja inequívoca de jugar en la apisonadora llamada Manchester City. El futbolista Cherrie también se ha mostrado más efectivo que goleadores mucho más habituados a los focos como Romelu Lukaku, Jamie Vardy o Marcus Rashford. Sin llamar la atención, primando el bien colectivo por encima del individual. Es ahí donde reside parte del éxito de Wilson: sabe jugar y hacer jugar a los demás.

Todas las selecciones, cuando se enfrentan a los tres leones, saben a quién tienen que cubrir y de qué manera. Luego Kane siempre se las ingenia para tener sus oportunidades de cara a puerta pese a que todos los recursos defensivos del rival se centran en él. El delantero del Tottenham arrastra a los centrales, desajusta la línea defensiva contraria y se crean unos carriles que la capacidad pirotécnica inglesa sabe explotar. Si eso no ocurre Inglaterra no tiene capacidad para la sorpresa, el plan B pasa por las individualidades de Sterling o Jesse Lindgard. En este contexto es donde encaja Callum Wilson. Resulta obvio que el delantero Cherrie no será la primera opción de Southgate para la punta de lanza, pero en el caso de que los tres leones sean incapaces de generar peligro, Wilson puede aportar a Inglaterra la versatilidad necesaria para desatascar el encuentro gracias a su potente juego vertical y capacidad para la asociación.

De hecho, esta no es la primera vez que Southgate cuenta con el delantero Cherrie. En 2014 se lo llevó, junto a Kane, con la selección inglesa sub’21 para jugar contra Francia. Ha llovido mucho desde que los ingleses hincaron la rodilla contra los galos, que contaban en sus filas con Tiemoué Bakayoko, Kingsley Coman y Corentin Tolisso. En este tiempo Wilson ha sabido forjar su propia identidad picando piedra en la Vanarama National League junto a tipos que compaginaban sus trabajos con el fútbol, la League One y la Championship. Todo ello mientras se enfrentaba cara a cara, una y otra vez, con inoportunas lesiones que le impedían competir a un ritmo regular. El Bournemouth se fijó en él tras su explosión con el Coventry City, con quien anotó 22 goles en la temporada 2013/14 pese a perderse un total de dos meses de competición.

Eddie Howe supo ver más allá de los increíbles guarismos y las incesantes lesiones de Wilson. Lo reclutó y lo convirtió en uno de los ejes de su proyecto. El inglés justificó su fichaje en su estreno con los Cherries anotando un doblete al Huddersfield. Entre todas las competiciones sumó 23 tantos y fue clave para que el Bournemouth ascendiera por primera vez a la Premier League. Los sureños ratificaron su confianza en Wilson y en la tercera jornada, su primer partido en la élite, le endosó el primer hat-trick de su carrera a los Hammers.

El potencial del ariete Cherrie no parecía tener límite hasta que volvieron a asomar la cabeza las temidas lesiones. En las dos temporadas siguientes pasó por dos lesiones de cruzados, una seguida de la otra y en piernas distintas. Eddie Howe esperó pacientemente a la recuperación del delantero, que por otra parte tenía un contrato de larga duración que le impidió quedarse sin equipo mientras reposaba casi dos temporadas seguidas en casa.

Ya hace más de un año que las lesiones desaparecieron de la vida de Wilson, que ahora ha conseguido superar en números al mejor delantero centro del planeta. En la selección inglesa, por la jerarquía impuesta por el rey Harry, tendrá un papel secundario, sin embargo, puede ser un complemento perfecto para el ataque de Inglaterra cuando los regios goles de Kane no quieran entrar. Pocas veces se equivoca Howe: “Si continua marcando y haciéndolo tan bien es cuestión de tiempo que Wilson vaya a la selección”. Inglaterra tiene nuevo delantero.

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