Alex Machado

¿De qué se habla en el pub esta semana?

Una nueva semana y una nueva visita a un pub londinense. En esta ocasión nos dirigimos hacia el oeste de Londres para visitar Shepherd’s Bush, un distrito de unos cuarenta mil habitantes, un lugar pequeño, pero con grandes espacios verdes y con una intensa vida comercial. Y hogar de los Hoops.

Shepherd’s Bush también alberga un estadio de fútbol. Se trata de Loftus Road, casa del Queens Park Rangers, que milita actualmente en Championship. Un estadio que otrora perteneciese al Shepherd’s Bush FC pero que ya en los años 30 del siglo XX pasó a manos del equipo que lo mantiene actualmente.

Hace unas temporadas, el QPR tuvo algunos pasajes efímeros por la Premier League, siendo muy recordada aquella última jornada ante el Manchester City en 2011-12. A pesar de quedarse con diez jugadores por expulsión de Joey Barton (oh, sorpresa), el QPR logró adelantarse por 1-2 en el Etihad pero acabó sucumbiendo en el descuento ante el gol de Sergio Agüero que dio la liga al City. El QPR salvó la categoría gracias al empate del Bolton en Stoke.

A pesar de los dos descensos sufridos en la era Fernandes, los aficionados de los Hoops no pierden la esperanza y siguen acompañando al club, que ha recibido contundentes derrotas esta temporada, como el 0-6 que le endosó Newcastle United por septiembre del pasado año.

Por otro lado, en el pub también se llegó a hablar de uno de sus acérrimos rivales, el Chelsea. Los aficionados Blues viven horas de ensueño desde la llegada de Antonio Conte, que ha aprovechado de gran manera la ausencia en Europa. No obstante, también el entrenador de Lecce ha realizado variantes tácticas que han lavado la cara del equipo y de muchas de sus individualidades.

El más pobre de los ricos

Unos chicos con bufandas del QPR reían y se resignaban a la vez en una mesa cercana mientras charlaban sobre su club. Y es que el optimismo es leit motiv del fanático de los Hoops. La esperanza de volver a Premier League siempre está presente. Aunque han sido animadores de Championship en las últimas temporadas, habrá que dejar pasar el presente curso para comenzar con esperanzas renovadas en el siguiente curso.

La realidad del club no es halagüeña. Desde que en febrero del 2015 Harry Redknapp fue despedido, pasaron por el club tres entrenadores (más algunos interinatos), siendo Ian Holloway quien está al mando del equipo ahora, sin lograr grandes resultados (33% de victorias). La conformación de la plantilla es el gran déficit del equipo en las últimas temporadas. Malos fichajes, pésimas ventas de jugadores que debieron renovar y muchas cesiones, que a la larga no generan sentido de pertenencia en la causa del club, sino más bien hacen del QPR un sitio de tránsito.

En este sentido, las críticas de los muchachos en la mesa se dirigieron hacia Tony Fernandes. El magnate malayo, fundador de AirAsia (primera compañía aérea de bajo coste de Malasia) llegó al club prometiendo el oro y el moro, pero su paso por el club está siendo por demás decepcionante.

No han tenido fortuna con sus dueños los aficionados de los Hoops. Ya con la llegada de Bernie Ecclestone y Flavio Briatore, predecesores de Tony Fernandes, pensaron que el club podría transformarse en poderoso desde el apartado económico. Pero la realidad es que no sucedió nada de ello. Los chicos de la Fórmula 1 se limitaron a ascender al equipo y venderlo ipso facto, un periplo esperpéntico que quedó plasmado para la posteridad en el fantástico documental «The four-year plan».

En 2011 aterrizó (nunca mejor dicho) Fernandes, que se ha inmiscuido en muchas de las áreas del club, incluida la deportiva. Pero más allá de algún acuerdo comercial interesante, no ha podido hacer que el club dé el salto de calidad necesario para, al menos, mantenerse como un club estable en Premier League.

Sin grandes inversiones en futbolistas y pésimas ventas, Tony Fernandes no ha generado simpatía en los aficionados, sobre todo cuando los malos resultados han aparecido. Desde su arribo a Loftus Road, el jugador más costoso que adquirió es el gran defensor central (gran por su tamaño, más no por su rendimiento, claro está) Chris Samba. El congoleño llegó desde el Anzhi ruso por 12,5 millones de libras, siendo un récord para la institución. Pero a fin de temporada se marchó por prácticamente la misma cantidad de dinero.

A su vez, las ventas no han sido precisamente espectaculares, como lo sucedido con Charlie Austin en su salida al Southampton, o con lo sucedido con Tjaaron Chery. El holandés fue vendido a un fútbol chino, que suele pagar millonadas por cualquier jugador, pero el club solo sacó cuatro millones de euros.

Y como ya hemos mencionado, luego está el tema de las constantes cesiones. Los jugadores que han llegado a préstamo desde el 2011 superan la veintena y, por lo general, si bien han sido jugadores que dejaron buen recuerdo, también hay casos como Javier Chevantón, que llegó lesionado y se fue… bueno, lesionado. Pero esto ha hecho del club una especie de estación de tren, donde el pasajero llega, está un momento y se va, sin dejar nada en la estación que lo recibió previamente.

A falta de nueve jornadas para que la liga termine, los Hoops se encuentran en la 15ª plaza. Aunque últimamente han obtenido resultados, al menos, decentes, el equipo ha rendido muy por debajo de lo que se esperaba. Los fanáticos esperan que Tony Fernandes deje de ser el más pobre de los ricos y pueda invertir dinero en un equipo que lo catapulte a Premier League y no pasar otro periodo de fichajes veraniego viendo dónde pueden conseguir chollos o cesiones que no dan el salto definitivo al equipo.

El italiano que marca tendencia

Sabido es que Chelsea es, sin duda alguna, el máximo favorito a hacerse con la Premier League en esta temporada. Pero en esa mesa donde se hablaba del QPR también se hablaba de las virtudes del entrenador nacido en Lecce y de cómo puede reconfigurar el mapa de entrenadores en el máximo nivel del fútbol inglés.

Todo cambió el 24 de septiembre del 2016. Chelsea visitaba Emirates en un duelo que siempre atrae la atención de todo Londres. Y Arsène Wenger se enfrentaba a su bestia negra, un equipo que siempre le costó vencer y que, sobre todo con Jose Mourinho al mando, fue quién le sacó lo peor de sí.

Ese día, Antonio Conte salió con un 4-3-3 en donde plantó una especie de trivote en el centro del campo con N´Golo Kanté, Nemanja Matic y Cesc Fábregas. Además de poner a Branislav Ivanovic en el lateral derecho y al español César Azpilicueta en el opuesto.

¿El resultado? Arsenal obtuvo un contundente 3-0 que desnudó todas las falencias del equipo blue y además revivió los fantasmas de la pésima temporada anterior. Pero sin saberlo, los Gunners revivieron a un equipo que desde ahí se puso en modo invencible tras los cambios que realizó Conte.

El famoso 3-4-3 (en realidad, 3-4-2-1 por los movimientos interiores de los supuestos extremos) que ha impuesto, ha llevado a Eden Hazard a su mejor nivel desde que fue elegido mejor jugador de la temporada 2014-15. Conte ha recuperado también al mejor Pedro, un jugador que ya parecía perdido para el fútbol, ha reinventado como un gran carrilero a Victor Moses y ha explotado el olfato goleador de Diego Costa.

Chelsea, con estos cambios, estuvo seis partidos de liga sin recibir goles, y trece partidos sumando de tres en tres. Obviamente, con una racha tan devastadora para sus rivales, el equipo de Conte se ha puesto en camino a conseguir la liga y la vuelta a disputar la Champions League. Además, los Blues están ya en semifinales de la Copa inglesa y Conte podría igualar la hazaña de Carlo Ancelotti, que en su primera temporada en los Blues consiguió un histórico doblete.

Tanto es su éxito que el Arsenal, aquel equipo que despertó esta bestia vestida de azul y que atraviesa una etapa opuesta con dudas, malos resultados y con aires de cambio, podría fichar también un entrenador italiano, Massimiliano Allegri, que es quien parece tener más oportunidades para ser sucesor de Arsène Wenger cuando termine la temporada. Cuando por fin el técnico alsaciano logra derrotar a su bestia negra es para crear una máquina imparable que podría acabar provocando que su sucesor provenga del país transalpino.

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Alex Machado