Es cierto que en la FA Cup siempre existe ese margen de sorpresa que permite soñar a los más pequeños. No hay más que ver a la cantidad de equipos de la Non-League que, año tras año, consiguen eliminar a algún gigante de la Premier League. O la cantidad de equipos de media tabla que prefieren mirar hacia otro lado en liga para tener una memorable travesía hacia Wembley (Leicester, no estoy hablando de ti). Pero la realidad hoy en día es muy diferente pese a que los más David tengan hueco entre los más Goliath. La FA Cup, en esta década que ya está llegando a su fin, está prácticamente reservada para los más grandes.
Los campeones, desde la temporada 2007/2008 (en la que el Portsmouth ganó la final ante el Cardiff) hasta la temporada anterior, han sido el Chelsea en cuatro ocasiones, el Arsenal en tres y Manchester United, City y Wigan una sola vez. Solo un campeón “pequeño”. En cambio, en los subcampeones, si se cuelan equipos más pequeños como el Hull City, el Crystal Palace o el Stoke City. Esta campaña, los modestos se han revelado. Y, para los más románticos, este puede ser el año en el que un equipo pequeño puede hacerse con el torneo más antiguo.
De los 16 enfrentamientos que configuran esta cuarta ronda, siete están formados entre dos equipos de divisiones inferiores. Por tanto, habrá siete equipos de divisiones inferiores en la siguiente ronda. Además, habrá cinco enfrentamientos entre equipos de la Premier League y de divisiones inferiores, por lo que la probabilidad de ver un nuevo cupset es alta. Eso sí, en la siguiente ronda habrá cuatro equipos de la Premier League, quedándose fuera un potencial favorito debido al duelo entre Manchester United y Arsenal.
Tras la eliminación de uno de los potenciales favoritos, quedan algunos tapados de la Premier League para ir a Wembley. Wolves y Everton son dos equipos metidos de lleno en la pelea por la séptima plaza, esa que, si hay suerte, da acceso a competiciones europeas. Pese a ello, cualquier aficionado de ambos equipos cambiaría sufrir por una buena plaza en liga si a cambio consiguen plantarse en la final. Y visto su nivel en esta temporada, poder eliminar a un integrante del Big-6 no es ninguna locura. Los títulos, por desgracia para estos equipos, no son algo habitual en estos equipos. Posiblemente no tengan otra oportunidad como esta en bastante tiempo para soñar con la FA Cup.
Eso sí, el equipo modesto que consiga ganar la copa debe tener cuidado, ya que el último antecedente es preocupante. El Wigan consiguió hacer la machada en medio de su lucha por la permanencia y la jugada no salió demasiado bien. Aquella temporada, poco después del pequeño milagro que fue ganar en la final ante el todopoderoso Manchester City, los Latics descendieron. Desde ese descenso han estado actuando como un ascensor entre la League One y Championship. Es más, esta temporada se espera un nuevo descenso tras su año en la segunda división.
Después de esta cuarta ronda, más que sueños, empezará a quedar la más cruda realidad. Poco queda para saber si alguna afición afortunada de la Premier League consigue viajar a Wembley en mayo. O quien sabe si más de Premier, es de las divisiones inferiores. Pocas oportunidades así van a tener para intentar viajar a la capital para disputar un título. Hace mucho que la FA Cup está en garras de Goliath. Y ahora que la mayoría está compuesta por pequeños David, toca que ganen los modestos. Toca que haya un nuevo cupset.