Lorenzo Manchado

El bulevar de los sueños rotos de Stoke

El Stoke City es el equipo de la Premier League que reúne más campeones de Europa. Pero también el que reúne más jugadores que no hicieron realidad los hitos que estaban destinados a alcanzar.

Camino por esta calle desierta

En el bulevar de los sueños rotos

Mientras la ciudad duerme

Y yo soy el único y camino solo

Mi sombra es lo único que me acompaña

Mi egoísta corazón es lo único que late

En ocasiones, deseo que alguien me encuentre

Hasta entonces, seguiré caminando solo

Boulevard of broken dreams, Greenday

 

Uno se acuerda de la canción de Green Day y el paraje y personajes que nos evocan esos recuerdos no difiere mucho de lo que podemos esperar en una fría noche de miércoles en Stoke-on-Trent: soledad, desolación, silencio. Si ahondamos un poco más en la letra de la canción, descubrimos la historia de alguien que camina sólo por el único camino que conoce, sin saber muy bien cuál es su destino pero que siente el terreno sobre el que pisa como su casa. Puestos en contexto, pensemos en unos cuantos jugadores que esta temporada van a defender los colores de uno de los fundadores del primer campeonato oficial en Inglaterra, el Stoke City: Bojan Krkic, Xherdan Shakiri, Ibrahim Afellay, Kurt Zouma o la última incorporación del equipo, Jesé Rodríguez. Chicos que sólo conocen el fútbol y el camino al estrellato porque desde jóvenes estaban predestinados a transitar por él y, si bien parece que no lo van a conseguir, siguen intentándolo porque es lo único que reconocen como hogar.

Un denominador común une a todos: en algún momento fueron muy importantes en sus clubes, irrumpiendo como jóvenes con una calidad extraordinaria y un futuro aún más prometedor. Tenían todo para ser grandes estrellas mundiales y, en algún caso, aunque de manera fugaz, tal vez llegaron a serlo. Pero, por diferentes motivos, no lograron que su brillo se prolongara en el tiempo y se apagó antes de lo que todos esperábamos. Prometedores fenómenos que debían reinar en el fútbol europeo y que estaban llamados a erigirse en buques insignia de sus clubes durante años y también de sus respectivas selecciones nacionales. Unos sueños que quedaron rotos a lo largo del camino. En algún caso, como el del central francés Zouma, tal vez aún haya tiempo de intentarlo de nuevo. En otros casos, como el de Afellay, parece sin ningún género de duda que están en la última fase de sus carreras.

Bojan debutó con el Barcelona en la Champions League con apenas 17 años y entró en el campo nada menos que por Leo Messi. Nada menos que 800 goles en siete años en La Masía le avalaban y solo tardó un mes en conseguir su primer gol, convirtiéndose así en el jugador más joven en lograrlo con el primer equipo catalán. Tal era su progresión que se precipitó su debut con la selección nacional española por miedo a que Serbia se adelantara y perder así lo que era un seguro fenómeno goleador. Con veinte años ya acumulaba cien partidos en Primera División y 25 goles. Con pocas oportunidades en Barcelona, decidió ir a la Roma de la mano de Luis Enrique, luego pasó por el AC Milan, el Ajax y el Stoke, que le cedió la temporada pasada al Mainz. Bojan es el único jugador español de la historia que ha marcado en las ligas española, italiana, inglesa y alemana. Un récord anecdótico que no oculta la decepcionante carrera del jugador de 26 años.

Afellay debutó sin tener 18 años con el PSV Eindhoven. Con 22 años ya había ganado tres ligas seguidas con su equipo, siendo cada vez más importante. Con su exquisita técnica bereber, fue criado en una escuela como la holandesa, única en ser estricta para moldear talentos libres. Ambidiestro y de regate fácil, podía jugar por dentro o en cualquier de las dos bandas. Esto le valió su fichaje por el Barcelona. Un auténtico calvario de lesiones acabó por esconder durante años a un magnífico jugador que estaba llamado a liderar una regeneración en la Oranje. Esta será su tercera temporada consecutiva en Stoke para el jugador de 31 años.

Xherdan  Shaquiri es uno de los exponentes de una generación de jugador suizos de padres inmigrantes con un talento desbordante. Si bien no formó parte de los sorprendentes campeones del mundo sub-17 en 2009, forma parte de esa hornada de jugadores helvéticos que prometían ser importantes allá donde recalaran una vez abandoran la liga local. Petit Suisse como le apodan, fue escogido nada menos que por el Bayern de Múnich. Golazos, regates llenos de potencia y millones de vídeos de highlights en YouTube prometían que había espectáculo garantizado para años. Cada vez más determinante saliendo como revulsivo, se cansó de su rol y se marchó al Inter de Milán, donde sólo aguantó seis meses antes de recalar en el que a día de hoy es su club y donde va a cumplir su tercera temporada.

En Kurt Zouma nos encontramos un ejemplo de los que tal vez puedan soñar aún con cumplir sus viejos sueños. Unas frágiles rodillas cortaron de golpe una aparición fulgurante para el Chelsea arrollador de la segunda época de José Mourinho, que llegó a decir de él que «parece que hemos encontrado a nuestro Desailly». Fuerte, agresivo, dominador del juego aéreo y aceptable con el balón, sin duda en su debut con veinte años parecía un central que ya llevaba una década jugando en la Premier League. Busca volver a encontrarse con todas aquellas sensaciones en este año de cesión.

Dejamos para el final al último fichaje (de momento): Jesé Rodríguez. Su primer gol oficial con el Real Madrid fue en el Camp Nou en el minuto 91. Había sustituído a Ángel Di María en el segundo tiempo y, si bien no sirvió para ganar (el encuentro acabó 2-1), desde luego fue una más que prometedora carta de presentación. Bastantes goles después dando muchos puntos en los útlimos minutos al Real Madrid, en su mejor momento, en el que se llegaba a cuestionar si no debía ser ya titular indiscutible en el Madrid, una rotura de ligamentos provocada por Sead Kolasinac, actual jugador del Arsenal, lo dejó ocho meses sin competir y nunca volvimos a ver aquella explosividad que hacía imaginarse que realmente podíamos tener delante al sustituto de Cristiano Ronaldo. La falta de paciencia o el ver que cada vez venían mas delanteros al club blanco le hicieron huir hacia el Paris Saint-Germain el año pasado, donde tras unos meses salió cedido a Las Palmas y este verano intentará la aventura inglesa.

Si bien no se puede decir que el Stoke tenga una plantilla desbordante de talento, es indudable pensar que tal vez tenga la mayor colección de jugadores que «iban a ser» de Europa. Imaginemos por un momento que hubiera logrado juntar la versión que de ellos se esperaba. Imaginemos por un momento que no se hubieran roto todos esos sueños. Imaginemos que el Stoke no es el bulevar de los sueños rotos.

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Lorenzo Manchado