La Champions League se creó con la idea de definir al mejor club del continente. Sus 65 años de historia dejan números cuanto menos interesantes. España domina la competición con 18 títulos que se reparten el Real Madrid (13) y el Barcelona (5), y le sigue Inglaterra con 13. En 2008, España compartía esa posición privilegiada con Italia y la misma Inglaterra, con 11 Orejonas cada uno. Sin embargo, tal como pasó con los grandes equipos italianos, los históricos clubes ingleses como el Manchester United y el Liverpool perdieron su fuerza hegemónica, y solo los chispazos del Chelsea de Di Matteo lograron maquillar una década de sequía inglesa en Europa.
No obstante, apareció un ángel salvador procedente de Alemania que bajo el lema de «In Klopp we trust» revivió de las cenizas al Liverpool. Pero el conjunto Red no fue el único Ave Fénix ni Jurgen Klopp el único Mesías. Antes de que ellos llegaran a la gloria, el Manchester City hizo lo imposible en la Premier League, ganando dos ediciones consecutivas con las dos máximas puntuaciones conseguidas hasta el momento, 100 y 98 puntos.
Por otro lado, Pochettino colocó al Tottenham en la élite del fútbol, logrando milagros no reflejados en vitrinas de trofeos, pero sí en el valor futbolístico y sentimental. Y por último, Frank Lampard está dirigiendo al Chelsea por el camino del éxito, lidiando con adversidades importantes que azotan por Stamford Bridge. Todos ellos comparten un sueño y una posibilidad de coronarse con la ‘orejona’, más ansiada por algunos, más probable para otros, pero un objetivo real para todos.
Quien sin duda más ha sufrido para poder respirar tranquilo en los octavos de final ha sido el Liverpool, que ha mantenido en vilo a sus aficionados hasta el último momento. En un grupo formado por el Salzburgo, Nápoles y el Genk, el fútbol directo y agresivo del equipo austriaco ha sido la mayor sorpresa. Han conseguido marcar nada más y nada menos que 16 goles en 6 partidos, siendo el tercer equipo más goleador de los 32 clasificados, de la mano de un estelar Haaland.

El conjunto Red sufrió estas circunstancias en carne viva en Anfield, en la segunda jornada, donde los austriacos lograron igualar el 3-0 inicial. Pero en un duelo de pegada es difícil doblegar a los Reds, y Salah se alzó como héroe del partido marcando el 4-3 y firmando el doblete. En cuanto al Genk, el partido de ida no supuso problemas (1-4) pero en Anfield el Liverpool fue mucho más débil a causa de las rotaciones. Oxlade respondió al gol del empate del Genk, marcando su tercer gol en Champions (todos ellos contra los belgas) y firmando una victoria por la mínima.
El Nápoles no fue tan benevolente y no acusó su crisis institucional y futbolística en los enfrentamientos con el conjunto de Klopp. De hecho, fue el único equipo que consiguió ganarles, justamente en la primera jornada y en un encuentro muy disputado donde los de Ancelotti se impusieron 2-0. Los Reds tampoco fueron capaces de ganar a los italianos en Anfield, en otro partido donde todo comenzó cuesta abajo. Los napolitanos defendieron férreamente la ventaja inicial cosechada, y un único gol de Lovren no evitó que los miedos viajaran con el equipo a Austria. El Salzburgo tenía un match ball, pero de nuevo los Reds ganaron en el juego de pegada. Naby Keita marcó y lideró al equipo, y Salah cerró el 0-2 convirtiéndose en el máximo goleador del equipo en la competición y asegurando la primera plaza.
Pese a no mantener la brillantez y la regularidad que acostumbra en la Premier League, el Liverpool es un claro rival a evitar para cualquier equipo y parte con grandes posibilidades para repetir la hazaña europea. Real Madrid, Atalanta, Atlético de Madrid, Borussia Dortmund y el Olympique de Lyon son los posibles rivales que se enfrentarán a la máquina intratable articulada por Jurgen Klopp.
El grupo que igualó y superó en espectáculo y emoción al del Liverpool fue el H, compuesto por el Valencia, un Lille prácticamente ausente, el Ajax y el Chelsea, que se clasificó en segundo lugar. Los pupilos de Lampard sufrieron de lo lindo pese a ganar los dos partidos al Lille, comenzando la fase de grupos cayendo en casa ante el Valencia.
El punto de inflexión para la más que trabajada clasificación la marcó aquél de quien menos se esperaba, Michy Batshuayi. El belga salió en el 70 y marcó el 0-1 decisivo en el Johan Cruyff Arena, allanando el camino hacia la gesta. Pero el gran milagro llegaría en el siguiente partido, frente al mismo oponente, donde el conjunto Blue remontó un 1-4 adverso en un partido trepidante y vibrante. El Ajax se puso con 9 tras la expulsión de sus dos centrales y encajó 3 goles en 10 minutos. Después de otro partido muy emocionante frente al Valencia que acabó 2-2 con una cifra de 34 disparos, el Chelsea cerró la clasificación ganando al Lille 2-1 en casa.

En líneas generales, el papel del Chelsea en la Champions League reproduce aquello que es visible cada fin de semana. El bueno de Frank ha hecho que su equipo se convierta en una máquina de generar ocasiones y de marcar goles, pero el peso de su fragilidad defensiva puede decantar negativamente la balanza. La vuelta de Rüdiger puede suponer un argumento defensivo importante para la plantilla, pero es una evidencia que el equipo necesita resolver este tipo de tareas para poder enfrentarse a grandes clubes que estarán en el sorteo como Barcelona, Bayern Munich, PSG o Juventus.
Similar es el caso del Manchester City que pese a lograr el objetivo de la primera plaza, su desempeño en la Champions ha estado lejos de su máximo potencial y cerca de lo mostrado en la Premier League en estos últimos partidos. El grupo formado por el Shakhtar Donetsk, Dinamo de Zagreb y el Atalanta se perfilaba como un paseo de flores para los de Guardiola, y la verdad es que sí lo fue, a pesar de no mostrar el cien por cien. Sin embargo, los dos empates frente a Atalanta y Shakhtar Donetsk ensuciaron el pleno de victorias.
La nota más positiva la marcó de nuevo Raheem Sterling, el futbolista más en forma de esta temporada que protagonizó una de las exhibiciones de la fase de grupos frente al Atalanta, marcando 3 goles, asistiendo en uno, y provocando un penalti. Gabriel Jesús no quiso ser menos y aprovechó su oportunidad en el último partido marcando 3 goles y desplumando a la defensa del Dinamo de Zagreb. Otro punto a favor del equipo viene de la mano de la defensa, ya que el equipo se ha mostrado compacto y seguro en todo momento, siendo el segundo equipo menos goleado de los 32 clasificados, con 4 goles.

Por otro lado, marcar goles tampoco supone un problema para el conjunto de Manchester. En los 6 partidos disputados han marcado 16 goles, y en la Premier League la cifra asciende hasta los 44 goles, siendo el equipo más goleador de todas las grandes ligas. Unas cifras alucinantes de un equipo que se encuentra lejos de su mejor versión, lo que deja aún más en evidencia el tan alto potencial del que dispone el Manchester City. Los 14 puntos de diferencia con el Liverpool hacen que la lucha por el título sea casi una misión imposible. Una trágica noticia para el resto de clubes ya que probablemente Guardiola enfocará todas sus energías en la tan ansiada orejona, postulándose como el gran favorito junto al Liverpool y el resto de gigantes europeos.
El otro club inglés que selló también su clasificación fue el Tottenham. La brecha futbolística entre el conjunto inglés y el Bayern de Munich con el Estrella Roja y el Olympiacos fue demasiada abultada como para imprimirle algo de emoción a la clasificación. El conjunto de Pochettino comenzó con un agrio empate su andadura en la competición y el Bayern dejó en ‘knock out’ a un equipo que ya se estaba tambaleando dado a su crítica situación en la Premier League. Con una formidable actuación de Gnabry con 4 goles, el club alemán le endosó un 2-7 al Tottenham en su propio estadio.
Una humillación que tuvo su continuación en la Premier League, donde tras varias debacles Pochettino fue cesado. Mourinho tomó el mando y certificó la clasificación para la siguiente ronda en una épica remontada ante el Olympiacos. Tras ir perdiendo 0-2 en la primera parte, los londinenses consiguieron alzarse con la victoria por 4-2. El momento llamativo y curioso del encuentro lo protagonizó un recogepelotas que ayudó en el segundo gol del equipo, al darle el balón de manera muy rápida a Aurier para que lo recibiera luego Kane en boca de gol. Mourinho hizo de las suyas y felicitó al joven en rueda de prensa para luego invitarlo a desayunar con el equipo. En la revancha del honor, el Tottenham no pudo contener a un sólido Bayern y se le antoja un sorteo complicado con rivales muy de alto nivel.

En general, el rendimiento de los Spurs ha sido más o menos bueno en gran parte de los partidos. Pero a la hora de la verdad, contra los rivales duros como el Bayern se ha mostrado muy frágil defensivamente. La incorporación de Mourinho busca justamente solucionar eso para que el equpo puedan competir con los más grandes tal como lo ha hecho estos años. Por ello, los octavos de final serán una prueba vital que mostrará hacia dónde navega este nuevo Tottenham.
Todo por decidir y miradas fijas en el día 16 de diciembre, lunes, donde en Nyon (Suiza) se llevará a cabo el sorteo de los octavos de final. Inglaterra estará más presente que nunca con 4 equipos, pero está todo por decidir y cualquier sorpresa puede saltar antes de la fecha marcada en rojo del 30 de mayo. Y si no, que se lo digan al Tottenham o el Liverpool.