Álvaro Escalante

El City pasa con mano dura

El Manchester City pasa por encima de un West Ham que no hizo acto de presencia ante su propia afición. El equipo de Josep Guardiola vuelve a carburar y se cuela en la cuarta ronda gracias a una deliciosa primera parte.

0 – West Ham: Adrián; Nordtveit, Reid, Ogbonna, Cresswell; Obiang, Fernandes, Feghouli, Lanzini (Noble, 58), Antonio (Fletcher, 72); Carroll (Payet, 58).

5 – Manchester City: Caballero; Clichy, Stones, Otamendi, Sagna; Zabaleta, Touré (Delph, 78), Sterling, Silva (Nolito, 58), De Bruyne (García, 68); Agüero.

Goles: 0-1, m.33: Touré (p). 0-2, m.41: Nordtveit (p.p.). 0-3, m.43: Silva. 0-4, m.51: Agüero. 0-5, m.84: Stones.

 

La velada comenzó con dos equipos sobre la lluvia en el London Stadium de poder a poder. Si bien la primera ocasión fue un disparo de David Silva que salvó por bajo Adrián San Miguel, que volvió a la titularidad para la Copa, un par de minutos después Michail Antonio puso la réplica desde la frontal.

Pese al fervor inicial, ninguno de los dos equipos inquietó a la defensa contraria, aunque poco a poco los de Guardiola fueron tomando más posesión del balón. Sobrepasado el ecuador, los Citizens redoblaron fuerzas y empezaron a avasallar la meta del portero andaluz y, de no ser por un Winston Reid providencial, Raheem Sterling habría disfrutado de un peligroso mano a mano. También Sergio Agüero probó suerte con una volea tras un despeje defectuoso de Edimilson Fernandes que hizo que Adrián se empleara al máximo.

Derribó al fin la muralla el City gracias a un penalti algo riguroso cometido por Angelo Ogbonna sobre Pablo Zabaleta que convirtió con maestría Yaya Touré. Aunque un par de minutos después pudo igualar de nuevo Sofiane Feghouli, pero el argelino marró incomprensiblemente solo bajo el arco tras un rechazo de Willy Caballero a un lanzamiento previo de Antonio. El jugador puso participar gracias a que la federación inglesa rescindió la tarjeta roja que le mostró Mike Dean ante el Manchester United.

El West Ham acabó desmoronándose en el anochecer de la primera mitad, cuando una extraordinaria jugada por banda entre Agüero y Bacary Sagna acabó con un centro fantástico de este último y Havard Nordtveit con mala fortuna se introdujo la pelota en su propia portería. Y un minuto después, una combinación en tres cuartos sirvió para que Sterling dejara solo a Silva en el área pequeña para que fusilara con sangre fría.

El guion al comienzo del complemento no varió demasiado, y tras una doble intervención de mérito de Adrián, en el minuto 51 un lanzamiento de Touré fue desviado por Agüero libre de marca para anotar un gol cantado.

Tras el 0-4, el partido entró en coma, con un West Ham que no daba señales de vida y un Manchester City que no deseaba hacer más sangre, hasta que en la recta final Stones remató un saque de esquina más solo que la una y, pese al despeje de Mark Noble sobre la línea, redondeó un marcador vergonzante para los locales.

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