Con la incógnita de qué sucederá con la próxima ventana de traspasos veraniega se nos ha presentado uno de los rumores con más papeletas de convertirse en culebrón. Dean Henderson, uno de los culpables de la gran temporada de los Blades, lleva sonando desde hace varios meses como posible sustituto para la portería de dos de los grandes del fútbol inglés: Chelsea y Manchester United. Este hecho presenta un primer problema. Frank Lampard está dejando claro públicamente que no quiere a Kepa Arrizabalaga protegiendo la meta de Stamford Bridge. El portero más caro de la historia no cuenta para su técnico.
Kepa llegaba en agosto de 2018 a un Chelsea al que también llegaba Maurizio Sarri. El bilbaíno aterrizaba en Londres a cambio de 80 millones de euros y con el cartel del portero más prometedor del mundo. Y lo demostró durante gran parte de la temporada. Aunque la imagen que se nos viene a todos a la mente cuando hablamos de Kepa y Sarri es el desafortunado incidente del famoso ‘no cambio’ en la final de Copa de la Liga ante el Manchester City. Pese a que aquello no tiene nada que ver con Lampard, quizá fue una primera semilla que el guardameta plantó para lo que hoy día vive en el club.
Lampard ha dado la titularidad al portero español en 25 ocasiones esta temporada. Con este dato da la sensación que hablar de divorcio es muy exagerado. Pero las titularidades de Willy Caballero en los momentos que se dieron, con el contexto y el tipo de declaraciones del técnico inglés (aunque siempre respetuosas y sin ser, para nada, tajantes) dejan entrever que el futuro de Kepa está lejos de Stamford Bridge y que no será para, precisamente, dejar hueco a un veterano Caballero, ya con otro rol en la plantilla.
Y no extraña que el Chelsea haya dirigido su mirada a Sheffield. Mientras Dean Henderson es el cuarto portero que más salva respecto a las veces que le disparan a puerta, Kepa es el último. Además, las porterías a cero hablan por sí solas: 10 para el inglés, una menos que Alisson Becker, y solo 6 para el español, decimocuarto en esta clasificación. El de los Blades ha recibido, además, 10 goles menos que el de los Blues: 22 (un gol cada 110 minutos) frente a los 32 del español (un gol cada 70 minutos). Son datos que nos hubiera costado asimilar antes de empezar la temporada, teniendo en cuenta la magnitud de los clubes y sus aspiraciones.
Paralelamente, David De Gea empieza a sembrar dudas en Manchester esta temporada. Pese a que el 2020 ha sentado muy bien a los de Ole Gunnar Solskjaer, la mochila con la que carga el madrileño empezó a pesar a partir del Mundial de Rusia y cada vez parece estar más llena. La confianza en sí mismo se ha visto mermada y parece que esos síntomas se han contagiado también en parte de la afición de Old Trafford. Tras ser el pilar fundamental durante toda una década de un club que caía a pedazos, las grietas empiezan a aparecer y los ojos de parte de la afición se centran en un canterano al que le está yendo muy bien a 65 kilómetros de casa. En este caso el posible relevo no sería tanto por datos como por sensaciones.
Y aunque somos funambulistas entre el fútbol ficción, la rumorología y la realidad, ahí está el principal ingrediente de este posible culebrón. Dean Henderson está defendiendo una portería en la que se siente cómodo, rodeado de un ambiente que parece beneficiar su presente y su futuro, en el equipo revelación del actual curso, con un entrenador innovador y que cuida y protege a su plantilla. Por si fuera poco, el Sheffield United está en la lucha por puestos de competición europea. Por situación personal, y podríamos incluso añadir la profesional en la ecuación, Henderson podría decidir aceptar una posible oferta del club de Bramall Lane.
Pero en el mundo del fútbol, la historia y la economía pesan mucho y Manchester United y Chelsea parecen los principales candidatos para llevarse al joven de 23 años. Los Red Devils son el único actor que sale beneficiado de cualquier movimiento. Ellos dirigirán el culebrón apoltronados en las oficinas de Old Trafford, jugaran con ventaja y, sabedores de ello, van a intentar sacar el mayor provecho de la coyuntura. Si finalmente la situación se reconduce y no se animan a la puja, el mejor postor, ya sea de Sheffield o de Londres, será quien se hará con los servicios del inglés. Por contraposición, si el tema De Gea sigue cuesta abajo, el United lo único que deberá hacer será rechazar ofertas y no volver a ceder su canterano.
Los Blues, en cambio, se encuentran en una posición complicada. Primero de todo deberán vender a Kepa sin perder demasiado dinero respecto a lo que se pagó por él. Si lo logran, tendrán que esperar a la decisión del club propietario del jugador, el Manchester United. Si se dan todos estos factores, los Red Devils pedirán un gran montante, a sabiendas de la gran venta por el ex del Athletic Club. La última -y menos posible- opción es que los Blades sean el único equipo que apueste por Henderson y consigan una nueva cesión (en favor de la formación del guardameta y con vistas al futuro por parte del Manchester United) o directamente contratarlo en propiedad (posibilidad muy remota).
Esta serie de circunstancias no son más que un reflejo de lo que puede acontecer en verano. Más allá de estrategias o decisiones, el caso es que Dean Henderson se ha convertido en una figura destacada de las porterías de la Premier League y, en el fútbol, se ha demostrado que también se gana desde atrás. Así que para los amantes de la rumorología y de los fichajes, apuntemos su nombre.