El Liverpool encara la recta final de una temporada de ensueño, luchando por conquistar la Champions League y la ansiada Premier League (por primera vez desde que tiene dicha denominación.). Todo parece de cuento de hadas en Anfield. Sin embargo, la ilusión por el doblete para redondear un gran proyecto está ‘tapando’ uno de los grandes misterios (obviando el de la no participación de Alberto Moreno, aunque no tenga mucho misterio su mal rendimiento) del equipo Red: la desaparición del campo de un diminuto suizo, de Xherdan Shaqiri.
El habilidoso media punta suizo de origen albanés se unió al Liverpool con la intención de recuperar su carrera futbolística tras descender con el Stoke City. Para muchos era una incorporación sin demasiado sentido, pero lo cierto es que su aportación al equipo primero desde el banquillo, y después entrando en la rotación como pieza importante, estaba siendo maravillosa. Ofrecía algo distinto a lo que tenía Klopp con su calidad en el centro del campo o en la banda, desborde y golpeo lejano. A su vez, también se convertía por fin en un recurso válido en el banquillo del Liverpool para poder sustituir al trío de mosqueteros que siempre ocupan la delantera Red.
Pero, y pese a que lo habitual es que sea en enero, le llegó su particular cuesta de febrero. Y acabó con él por completo. Jugó 39 minutos en el segundo mes del año, tras haber venido disputando muchos minutos en los meses anteriores. Nada tenía sentido, porque llegaban los meses complicados, repletos de partidos grandes, y el técnico alemán empezaba a prescindir de los servicios de su as en la manga. Curioso y difícil de entender cuanto menos. Lejos de ser algo puntual, como bien sabemos todos, su desaparición no solo se ha mantenido por completo, sino que ha dejado de hablarse de él.
De jugador número 12 a no jugar ni doce minutos
Su función no era nada clara a principio de temporada, pero a la vez que sumaba buenas actuaciones y minutos, se convertía en el jugador número 12 de un potente Liverpool. Sorprendía cada partido y dejaba claro que su carrera no estaba tan muerta como el Stoke City. El Liverpool funcionaba con él, pese a que se eliminase de las dos copas inglesas con él de titular.
Pero parece ser que Shaqiri se apunta a las fiestas, pero no va a los entierros. Esto es una interpretación personal de lo que dijo Glen Johnson, ex compañero suyo en el Stoke City, en declaraciones. Algo así como que Shaqiri no es un buen compañero porque cuando la cosa va mal no aporta, sino que resta. En el día a día, claro está.

Todo esto toma forma y sentido cuando Shaqiri desaparece de las rotaciones. El Liverpool perdió la ventaja con el Manchester City en liga. Y en la recta final, en el mano a mano, sigue sin contar. Seis partidos consecutivos se pasó en el banquillo sin jugar un solo minuto. Hasta, que en el enfrentamiento ante el Chelsea en Anfield, los Reds marcaron el gol decisivo y ocurrió algo inesperado en el doble sentido. Klopp y Shaqiri se abrazaron efusivamente muy felices. Como si de un premio se tratase por esa muestra de cariño mutua, el técnico alemán le concedió un minutazo al suizo. Se rumorea que fue para perder el tiempo, pero solo son rumores. Ahora, en otro momento decisivo como el de ir ganando en el 70 con holgura al siempre competitivo Huddersfield Town, Klopp concedió 17 minutos de oro de nuevo al centrocampista ofensivo internacional por Suiza. ¿Amor, odio o pena? ¿Será que Shaqiri no está en forma? Lo cierto es que a nadie parece importarle demasiado.
Keita y Henderson hacen olvidar su ausencia
Su no presencia parece no inquietar o preocupar demasiado a la gran mayoría de la afición Red, y tampoco al resto de aficionados al fútbol. Excepto en Suiza, que desconozco si preparan catapultas con dirección a Klopp. Más allá de críticas al técnico alemán por no dar descanso a sus estrellas, no se escucha nada sobre el pobre y menudo suizo. Puede ser que sea normal que no se diga nada porque el Liverpool sigue ganando. Está en semifinales de la Champions y a un punto del liderato de la Premier con una racha de victorias imponente. En gran parte, debido a la participación positiva de protagonistas secundarios como Jordan Henderson o Naby Keïta, jugadores que han mejorado prestaciones y mantienen al Liverpool arriba a la vez que hacen olvidar a Shaqiri en el tramo decisivo de la temporada, con el partido del Camp Nou ante el Barcelona en el horizonte. Veremos si el suizo aparece como sorpresa al final de la temporada como si de una obra de teatro se tratase, o si, por el contrario, donde aparece es en la cola del INEM.