Iker Casillas vuelve a visitar el condado de Merseyside, más concretamente al Liverpool y su fortín, Anfield. Por el noroeste de Inglaterra, algunos aficionados todavía recordarán la exhibición que dio el meta durante la temporada 2008/2009, todavía en el Real Madrid y a su máximo nivel, que no fue mediano precisamente.
¿Recuerdan a Vicente Boluda y su famoso “chorreo”? Pues bien, el manguerazo les salpicó a él y su equipo en plena cara aquella noche. En aquel formidable partido de empuje del Liverpool, Casillas no pudo evitar la que fue una contundente derrota (4-0) en la vuelta de los octavos de final de la Champions League, aunque lo que si evitó fue una debacle todavía mayor con hasta siete paradas. Por no decir paradones memorables casi imposibles, dignos de coleccionista. Aquello no evitó frenar el camino del Liverpool y pasar de ronda. Por lo menos en aquella edición.
Esa Orejona terminaría conquistándola, curiosamente, el Barcelona de Pep Guardiola, actualmente entrenando al Manchester City y manteniendo una lucha encarnizada con el propio Liverpool por levantar el próximo cetro de la Premier League. ¿Podría haber más actores con historias entrelazadas en lo que parecería un culebrón?
El cancerbero volvería años más tarde, en la temporada 14/15, para enfrentarse al equipo Red en la fase de grupos de la Champions League. Esta vez, las cosas fueron bastante bien diferentes, y el resultado no pudo evidenciarlo de mejor manera. Un tajante 0-3 a favor del equipo merengue dejaba al Liverpool tocado y a las puertas de salida de la siguiente ronda de la ansiada copa. Finalmente, caerían eliminados en el último partido de la clasificación en Anfield ante el Basilea con un empate a uno (previo golazo de falta de Steven Gerrard, no podría ser otro) que dejaba en la afición una sensación mixta que desprendía cierto aire de desilusión, desánimo y de que se podría haber hecho mucho más tras sólo una victoria en seis partidos.
Casillas se fue del Real Madrid, o le “invitaron a salir”, a estas alturas y ninguno de nosotros conocemos la verdadera historia. El caso es que su periplo por la Champions no había terminado, el arquero español todavía no había dicho su última palabra. Su fichaje por el Oporto sorprendió y alegró a propios y extraños a partes iguales. El buen hacer del portero le permitió seguir acumulando partidos de la máxima competición del continente europeo y ampliar su cifra hasta llegar a convertirse en el jugador con más partidos disputados hasta la fecha en dicha competición. Vamos, toda una leyenda viva del deporte.
Todo parecía destinado a un guion perfecto. Sin poder saberlo, en el futuro, Casillas tendría que enfrentarse al Liverpool en los octavos de Champions. Meses antes de que todo ello tuviese lugar, Iker tuvo que conformarse con ver los partidos desde el banquillo, mientras su puesto lo ocupaba José Sá, tanto en la Primeira Liga como en Champions. «Casillas ha sido suplente por no entrenarse con exigencia», palabras textuales del todavía técnico del equipo portugués, Sérgio Conceiçao. Poco después se especularía entre los medios que el guardameta era suplente por su obsesión con el móvil y las redes sociales.
Por supuesto, no podía colgar los guantes sin volver a visitar Anfield y cerrar su idilio con aquel estadio, en lo que parecía que sería su última temporada en activo. El partido, con la eliminatoria completamente sentenciada ya en la ida por 5-0 por parte del Liverpool, terminó con empate a cero. Los aficionados del conjunto Red, siempre atentos y sabiendo reconocer méritos, homenajearon al jugador en el que parecía ser su último partido de Champions League. Después resultó no ser así.
Hoy, el considerado mejor portero de la historia de España, y por muchos uno de los mejores porteros de la historia del fútbol, volverá a sentir el calor de las gradas de ese estadio tan peculiar como casi familiar para él. Esta vez no habrá ningún tipo de dudas y será titular (si nada se tuerce a última hora), preparado para frenar todas y cada una de las envestidas que recibirá por parte de los Roberto Firmino, Sadio Mané y Mohamed Salah. ¿Volverá a lucir Casillas ese característico “Santo” sobre el césped como lo hizo hace una década? Su fantasma volverá a planear por la portería y con este, una cantidad enorme de recuerdos en Anfield.