Jordi Cardero

El impacto de Jadon Sancho

¿Están empezando los jóvenes futbolistas ingleses a buscar fuera las oportunidades que no tienen en su país? Jadon Sancho es el caso de un jugador talentoso que ha volado a Alemania para ganar experiencia y peso cuando en Inglaterra no podía encontrar su hueco.

El fichaje de Jadon Sancho por el Borussia Dortmund propició algo -casi- inédito: la fuga de un talento inglés fuera del país. Pep Guardiola reconoció que no pudo convencerle para que se quedara en Manchester: “Llegamos a un acuerdo. Le ofrecimos el mejor contrato de la Academy, pero decidió marcharse a Alemania”. Así pues, se presentó un escenario que trajo preguntas aún por resolver: los jóvenes talentos con gran potencial, su desarrollo en la liga de filiales, las infinitas cesiones e, incluso, el futuro de los Three Lions.

La eclosión de clubes europeos que apuestan firmemente por las promesas del mañana ha crecido durante los últimos años. El mismo Dortmund, el Monaco o el RB Leipzig son ejemplos de ello. Firman futbolistas que apenas llegan a los veinte años para darles una oportunidad en el primer escalón futbolístico, se revalorizan y -en la mayoría de los casos- fichan por otro club a cambio de una jugosa cantidad de dinero. Sin embargo, ni Guardiola ni ningún otro dirigente Citizen imaginó la fuga del mayor talento de su cantera. Con Sancho en Alemania, el entrenador catalán ha apostado especialmente por dos jugadores recién salidos de la academia: Phil Foden y Brahim Díaz. El centrocampista británico se convirtió en el jugador más joven en debutar en la Champions League, con poco más de diecisiete años. Ambos han entrado en las convocatorias de los Skyblues de forma más o menos regular, aunque destronar a los Kevin De Bruyne o David Silva aún queda lejos. Demasiado, pensó Sancho, respecto a Leroy Sané o Raheem Sterling.

Y es que uno de los debates en alza es cómo debe gestionar cada país el desarrollo de los jóvenes. En este sentido, la UEFA nunca ha adoptado por un plan único, sino que son las propias federaciones quienes deciden. En el caso inglés, se disputa una liga de filiales. Una coyuntura opuesta a España, donde los filiales pueden llegar a competir, como máximo, hasta Segunda División, siempre y cuando el primer equipo compita en Primera. El mismo Guardiola ha sido una de las voces que ha criticado el sistema de competición de las islas. “El problema que tenemos en Inglaterra los entrenadores con respecto a los filiales es que no compiten; sólo juegan entre ellos”, justificó el entrenador catalán.

No obstante, los resultados de las selecciones inferiores en los últimos torneos han sido muy positivos. Inglaterra fue campeona del mundo Sub-20 y Sub-17 en 2017, y también ganó el europeo Sub-19 el mismo año. Aunque el periodo de traslación entre el jugador como promesa y la adaptación al primer equipo sigue siendo considerable. Dominic Solanke, que cambió Stamford Bridge por Anfield, ganó el Balón de Oro del Mundial sub20, pero no le valió para tener minutos asiduamente con Jürgen Klopp. Pasó de ser el relevo natural de Roberto Firmino a ser el suplente del suplente, ya que el técnico alemán recuperó del ostracismo a Daniel Sturridge, que pasó medio año en el West Bromwich Albion y descendió a Championship.

Precisamente, una de las alternativas a calentar banquillo -sobre todo en los grandes clubes de la Premier League- es buscar una salida en forma de cesión con el fin de derribar la puerta de la eterna suplencia en el momento de regresar. Aun así, el Chelsea ha apostado por uno de los extremos: enviar de Erasmus a una infinita cantidad de jugadores. Lo más probable es que Roman Abramovich desconozca que tiene en propiedad a algunos de ellos. España, Francia e Italia son algunos de los clásicos destinos de los canteranos Blue, pero también aparecen en la lista Serbia, Holanda o Escocia.

Sancho, por el contrario, decidió cambiar por completo el contexto cuando fichó por el Dortmund. Tras una primera temporada en la que sumó una docena de encuentros con el primer equipo, en esta segunda campaña el internacional inglés ya está despuntando. Lucien Favre le está utilizando sin prisa alguna, puesto que es desde el banquillo y como revulsivo cuando más ha aportado al equipo. Jugando como extremo derecho -la banda izquierda y parte de la mediapunta es innegociable para Marco Reus- se ha convertido en el máximo asistente de la Bundesliga, con un total de seis pases de gol. Gareth Southgate le otorgó el mismo rol e idéntica posición en su primer partido con los Three Lions. Debutó ante Croacia, en la UEFA Nations League, la primera vez que entró en una convocatoria con la selección absoluta. Y no fue una lista más, su presencia no fue circunstancial. Además del extremo, también entraron James Maddison y Mason Mount, que -casualmente- acumula su segunda cesión consecutiva como jugador del Chelsea (Jugó en el Vitesse, uno de los destinos comunes de los Blue, y ahora lo hace en el Derby County de Frank Lampard).

Southgate valoró positivamente el movimiento de Sancho a Alemania: “ha tenido el valor suficiente como para irse fuera y ya ha sido titular en dos partidos de Liga de Campeones”. Incluso el capitán Harry Kane no dudó en elogiarle tras su debut, afirmando que tiene “un futuro brillante”. No sabemos si Jadon Sancho será el efecto mariposa que provoque un cambio de perspectiva en Inglaterra o si simplemente será un caso aislado. Pero Sancho, por si mismo y aún con dieciocho años, ha presentado un escenario inédito a las próximas generaciones. 

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