Ilie Oleart

El Manchester City tiene la defensa más cara de la historia, ¿pero es la mejor de la liga?

La línea defensiva del Manchester City tiene un coste cercano a los 200 millones de libras. Pero quizás ni siquiera ese dispendio sea suficiente para convertirla en la mejor de la Premier League.

Sir Alex Ferguson solía decir que “los delanteros ganan partidos pero las defensas ganan campeonatos”. El legendario exentrenador del Manchester United sabía lo que se decía. En ocho de las últimas quince ediciones de la Premier League, el ganador ha sido el equipo menos goleado. Y en solo una de ellas (curiosamente, el último Manchester United campeón, con Fergie al frente), el campeón no fue uno de los tres equipos menos goleados de la liga. En otras palabras, aunque los delanteros se llevan los titulares y los aplausos, los defensas son al menos igual de importantes.

Esa era precisamente una de las lecciones de la biblia de los fichajes, el fantástico “Soccernomics” de Simon Kuper y Stefan Szymanski: si los delanteros son más caros que los defensas pero ambos tienen la misma importancia en el devenir del equipo, es más sabio invertir en los segundos que en los primeros. Sin embargo, los autores escribían en una época en que el mejor defensa del mundo costaba diez millones de libras y el mejor delantero costaba treinta. Esos tiempos, no obstante, parecen haber quedado atrás.

De los siete fichajes más caros cerrados en este mercado estival, tres son defensas: Kyle Walker, Benjamin Mendy y Leonardo Bonucci. Si el traspaso de Virgil van Dijk hacia el Liverpool, el Chelsea, el Manchester City o el equipo que logre arrancarle de Southampton se acaba cerrando, esa cifra aumentará. El fútbol moderno parece haberse dado cuenta de la importancia ofensiva de los laterales para generar amplitud y de los defensas centrales para salir jugando desde atrás. Y eso cuesta.

Con los fichajes de Mendy y Walker, el Manchester City ha formado la línea defensiva más cara de la historia. Lejos quedan los tiempos en que los clubes componían sus defensas tirando de la casa, como el Milan de Arrigo Sacchi, que juntó a Paolo Maldini, Franco Baresi, Alessandro Costacurta y Mauro Tassotti por las tres liras y media que debió pagar el equipo milanista a la Lazio por Tassotti (los otros tres eran canteranos). O en los que José Mourinho creó el equipo menos goleado de la historia de la Premier League, el Chelsea 2005-06, que encajó solo 22 goles en 38 jornadas. Aquella línea de cuatro, formada por Asier Del Horno, William Gallas, Ricardo Carvalho y John Terry, le costó a los Blues un total de 34,2 millones de libras (de los cuales, 20 fueron destinados a Carvalho).

Unas cifras que contrastan con lo que ha abonado el Manchester City por componer su línea defensiva actual. Los fichajes de Benjamin Mendy, Kyle Walker, Nicolás Otamendi y John Stones totalizan 177,4 millones de libras sin incluir pagos variables, según el portal especializado Transfermarkt. A ellos todavía podríamos añadir los 25 de Danilo y Eliaquim Mangala o los casi 50 invertidos en los dos porteros, Ederson y Claudio Bravo. La defensa de los Citizens es la más cara del mundo pero ¿es la mejor de la liga?

Benjamin Mendy fue posiblemente el mejor lateral izquierdo de la Ligue 1 la temporada pasada (con permiso de Fernando Marçal, recientemente fichado por el Olympique Lyonnais del Benfica tras jugar cedido en el Guingamp). Es difícil encontrar un lateral derecho que rindiera mejor que Kyle Walker en la pasada Premier League (Antonio Valencia sería el único que podría competir por ese honor). Con independencia de las cantidades abonadas por sus traspasos, es innegable que Pep Guardiola ha reclutado a dos de los mejores laterales de Europa la temporada pasada.

En el eje de la zaga, persisten las dudas. El Manchester City lleva un lustro tratando de hallar un acompañante convincente para Vincent Kompany. El belga debe sentirse como un taxista: todo el día en su taxi viendo pasar clientes uno tras otro. Por su lado han pasado Joleon Lescott, Matija Nastasic, Stefan Savic, Eliaquim Mangala y Nicolás Otamendi. Los Citizens por fin parecen haber dado con el central que tanto tiempo llevaban buscando con el argentino. A pesar de un inicio difícil y algunos errores de bulto, lo cierto es que Otamendi se ha establecido como uno de los mejores defensas centrales de la liga. Otra cosa es si es el tipo de central que Guardiola requiere para su juego asociativo. El argentino es limpio al corte, aceptablemente rápido, domina el juego aéreo y es pegajoso en el marcaje. Pero sufre cuando equipos como Liverpool o Tottenham realizan una presión asfixiante sobre los rivales en campo contrario, a pesar de exhibir unos datos elevados en cuanto a pases: 65 de media por partido y un acierto del 88,2%.


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Jan Vertonghen y Toby Alderweireld presionan a Pedro durante el Tottenham-Chelsea del pasado enero (Mike Hewitt/Getty Images).


Con el propósito de remediar las carencias de Otamendi, Guardiola pagó una fortuna por el joven John Stones. El inglés cree con los ojos cerrados en el entrenador catalán y se ha puesto en sus manos para dejar que moldee su juego. Las cifras así lo demuestran: 55 pases por partido y un acierto del 91,7%. Guardiola está tratando de convertir a Stones en una especie de Gerard Piqué. De ahí que el inglés conduzca con valentía por el centro de la cancha para atraer rivales y luego jugar fuera o sus incursiones en la medular para generar superioridades.

La temporada pasada, el equipo menos goleado de la liga fue el Tottenham Hotspur. La línea formada por Danny Rose (o Ben Davies), Jan Vertonghen, Toby Alderweireld y Kyle Walker fue sin duda la más sólida. La marcha de Walker, a pesar de la presencia de Kieran Trippier, supone un revés para Mauricio Pochettino. Aunque la línea defensiva de los Spurs es la más fiable de la liga en su zona central, el Manchester City posiblemente le gane la partida en los laterales con Mendy y Walker sobre Rose/Davies y Trippier.

El Manchester United fue el segundo equipo menos goleado de la liga la pasada temporada con la línea formada por Antonio Valencia, Eric Bailly, Marcos Rojo y Daley Blind. Aunque también tuvieron su cuota de participación Phil Jones, Matteo Darmian, Chris Smalling y Luke Shaw, esos cuatro jugadores fueron los preferidos por José Mourinho cuando estuvieron físicamente en condiciones. Con la llegada de Victor Lindelöf, la línea defensiva da un salto cualitativo. Es de presuponer que el sueco formará el eje de la zaga junto a Bailly, el incombustible Valencia seguirá en el costado derecho y habrá una pugna feroz por el puesto vacante en la izquierda entre Blind, que parte con ventaja, Darmian y Shaw, que es el que tiene menos opciones. Una línea que rindió el curso pasado y ha mejorado este verano que parece un escalón por debajo de las de Manchester City y Tottenham.

El campeón Chelsea fue el tercer equipo menos goleado y el único entre los mencionados que apostó regularmente por la línea de cinco, con Marcos Alonso y Victor Moses en los costados, y Gary Cahill, David Luiz y César Azpilicueta en el eje. Una línea muy sólida en defensa posicional que es capaz también de generar amplitud y profundidad por medio de sus carrileros en fase ofensiva. La llegada de Antonio Rudiger por Kurt Zouma y John Terry debería dar más opciones a Conte, que podría incluso colocar al alemán en el eje y trasladar a Azpilicueta al costado derecho en lugar de Moses cuando los partidos requieran un carrilero de corte más defensivo. El entrenador italiano todavía está esperando un carrilero más (su deseo era Alex Sandro) para apuntalar una zaga que parece a la altura de las mejores.

Liverpool y Arsenal (quinto y sexto equipo menos goleado, respectivamente) parecen un escalón por debajo. Jürgen Klopp padece una deficiencia crónica en el lateral izquierdo, donde ha tenido que recurrir a James Milner como solución de emergencia, que espera haber solucionado con el fichaje de Andy Robertson procedente del Hull City. Joel Matip y Dejan Lovren son una pareja apañada pero que ha exhibido muchas carencias tanto en defensa como en ataque este curso. Nathaniel Clyne es el elemento más fiable de la línea defensiva.

Arsène Wenger renunció a su tradicional defensa de cuatro tras veinte años y apostó por la moda de los tres centrales. Alex Oxlade-Chamberlain ha sido un hallazgo en el carril derecho mientras que Rob Holding ha cumplido con creces a pesar de su edad en la zona central y luchará con Nacho Monreal, Per Mertesacker y Gabriel por acompañar a los fijos Laurent Koscielny y Shkodran Mustafi. En principio, Sead Kolasinac debería ocupar el carril izquierdo pero Monreal podría arrebatarle el puesto.

Si nos atenemos al dicho de Ferguson y a los números de los últimos quince años, la liga parece una batalla cerrada entre Manchester City, Tottenham y Chelsea. Pero toda regla tiene su excepción: los campeones de las dos últimas temporadas (Leicester y Chelsea) fueron solo el tercer equipo menos goleado de la liga.

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