3 – TOTTENHAM: Lloris; Walker (Trippier, 90), Dier, Vertonghen, Rose; Wanyama, Winks, Dembelé (Son, 72), Eriksen; Kane, Janssen (Ali, 69).
2 – WEST HAM: Randolph; Cresswell, Ogbonna, Reid, Kouyaté; Obiang, Lanzini, Antonio, Payet (Nordtveit, 85); Ayew (Zaza, 60), Sakho (Fernandes, 60).
GOLES: 0-1, m.24: Antonio. 1-1, m.51: Winks. 2-1, m.68: Lanzini (p). 2-2, m.89: Kane. 3-2, m.91: Kane (p).
Poca acción en los primeros compases de la velada, hasta el minuto seis cuando Christian Eriksen vio como le era anulado un gol por fuera de juego. Acertó Mike Dean. Poco después, probaba suerte Harry Kane desde la frontal, pero se le marchaba desviado por poco.
El peso del partido lo llevaba un Tottenham que era incapaz de traducirlo en ocasiones, y en estas que en el minuto veinticuatro Cheikhou Kouyaté estrelló un balón en el larguero a la salida de un córner, cuyo rechazo lo cazó Winston Reid que sirvió magistralmente para un Michail Antonio que fusiló con un frentazo a Hugo Lloris para hacer estallar de locura a los aficionados Hammers y tener la coartada perfecta para bailar el «Thriller» de Michael Jackson.
El gol le dio más brío a los de Mauricio Pochettino, que se trataron de volcar sobre la portería de Darren Randolph, pero sin ningún tipo de acierto, ya que el West Ham redobló sus ya de por si eficientes esfuerzos defensivos, armando una muralla colectiva que mandó el partido en ventaja al descanso.
El guión de los de Slaven Bilic se desmoronó bien pronto, ya que el debutante Harry Winks empataba el partido en el minuto cincuenta y uno tras una buena internada de Danny Rose, que centraba para Vincent Janssen el cual no atinó a batir a Randolph a bocajarro, pero al quedar el rechazo expedito para Winks, el 1-1 subió al marcador.
El Tottenham lo siguió intentando, y Eric Dier pudo poner el 2-1 con un cabezazo que desbarató Randolph con un paradón. Poco después cambiaría el partido por completo, cuando Mike Dean señaló un penalti algo light de Janssen sobre Reid que convirtió con maestría Manuel Lanzini.
Los Spurs quedaron descompuestos tras el gol, y en la recta final un recién ingresado Simone Zaza se equivocaba al asistir muy tarde a un Dimitri Payet que pudo devolver a Zaza que no pudo articular un disparo peligroso desde el borde del área.
El vuelco final en la noche londinense se precipitó merced a una cantada de Randolph que habilitada a un Kane que desde el área pequeña y sin portero no acostumbra a fallar. Solo un minuto después Havard Nordtveit cometía un inocente penalti sobre Heung Min Son con el que Kane culminaría la remontada y haría saltar de júbilo a la mitad del norte de Londres en un final de partido apoteósico.