Cuando Julio Verne escribió La vuelta al mundo en ochenta días, nadie creyó nunca que pudiera llegar a ser una obra biográfica. “La Tierra es más pequeña, puesto que puede ser recorrida diez veces más rápido que hace cien años”, escribió el francés en la novela de Phileas Fogg, llevando a su personaje por los recovecos más insospechados del globo. Y al igual que la tinta de Verne arrastró a Fogg por París, Shanghai o Calcuta, el fútbol ha llevado a Álex Rodríguez Gorrín a pasear sus botas, y su modesto equipaje, por una gran parte de la superficie terrestre.
El actual mediocentro titular del Oxford United, que goza de un gran momento de forma, ha dispuesto de algo más de 80 jornadas para completar su viaje, pero no se ha pasado de los 26 años. Y es que, a pesar de su juventud, ha visto con sus propios ojos el océano Pacífico, el Atlántico, el Mar Negro, y el Mar del Norte. Ha completado más de 100 partidos de fútbol profesional en su vida. Todo, desde que saliera de Sunderland en 2014, y se lanzara a la aventura. Una de la que todavía no ha salido.
*La entrevista se realizó antes del comienzo del playoff de ascenso a Championship de League One.*
Lo primero de todo, ¿cómo has vivido la cuarentena en Inglaterra?
Como no sabíamos cuándo iba a empezar la liga, me quedé aquí. Sabía que en casa -es tinerfeño- no fue fuerte como el resto de España, y mi familia estaba bien, y decidí quedarme a esperar a ver lo que pasaba. La pasé como todos, un período difícil, con muchas incertidumbres, pero ,aunque fue duro, hemos salido adelante y ya se ve la luz al final del túnel.
Como bien has dicho, eres de Tenerife, y en 2009 acabas en Sunderland. ¿Cómo sucedió aquello?
Había un scout de Sunderland en Tenerife que me recomendó para ir al equipo. Yo fui allá, hice una prueba, me salieron las cosas bien, y me volvieron a invitar. Hice otra prueba, de ahí me ofrecieron un contrato, y me pareció una buena opción tanto para mí como para mi familia y decidimos firmar con ellos.
Allí estuviste desde el 2009 a 2014 y llegaste a compartir equipo con Jordan Pickford, John Egan, y Carlos Cuéllar entre otros. ¿Qué te llevas de aquella experiencia en Sunderland a pesar de no haber podido debutar en Premier?
Fue una experiencia muy positiva. Fui allí como un adolescente, como un niño por así decirlo, y cuando salí de ahí era ya un hombre, era más independiente, aprendí muchísimo futbolísticamente… y tuve buenos entrenadores. También me llevé amigos de allí, como John Egan, con el que aún tengo relación ahora, o Carlos Cuéllar, con el que de vez en cuando me mando mensajes. Me hubiera gustado debutar, obviamente, y haber jugado en el primer equipo, pero hay veces que las cosas no pasan como uno quiere.
Cuando acabas contrato en Sunderland, te vas a Wellington Phoenix, en Nueva Zelanda. Un cambio, a priori, brusco. ¿Cómo llevaste la adaptación?
Fue un cambio grande, la verdad. Porque vas de Europa a Nueva Zelanda, la otra punta del mundo. La temporada antes -2013/14- tuve dos lesiones, volví de una del tobillo y me lesioné de la rodilla y no pude completar una buena temporada. Wellington vino, me ofreció 3 años de contrato, porque me habían visto y al entrenador le gustaba mucho, y lo que me ofrecía era continuidad y jugar partidos a un nivel profesional. Lo que necesitaba. Allí sólo puedes tener 5 jugadores de fuera y yo sería uno de ellos, y me pareció una oportunidad. Aunque a priori parezca un poco descabellada porque te vas a la otra parte del mundo, pero como iba a jugar a un nivel profesional con continuidad decidí hacerlo, después de discutirlo con mi familia.
Nada más llegar a Wellington, jugáis varios partidos contra equipos Premier, uno de ellos el West Ham, y marcas y asistes en tu primer encuentro. ¿Fue un mensaje al Sunderland por no haber debutado con ellos?
(Se ríe). Estaba muy motivado en estos partidos, porque el último año sobre todo estaba muy bien, me sentía con confianza, y a lo mejor si me hubieran dado la oportunidad yo sentía que hubiera hecho un buen papel. Y cuando fui para allá, y ya habían confirmado aquellos partidos, tuve muchas ganas de ver lo que se podía hacer. Y las cosas salieron bien.
De aquella experiencia en Nueva Zelanda, que fue en la que más tiempo has estado -3 temporadas-, ¿qué es lo que te queda?
Lo que me llevo son los partidos que jugué, el haber tenido otro estilo de vida, que la gente allí es muy humilde, que te acoge desde el minuto 1, y que fue mi primera experiencia como futbolista profesional. Y mi primera experiencia lejos de casa. Porque en Inglaterra estás fuera de casa, pero si estás un poquito “embajonado”, te coges un avión un fin de semana, o la familia viene de visita, y quieras o no, no estás realmente lejos. 4 horas de vuelo no son nada. Pero con Nueva Zelanda hay un vuelo que son 24 horas, que va por Doha, Melbourne, y es otro mundo. Son cambios de horarios, y aunque tienes amigos, no tienes a la familia como la tenía antes. Fue algo que me hizo crecer, y otra experiencia más. Yo siempre veo las cosas desde el punto de vista de crecer, y positivo.
Después de aquello, vuelves a estar un poco más cerca de casa, en Portugal, aunque estás poco tiempo y después acabas en Rumanía. Esa temporada -la 2017/18-, debió de ser difícil.
Fue un proceso difícil. Primero en Boavista, donde fui con mucha ilusión porque tenía la confianza del entrenador, y fue él el que me trajo, y cuando vienes de Asia a Europa lleva un proceso de adaptación porque el ritmo y la competición son diferentes. Y yo soy un chico trabajador, y sabía que tarde o temprano iba a coger ese ritmo. Obviamente, empecé de menos a más, y cuando ya estaba cogiéndolo, los resultados no estaban saliendo como nosotros queríamos y el entrenador se fue. Al entrenador que llegó no le gustaba, porque a mí me había fichado el entrenador anterior, y él quería ir con otro tipo de jugadores, y me apartó y fue una experiencia algo desagradable. Pero lo único que te queda en esas situaciones es seguir trabajando para cuando tengas otra oportunidad tú puedas rendir.
¿Cómo fue lo de Rumanía?
Fue una experiencia muy buena. Fui con mentalidad abierta, y fue súper positivo. Cuando yo llegué el equipo estaba luchando por sobrevivir, y cuando yo fui para allá el equipo firmó 10-12 jugadores, cambió la plantilla al completo, porque el objetivo era quedarse en la primera división y la transformaron al completo en invierno. Yo fui uno de ellos, había otro chico de barcelona -Albert Dalmau-, había un escocés, un croata, otro portugués… y todos nos quedamos en la ciudad donde estaba el equipo -Sfântu Gheorghe-. Hicimos un buen grupo, nos lo pasamos muy bien, salvamos al equipo e hicimos las cosas bien. Jugué bastante, y fue una experiencia positiva, después de lo de Boavista.
Inglaterra, Nueva Zelanda, Portugal, Rumanía… y de ahí a Escocia. Con 26 años has estado ya en 6 países, 2 continentes, y jugando 1 año o 6 meses como mucho en cada equipo. ¿Cómo se lleva tanto cambio de residencia?
Es complicado. Es una parte del fútbol que es complicada, y a mí me ha tocado cambiar mucho. Pero yo siempre lo he visto como varias oportunidades. Intento verlo siempre pensando en qué es lo mejor para mi carrera deportiva, y si es una oportunidad buena, voy a por ella. Y me ha tocado así, ir a donde me han salido las mejores oportunidades, e ir a dar todo por el equipo en el que juego, y siempre con el afán de mejorar e ir a más.

En Motherwell -Escocia- el año pasado jugaste muy bien, y llamaste la atención de ojeadores de las divisiones profesionales de Inglaterra, y se te llegó a relacionar con equipos de Championship. ¿Cómo es que acabaste en League One con el Oxford?
Los primeros 6 meses en Motherwell fueron duros, porque es difícil tener siempre un proceso de adaptación cuando cambias tanto de sitio. Cada fútbol es diferente, y siempre necesitas de un tiempo para adaptarte. Pero la verdad es que cuando me dieron continuidad, en los últimos 6 meses, y el equipo jugó y funcionó muy bien. Y eso siempre ayuda, porque cuando mejor juega el equipo, más scouts te están mirando. Y cuando los resultados van a tu favor, es incluso mejor, porque a veces haces un buen papel pero los resultados no acompañan y no tienes ese reconocimiento.
¿Y cómo acabaste en Oxford?
Disculpa, que me enredo un poco (se ríe). Pues el Oxford habló con mi agente, y desde el principio, en abril del año pasado, estuvieron en contacto. Habían visto muchos de mis partidos, el entrenador había ido a Escocia a verme, habló conmigo. Y fue cuando hablé con él y me dijo lo que quería de mí, cómo iba a mejorarme, y el objetivo del club y el camino que querían seguir, y me convenció. Me dijo que iba a tener continuidad, a ser un jugador importante, y que lo que necesitaba yo era eso, jugar partidos, y que la League One era una liga competitiva. Y yo cuando estuve en Inglaterra yo la conocía, porque teníamos el Hartlepool al lado nuestro, y yo iba a ver partidos, y sabía que era una liga fuerte. Lo hablé con mis agentes, que pensaron que era una buena opción, y estoy muy contento. Ha sido una temporada dura, con muchos partidos, pero siento que he crecido como jugador, futbolísticamente.
Son temporadas con muchos partidos, con las copas por el medio…
Sí, terminas jugando muchos partidos. Martes-sábado, martes-sábado, y la verdad es que es una diferencia con todos los países en que yo he estado, que es sábado-sábado. Que quieras que no, si tienes un resultado negativo, tienes toda la semana para prepararte, y más tiempo. Aquí ya no sirve si tienes positivo o negativo, aquí tienes el martes otro partido, y tienes que prepararte para él y rendir. Y la verdad es una experiencia muy “guapa” pero que desgasta mucho.
Aún así, has brillado este curso, liderando la liga en tackles e intercepciones. ¿Cómo ha sido la temporada en tu opinión?
La verdad es que, como el míster me dijo que tenía toda su confianza y su apoyo y me veía como una parte importante del equipo, así ha sido. Me siento bien, tenemos un buen equipo, jugamos un buen fútbol, el que yo también interpreto y me gusta, y cuando hay ese “match” tú das lo mejor al equipo. Jugamos con un 6, la posición en la que me siento más cómodo, en la que jugué en Escocia, y estoy muy a gusto. Con ganas de que llegue el playoff ahora.
Precisamente, y aunque no es polémica, porque es lo que hay por la pandemia, sí que hay algo digno de comentar. Antes de que se parara la liga por el coronavirus, el Rotherham, que ascendieron directamente, estaba en una racha negativa, y vosotros llevábais 5 victorias seguidas -acabaron a 2 puntos de distancia-. ¿Cómo sienta eso de cara al parón?
A ver, te frustra un poco. Nosotros, como dices, íbamos en una racha muy positiva y ascendente, con 5 victorias y el siguiente partido era el MK Dons en casa, donde somos muy fuertes, y ellos estaban pasando un mal momento. Nos “jode” un poco, pero son cosas de la vida. También te lo puede decir el Peterborough, que tienen muy buen equipo y se quedaron fuera del playoff, o el Sunderland, un equipo muy grande que también quedó fuera. Se suspendió porque se tenía que suspender, hay cosas más importantes que el fútbol en la vida, y ahora tenemos una oportunidad para subir. Dos partidos contra el Portsmouth, que van a ser partidos muy duros -acabaron 1 a 1 en el primer enfrentamiento-.
Ya que vuelves a mencionar al Sunderland, debemos hablar de tu debut con el Oxford. Si no me equivoco, fue ante tu ex-equipo. ¿Cómo viviste ese momento?
Fue algo curioso, ¿no? Te vas a un equipo nuevo, y un equipo en el que tú jugabas es el primer partido de liga en el campo de ellos. Cuando salió el calendario, estaba en el aeropuerto con mi padre, y vimos que el primer partido era contra el Sunderland y fuera (empieza a reírse). La verdad es que fue un buen partido, porque ellos eran favoritos para subir. Empatamos allí 1-1, hicimos un buen partido, y mi familia también vino a verme. Vi caras conocidas, como el entrenador con el que yo estuve en la Academia, al que yo tengo mucho aprecio, que es una leyenda del club, Kevin Ball. Fue una experiencia bonita.
Volviendo al playoff, serán 4 meses sin jugar cuando vayáis a disputarlo. ¿Cómo se afronta algo tan importante como un ascenso, tras tanto tiempo sin jugar?
Va a ser un partido muy difícil, pero ellos también llevan 4 meses sin jugar, así que estamos en igualdad de condiciones por así decirlo. Obviamente, nosotros tenemos una buena plantilla, y son dos partidos muy importantes, y vamos a ver cómo salen.