Ser aficionado del Newcastle United implica necesariamente algún tipo de desequilibrio racional. Hace medio siglo que el club no gana ningún trofeo relevante y su actualidad está marcada por la supervivencia deportiva a una crisis institucional constante. Es por esa pasión suicida que la de los Magpies es una de las aficiones más peculiares de Inglaterra: además de su inquebrantable fidelidad, han dejado para la hemeroteca infinidad de capítulos de curiosidades e historias inverosímiles, y en La Media Inglesa hemos querido resumir en un pequeño ránking las diez mejores. Unas por su surrealismo, otras por su humor, algunas por su fanatismo desbordado, pero todas, en definitiva, puro Newcastle.
10. Amor ciego
Nunca antes eso de que el amor es ciego había tenido más sentido. Wendy Simpson es con toda seguridad la persona que más kilómetros ha recorrido nunca por el Newcastle… con menos partidos vistos. Junto a su perro Sammy siguió al club durante los años 80, 90 y 2000, acudió a todos los encuentros como locales y visitó muchísimos estadios rivales, pero sólo vio un partido durante todo ese tiempo: uno en homenaje a Peter Beardsley. ¿La razón? Pasó todos esos años como chófer de su hijo Ian, hincha blanquinegro desde los diez años. Wendy y Sammy esperaron siempre en el párking mientras Ian animaba en la grada.
9. Peor que una ciudad galesa
Bwlchgwyn. Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch. No, quien redacta estas líneas no ha decidido escribir el resto del artículo dando cabezazos al teclado. Son nombres de ciudades galesas. Como sólo con buen humor puedes sobrevivir a la sequía de éxitos que arrastra el Newcastle, sus seguidores son de los más ocurrentes del panorama futbolístico. En 2014, indignados por el rendimiento del equipo bajo las órdenes de Alan Pardew, aprovecharon la visita a Swansea para desplegar una pancarta para la historia. «No es una ciudad galesa, es nuestra forma en 2014», rezaba junto al registro de resultados del club, con muchas L (‘loss’, derrota), algunas D (‘draw’, empate) y pocas W (‘win’, victoria). El partido, para no perder la costumbre, acabó con empate a dos.

8. Innovando en cuidados cutáneos
Seguro que la policía inglesa ha escuchado todo tipo de excusas de hinchas arrepentidos al haber sido detenidos tras saltar al césped en pleno partido, pero ninguna como la de Reece Smailes. Este fan del Newcastle viajó al John Smith’s Stadium en 2017 para apoyar a los Magpies contra el Huddersfield Town y, después de que Dwight Gayle marcara el 1-3 definitivo, invadió el campo entre la locura del sector visitante. Él, sin embargo, explicó que lo hizo por pura necesidad: Smailes, que acababa de tatuarse las siglas del club en la barriga, fue presionado en esa zona del cuerpo contra la barra de seguridad por el resto de aficionados que celebraban el gol y salió corriendo para poner a salvo su nuevo tatuaje. Sus argumentos no fueron muy convincentes, así que tuvo que pagar una multa de 500 libras.
7. Ojo por ojo
Sí, el tatuaje de Smailes fue doloroso y de dudosa belleza, aunque tiene incluso encanto comparado con una de las mayores locuras estéticas que se han perpetrado en nombre del Newcastle. Andrew Canavan, un aficionado de 35 años que perdió un ojo dos décadas atrás, se cambió en 2013 el que tenía de cristal por uno personalizado con el escudo del club. Después de pagar 150 libras y cometer un crimen contra el buen gusto, logró convertirse oficialmente en el hombre con la pupila más hortera del planeta.

6. La cebra y el Newcastle
Según el Sunday Sport, John Kearsley estaba celebrando con su familia en 2015 el décimo aniversario de su boda en Tanzania cuando la tragedia y el surrealismo se dieron la mano. Durante un safari en el que Kearsley llevaba su camiseta del Newcastle y varias cervezas de más, una cebra con intención de aparearse se aproximó con fiereza al confundirlo con uno de sus semejantes por las rayas blancas y negras. El periódico afirma que John falleció después de que el animal le asaltara. Recuerda: si el fútbol no es amigo del Newcastle, la naturaleza menos.
5. ¡Eureka!
Quien crea que los aficionados del Newcastle no han hecho ningún bien al mundo no conoce a Gladstone Adams, un hombre que ha influido en la vida de todos sin que muchos sepan cómo. Como buen neocastrense de nacimiento, Adams era aficionado de los Magpies y a principios del siglo XX fue fotógrafo del equipo. En abril de 1908, viajó a Londres para ver la final de la FA Cup entre los blanquinegros y los Wolves. No sólo perdieron 3-1, sino que de vuelta a casa tuvo que aguantar una nevada que le impedía conducir. Fue en ese momento cuando se le ocurrió inventar un sistema que apartara la nieve de la luna del coche para favorecer la visibilidad: había nacido el limpiaparabrisas. Tres años más tarde, patentó su creación y pasó oficialmente a la historia como el hombre que nos salvó de los chaparrones en la carretera.

4. El que avisa no es traidor
El Newcastle marchó a Darlington en la pretemporada de 2011 para disputar un amistoso y sus seguidores vieron en un partido tan insulso una oportunidad para volverse locos. Sammy Ameobi entró en el minuto 53 y empezaron a cantar «If Sammy scores, we’re on the pitch» (Si Sammy marca, saltamos al campo»). Para desgracia de todo el personal de seguridad del estadio, Ameobi respondió al desafío de su público y sólo tres minutos después anotó uno de los goles de su equipo: en cuestión de segundos, las veintidós personas que había sobre el campo se convirtieron en cientos. A raíz del incidente, el club cambió su política de venta de entradas para los partidos fuera de casa y la limitó a abonados y miembros. Y es que los Magpies son gente de palabra.
public://video_embed_field_thumbnails/youtube/_izmcNK2U-o.jpg
a:1:{s:7:»handler»;s:7:»youtube»;}
public://video_embed_field_thumbnails/youtube/M9y9ATOexLo.jpg
a:1:{s:7:»handler»;s:7:»youtube»;}
3. La mejor celebración que ha visto St James’ Park
El primer partido como local de Rafa Benítez en el Newcastle tuvo que ser el más tenso de todos: el derbi de Tyne-Wear contra el eterno enemigo, el Sunderland. Con el drama del descenso de fondo —acabarían perdiendo la categoría a final de temporada—, la tarde se puso más fea si cabía con el 0-1 de los Black Cats, obra de Jermain Defoe antes del descanso. En el minuto 84 y con los nervios a flor de piel, Aleksandar Mitrovic, uno de los mayores tarados en el arte de la celebración, empató el duelo con un cabezazo que desató la locura en St James’ Park. Un aficionado se saltó el cordón de seguridad para abrazarse con el delantero serbio y entre los dos firmaron una escena de maravillosa torpeza.
public://video_embed_field_thumbnails/youtube/95JHlxdX-dA.jpg
a:1:{s:7:»handler»;s:7:»youtube»;}
2. El boxeador de caballos
Es una de las imágenes más icónicas de la historia reciente del Newcastle. A la salida de un derbi en 2013 contra el Sunderland que los Magpies perdieron por 0-3, los disturbios obligaron a la policía a actuar. Barry Rogerson era uno de tantos con ganas de pelea, pero él escogió una víctima peculiar: cuando una agente se le acercó subida a su caballo, éste propinó al animal un puñetazo en el hocico antes de ser placado y arrestado. «Amo a los animales. Tengo tres perros y una pecera y doy de comer a los zorros cuando los veo por la carretera», dijo arrepentido en una entrevista tras saltar a la fama para siempre. Explicó también que había tomado dos pintas antes del partido, dos botellas de cerveza durante el mismo y otra pinta en el bar del estadio tras abandonar su asiento antes del pitido final. La reacción de su esposa fue aún mejor cuando atendió a los medios: «Normalmente no va a ningún sitio sin mí. Le dejo solo por un día y mira lo que ocurre».
public://video_embed_field_thumbnails/youtube/OTsxZPJDcUY.jpg
a:1:{s:7:»handler»;s:7:»youtube»;}
1. El héroe de Tyneside
Pongámonos en situación. Marzo de 2018. El Sunderland es colista de Championship y se arrastra por la segunda división sin remedio tras descender el curso pasado de la Premier League. La temporada es una sucesión de ridículos y caer a League One es una posibilidad más que probable. La afición, harta de un equipo que sólo había ganado un partido como local en 2017, ha dejado de asistir al campo y el Stadium of Light ha quedado desangelado. Mientras, el Newcastle se ha recuperado de su descenso en 2016 y ha regresado a la primera división con Rafa Benítez. En este contexto, al Sunderland no se le ocurrió nada mejor que organizar un concurso de tiro al larguero durante el descanso de su partido contra el Preston North End —perdieron 0-2—. Entre los participantes, dos vestían la camiseta local y un tercero, la del Newcastle. Y es que cuando todo te sale mal, las cosas sólo pueden ir a peor. El hincha de los Magpies acertó en su turno y, además de ganar la competición, se paseó por el césped celebrando su victoria con la mano en alto al estilo de Alan Shearer. Cuando uno de los concursantes del Sunderland se percató del espectáculo, corrió hacia su rival para detenerlo… y el del Newcastle, reencarnado en Pelé, le hizo un caño antológico. Otro fan molesto intentó responder inmediatamente con un pelotazo, pero el intruso consiguió esquivarlo y se marchó del campo con paso triunfal. Las redes sociales ardieron con una de las mayores humillaciones extradeportivas que se recuerdan del Newcastle al Sunderland. Tyneside tenía un nuevo héroe.
public://video_embed_field_thumbnails/youtube/_bMCr3GperM.jpg
a:1:{s:7:»handler»;s:7:»youtube»;}