«Temporada nueva, ilusión nueva». Esta versión futbolera del archiconocido refrán navideño resume el sentir generalizado de los aficionados que poblarán las gradas del emblemático Goodison Park a partir de este mes de agosto. Tras un mercado estival en el que se esperaba una fuerte inversión por parte del iraní Farhad Moshiri, los pupilos de Ronald Koeman consiguieron finalizar el campeonato doméstico en séptima posición, objetivo que debería ser el mínimo del club por historia, capacidad financiera y nivel de plantilla. Así pues, asentada la base con veteranos como Gareth Barry, Phil Jagielka o Leighton Baines y con fichajes como Idrissa Gueye, Yannick Bolasie, Ashley Williams o Morgan Schneiderlin, la implicación económica del nuevo dueño de los Toffees pasaba este verano de ser una posibilidad a una exigencia, dado que sus rivales van mejorando exponencialmente cada curso y el club de Liverpool quiere desempolvar de una vez por todas su vitrina de trofeos tras mas de veinte años de sequía.
Ha habido bajas importantes, sí (sobre todo, Romelu Lukaku), pero han llegado futbolistas con un palmarés y recorrido profesional intachables (como Wayne Rooney) o con ganas de demostrar lo que valen, ya sea por su juventud o por proceder de una liga mucho más débil que la inglesa (son los casos de Sandro Ramírez, Michael Keane, Jordan Pickford o Davy Klaassen). Si juntamos la veteranía con la ambición y la juventud, nace una combinación ilusionante cuyos frutos pueden manifestarse en forma de alegrías para la parroquia del club originalmente denominado St. Domingo FC.
La responsabilidad de guiar al Everton hacia el éxito estará personificada en Ronald Koeman por segunda temporada consecutiva. Si bien es cierto que antes de aterrizar en Inglaterra tuvo alguna que otra etapa convulsa en su trayectoria como entrenador (pese a ganar una Copa del Rey, solo hay que recordar su paso por el Valencia), desde que ha llegado a la Premier League todo son halagos hacia su persona. Como buen partícipe de la escuela holandesa, no le tiembla el pulso a la hora de alinear a jóvenes que tienen muy poca o nula experiencia al más alto nivel. Lo demostró durante su etapa en el Southampton y así lo está haciendo en el Everton con una generación que viene pisando muy fuerte desde las categorías inferiores. Un ejemplo: Mason Holagte, uno de los baluartes de la cantera del club, dio a conocer lo que le dijo su entrenador minutos antes de debutar en un amistoso contra el Manchester United: «Antes de salir al partido, él [Ronald Koeman] me dijo que no importaba los años que tuviese, que yo iba a jugar porque era lo suficientemente bueno. No tenía que mostrar miedo, sino demostrar lo que puedo hacer». Con comentarios como estos queda de manifiesto su confianza en los chicos que vienen de abajo.

Este verano, Ronald Koeman ha emprendido una profunda renovación de la plantilla siguiendo la política de fichajes que tan buen resultado le ha dado al Tottenham: detectar hoy las estrellas del mañana. Aunque todavía faltan algunas piezas para completar la plantilla, las líneas generales ya parecen trazadas.
Un buen ataque se construye con una buena defensa, así que comenzaremos nuestro repaso particular por la portería. Ante la más que posible vuelta de Joel Robles a tierras españolas (también se rumorea que Newcastle y Huddersfield podrían estar interesados en su contratación), el Everton contará con la siempre interesante mezcla de un guardameta joven y uno experimentado. Son los casos de Jordan Pickford y Maarten Stekelenburg. Debido a sus grandes condiciones y a su personalidad dentro del campo, el internacional sub-21 se postula como el dueño de la portería inglesa en un futuro más o menos cercano. Esto lo sabe el Everton, por eso ha apostado por él previo pago de 30 millones de libras. Por su parte, Maarten Stekelenburg, portero titular de Holanda hasta hace pocos años, vuelve a contar con la confianza del mánager holandés (ya lo fichó para el Southampton y el curso pasado se lo llevó consigo al Everton). Aunque los años no pasan en balde para nadie y ha cometido algunos errores, Jordan Pickford tiene un buen maestro del que aprender. Muchos clubes ingleses no pueden presumir de contar con un exinternacional absoluto como reserva.
Damos el salto a la línea defensiva, donde también se presentan novedades. La impactante y larga lesión de Seamus Coleman en el lateral derecho obligaba a Ronald Koeman a buscar un sustituto. Se hizo con los servicios de Cuco Martina como agente libre tras abandonar el Southampton. Todo hace indicar que ocupará el rol de suplente, ya que Mason Holgate, uno de los jóvenes con más proyección del fútbol inglés, sería el encargado de galopar por la banda derecha (aunque su posición natural sea la de central). En el costado zurdo de la defensa, el titular será el incombustible Leighton Baines. El zurdo es un clásico en el mundo Premier: combina una buena transición defensa-ataque con un excepcional golpeo de balón. Le han castigado mucho las lesiones en los últimos años, pero en su momento álgido estuvo a punto de recalar nada más y nada menos que en el Manchester United. Su suplente es un misterio. Brendan Galloway se ha marchado cedido al Sunderland y no parece que Luke Garbutt vaya a formar parte de la primera plantilla. Aunque Cuco Martina puede jugar en la izquierda, es diestro, así que Ronald Koeman podría todavía fichar un lateral.
Hablando de los centrales, a la continuidad de Ashley Williams, Phil Jagielka y Ramiro Funes Mori se le añade el fichaje de Michael Keane (Burnley), sin duda uno de los jugadores revelación de la Premier League 2016/17 por su descaro y solvencia defensiva. Sin embargo, también en esta ocasión hay que lamentar la lesión de larga duración de Ramiro Funes Mori, que no volverá a los terrenos de juego hasta marzo de 2018 por una grave lesión en la rodilla. Así pues, el entrenador neerlandés solamente contará con tres centrales (más Holgate en caso necesario): Michael Keane, Ashley Williams y el capitán Phil Jagielka.

Subimos una línea y llegamos a una zona del campo clave en el fútbol: el mediocampo. La dinámica de un partido puede volverse a favor o en contra, en gran medida, por el grado de acierto de los centrocampistas que sostienen al equipo, luego es fundamental contar con jugadores con una capacidad de sacrificio y técnica eficientes. Pese a la salida de Tom Cleverley del club (traspasado al Watford), el Everton sigue contando con la amplia nómina de mediocampistas que tenía el curso pasado: Morgan Schneiderlin e Idrissa Gueye se posicionarían como titulares, mientras que Muhammed Bešić, Gareth Barry, James McCarthy y Tom Davies, la gran aparición de la temporada pasada (recordemos su gol al Manchester City), partirían como suplentes de los previamente mencionados. A este grupo continuista hay que sumar un fichaje procedente del Ajax que promete ser muy valioso para el juego entre líneas del equipo. Hablamos de Davy Klaassen, mediocentro de corte ofensivo que destaca por su capacidad asociativa y por llegar con frecuencia a posiciones de remate desde segunda línea. El holandés es uno de los jugadores sobre el que se centrarán las miradas, ya que de él va a depender la fluidez del juego del Everton a lo largo de esta temporada. Es posible que esté ante la gran prueba de su carrera deportiva, aunque las ganas de crecer y de demostrar su valía (solo tiene veinticuatro años) seguro que le auparán en su nueva etapa.
Finalizamos el repaso de la plantilla del Everton con la zona atacante. Una vez más, Ronald Koeman tendrá bajo sus órdenes una mezcla de experiencia al máximo nivel y de jóvenes prometedores que aún tienen varias cosas que pulir. Por un lado, abordando la posición de extremo, el neerlandés dispone de dos extremos diestros con recorrido en la Premier League (Kevin Mirallas y Aaron Lennon), mientras que, en el flanco zurdo, a excepción de Yannick Bolasie (estará de baja hasta diciembre por una grave lesión), el club apuesta por dar galones a jóvenes inexpertos como Ademola Lookman (el Everton pagó 10 millones de libras al Charlton en enero por él) y Dominic Calvert-Lewin. Por otro lado, la delantera presenta una renovación total después de que el Manchester United y el Everton llegaran a un acuerdo para el traspaso del belga Romelu Lukaku. Ante tal pérdida, Ronald Koeman sabía que necesitaba un futbolista que asumiera galones, y quién mejor para ello que uno de los delanteros ingleses más importantes de los últimos tiempos: Wayne Rooney. El gran jugador inglés vuelve hecho un hombre a la que fue su casa, con diversos títulos a sus espaldas, pero seguramente con el reto de aumentar su palmarés con el club que le dio la oportunidad de debutar en Premier League hace quince años. Si la lógica impera, será el debutante canario Sandro Ramírez quien le dé descanso, una de las actuaciones individuales más destacadas en LaLiga Santander 2016/17 (perforó la meta rival en catorce ocasiones con el Málaga). Suscitó el interés de varios clubes importantes debido al bajo montante de su cláusula (seis millones de euros), pero finalmente, debido a que ya se vislumbra el Mundial de Rusia en el horizonte, decidió embarcarse en una liga e idioma diferentes a los que conocía.
¿Y qué pasará con Ross Barkley? El mediapunta ingles está siendo protagonista de uno de los culebrones del verano. Finaliza contrato en junio de 2018 y se ha mostrado reacio a renovar en numerosas ocasiones. Su entrenador manifestó hace unos días que «dejará el Everton al 100 %» porque «su deseo es recalar en un proyecto más ambicioso». Eso lo sabe el Tottenham, que parece ser el equipo más interesado en hacerse con sus servicios, ya que los de Mauricio Pochettino necesitan mejorar el nivel de la plantilla para repetir o superar lo logrado en los dos últimos años. ¿Su sustituto en el Everton? Todo apunta a que el líder de Islandia y del Swansea, Gylfi Sigurðsson, es el elegido por el técnico Toffee, aunque el conjunto galés no pondrá nada fácil su marcha: pide 50 millones de libras por él.
En definitiva, el Everton 2017/18, como hemos comentado, ha sabido reunir el talento y la ambición de los jóvenes con el compromiso y liderazgo de los más veteranos. Ronald Koeman ha conseguido mejorar el nivel y la competencia interna de la plantilla, aspecto que se demandaba desde hace varios años en el club scouser. La poca profundidad de banquillo era una de las preocupaciones del técnico, más aún cuando esta temporada le esperan nada más y nada menos que cuatro competiciones por delante (Carabao Cup, Emirates FA Cup, UEFA Europa league y Premier League). Tan solo queda ver cómo encajan todas las piezas en este nuevo proyecto, pero es comprensible que cualquier aficionado al Everton tenga a día de hoy más ilusión que un niño con zapatos nuevos. Como alguno de los seis grandes haga una mala temporada y Ronald Koeman consiga dar con la tecla, podríamos tener alguna sorpresa con este equipo.