Dicen los expertos que lo más difícil de encontrar y de conseguir en el fútbol es el gol. El gol. Bendito gol. La habilidad para marcar goles es una característica muy complicada de añadir a una plantilla. Y que, además, implica un costoso gasto para el equipo. A pesar de que el gol es la esencia del fútbol, cada vez se juega más provocando que no se den. La evolución del fútbol ha hecho que desaparezcan demarcaciones, nuevos sistemas o nuevas competiciones. Lo que no deja de estar en boga es el gol.
El Brentford, un club al oeste de Londres, tiene una de las estructuras más peculiares del fútbol inglés y, probablemente, del continental. La institución de Championship cuenta con un método muy interesante de reclutar nuevos futbolistas para el plantel basado en estadísticas y números. Está logrando el éxito gracias a las matemáticas. En los últimos años, el cuadro de Griffin Park ha rozado el ascenso a Premier League tras más de 70 años de ausencia de la élite del fútbol británico. La pasada campaña, una temporada difícil para todos, los Bees se quedaron a las puertas del ansiado ascenso por dos veces: con una derrota como local ante el modesto Barnsley que le pudo haber otorgado la promoción directa en temporada regular y, en Wembley, con doblete de Joe Bryan para el Fulham en la prórroga. El Brentford se quedó a minutos de cumplir su ansiado retorno.
A pesar de ello, el Brentford ha comenzado la nueva campaña como uno de los mayores favoritos a ocupar una de las dos plazas de privilegio de Championship. El conjunto londinense, de momento, no está cumpliendo con las altas expectativas creadas. El cuadro rojiblanco se encuentra luchando por establecerse en los puestos de playoff e intentando encaramarse a los puestos de ascenso directo, si bien es cierto que en “diferencia goles esperados” es ya el destacado líder de la categoría, según el modelo de Ben Mayhew (@Experimental361 en Twitter).
El equipo entrenado por Thomas Frank ha tenido que resarcirse, de nuevo, de algunas bajas importantes en su plantilla como Ollie Watkins o Saïd Benrahma que tomaron rumbo a equipos de Premier League. Es decir, en un abrir y cerrar de ojos, Frank perdió 43 goles con esas dos ventas (26 de Watkins y 17 de Benrahma). De un plumazo, no había generador de gol; se van la mitad de los tantos anotados por el Brentford en la temporada 2019-20. Pero, en Griffin Park, no es problema sustituir gol por gol.
En las últimas campañas, es una constancia al oeste de Londres el cambio en la posición de ‘9’. En la temporada 2016-17, el danés Lasse Vibe era el delantero centro del Brentford de Dean Smith. Tras dos temporadas y media defendiendo al equipo de Griffin Park, el atacante (nunca delantero centro puro) de Dinamarca no había conseguido aupar al Brentford al siguiente escalón y, por ello, terminó abandonando Londres en enero de 2018. A partir de ahí, la posición de ariete pasó a ser sinónimo de acierto de cara a puerta, y con el condicionante de rebuscar para encontrar el talento en el otro fútbol. A base de ojeo ha logrado el éxito goleador el Brentford.
En el verano de 2017, desde la entidad liderada por Mathew Benham se dio un paso adelante para reforzar la delantera con dos futbolistas poco conocidos para el gran público del fútbol inglés. Para tratar de dar ese último salto que le hiciese candidato al ascenso directo, el equipo dirigido por Dean Smith se hizo con dos atacantes que no habían destacado en la élite precisamente. Siguiendo su particular modelo de fichajes, aterrizaron en Griffin Park en aquel mercado estival los jóvenes Neal Maupay y Ollie Watkins. Con ellos, comienza esta pequeña y corta pero intensa relación del Brentford con el gol y la producción indiscriminada del mismo.
Neal Maupay (Francia, 1996)
A punto de cumplir los 21 años, este delantero francoargentino emprendió la aventura de su vida con su viaje hacia Brentford. Para conocer la experiencia completa, vayamos al principio. Neal Maupay, nacido en Versalles en 1996, es una de esas múltiples jóvenes promesas que militan en canteras de grandes clubes del país pero que no llegan a explotar cuando se espera. Las expectativas no cumplidas. O, mejor dicho, no cumplidas en el momento que se supone que deben ocurrir. Se supone. El fútbol, en fin.
El caso es que Maupay era un habitual de las categorías inferiores de la selección de Francia a principios de la década pasada. Perteneciente a la cantera del Niza, el chico se vislumbraba como uno de los futuros referentes de la vanguardia francesa. De hecho, con tan solo 16 años, un mes y un día, debutó con el primer equipo del club de la Costa Azul. Eso sí, con una participación testimonial en la victoria frente al Stade Brestois que, más tarde, será importante para cerrar el círculo del ariete.
En esa primera toma de contacto con el fútbol de élite en la temporada 2012-13, Neal consiguió anotar incluso tres goles en sus quince participaciones en ese campeonato para ayudar al Niza a clasificar 4º. La carrera de Maupay continuaba su trayectoria, supuestamente, imparable hacia su consolidación futbolística. Pues bien, Neal Maupay ya había disputado su mejor campaña goleadora con dieciséis años en la Ligue 1. En las tres temporadas siguientes (dos en Niza y la última en St. Etienne), no sumó más de dieciséis encuentros y nunca anotó más de tres goles. Cifras testimoniales para un delantero que prometía mucho y que, incluso, consiguió ser internacional sub-21 con Les Bleus pero no consiguió explotar.
Después de varios intentos de asentarse como jugador profesional en la Ligue 1 francesa, Neal tuvo que buscarse la vida en el infrafútbol de la Ligue 2 (la segunda categoría del fútbol galo). Su destino, como ya anticipamos, no podía ser otro que Stade Brestois, equipo contra el que disputó sus primeros minutos en Ligue 1. La forma perfecta de cerrar el círculo de Maupay en Francia. En esa temporada en el segundo escalón del fútbol galo, sus números tampoco fueron extraordinarios: anotó 11 tantos en los 28 partidos en los que participó. Aunque, a su favor, se ha de tener el cuenta el atenuante hecho de que tuvo una lesión de rodilla que le apartó del terreno de juego en varios partidos.

A pesar de ello, el Brentford hizo gala de su alta capacidad para bajar a la mina a encontrar talento bruto y pulirlo. De esta forma, la dirección deportiva de los Bees se marchó a Francia para fichar al que sería su apuesta para ocupar la delantera en su nuevo intento de ascenso a Premier. El resto es historia. En dos temporadas como ‘9’ al oeste en Londres, Neal disputó 88 encuentros de Championship anotando 37 goles y repartiendo 13 asistencias. La gran consolidación de Neal Maupay en Griffin Park le dio la oportunidad de marcharse a Brighton para jugar en Premier League. Allá, en la costa sur de Inglaterra con los Seagulls, si bien su efectividad ha sido una perpetua intermitencia, ya suma más de cincuenta partidos, superando la decena de goles totales anotados.
Neal Maupay encontró su hueco en el fútbol inglés surgiendo de las catacumbas de Francia y se convirtió en una pequeña leyenda aupándose al cuarto puesto en la tabla de goleadores históricos del Brentford. En dos años, se trasladó de la Ligue 2 francesa a la Premier League inglesa. Casi nada.
Ollie Watkins (Inglaterra, 1995)
Si Maupay es el delantero prometedor que no termina de explotar, la historia de Watkins es la de un atacante hecho a sí mismo con la lucha que requiere el fútbol modesto de Inglaterra. Si ambos aterrizaron en Griffin Park con 21 años, Neal ya había jugado en más de 50 partidos en una primera división, mientras que Ollie nunca había disputado ningún minuto en las tres primeras categorías del fútbol inglés. Mientras el de Versalles era un habitual de los escalafones inferiores de Les Bleus, el de Torquay nunca vistió la zamarra de los Three Lions. El francés fue fichado como un delantero puro quedándose con el dorsal 9 y el inglés llegó al Brentford para acompañar en la delantera al delantero, desde la banda, escogiendo el 11 para su espalda. Dos historias muy distintas con de momento el mismo destino: la Premier y el gol.
El tercer miembro de una vanguardia que ya formaban el recién llegado Maupay y el español Sergi Canós sería Ollie Watkins nacido en Torquay en 1995. Su historia es de esas no tan raras en Inglaterra pero que en otros países sí que serían una rara avis. En Inglaterra – si bien este es el ejemplo más extremo – se puede ver a todo un campeón como Jamie Vardy encaramarse hasta la Premier desde Conference (quinta división) y convertirse en máximo goleador en ambas categorías. Pues bien, Ollie Watkins es otro de esas grandes revelaciones. Un jugador hecho a base de goles que ha trasladado a los grandes escenarios del fútbol británico.
El inglés llegó, también, en el verano de 2017 a Griffin Park tras una gran temporada en el Exeter City, lugar en el que se crió como futbolista desde sus once años. Al chico de Torquay le costó mucho encontrar su sitio en el equipo. Desde su debut hasta el campeonato 2016-17, no consiguió hacerse un hueco, con apenas un puñado de goles firmados. Para mediados de 2016 es cuando todo cambió: se convirtió en un fijo en las alineaciones de los Grecians, logrando anotar 15 goles para caer en la final del play-off ante el Blackpool. Esta gran actuación en League Two hizo que los encargados de fichar en el Brentford FC se fijasen en él y, antes que nadie distinto se anticipase, allá que se marchó a sus 21 años.
A Londres llegó sin hacer mucho ruido pero con la intención de no desaprovechar esa oportunidad. Por eso, en sus dos primeras temporadas alternando la punta del ataque y la banda por la coincidencia con Neal Maupay, el atacante inglés disputó 93 encuentros entre todas las competiciones anotando 23 goles para sellar su carta de presentación. El nombre de Ollie Watkins se empezó a hacer habitual en Championship. Pero aún estaba arrancando. En la campaña 2019-20 y con la marcha de Maupay, el delantero inglés dio ese paso: se convirtió en el estandarte ofensivo de las “abejas”. En una temporada marcada por la pandemia en la que el Brentford sucumbió en Wembley frente al Fulham, el de Torquay logró 26 goles en 50 partidos oficiales. El gol pasó a ser suyo.

En este mercado pasado y tras no poder ascender a Premier League con el Brentford, el destino de Watkins se unió a uno de los gigantes históricos de Inglaterra: el Aston Villa. El jugador consiguió a sus 24 años el sueño de debutar en la élite del fútbol británico de la mano de su exentrenador Dean Smith y no ha tardado en demostrar su valía. Desde su llegada al cuadro capitaneado por Jack Grealish, se convirtió en titular indiscutible en la punta de ataque y solo le hicieron falta escasas oportunidades para demostrar que su nombre va estrechamente asociado al gol: en su tercer partido en Premier le endosó un hat-trick al campeón en el espectacular 7-2 del Aston Villa al Liverpool. Un futbolista hecho en el barro de la Football League y que ascendió al glamour de la Premier para quedarse.
Ivan Toney (Inglaterra, 1996)
Tras la decepción de perder la final por el ascenso en Wembley frente al Fulham con actuación estelar de Joe Bryan, el Brentford continuó con el plan establecido por Benham y compañía: Thomas Frank seguiría siendo el entrenador, mientras que David Raya, Jansson, Mbeumo o Sergi Canós forman de nuevo el bloque de los Bees que pretende alzarse con la ansiada promoción a Premier League. A pesar de los muchos pretendientes que tenían los principales jugadores del equipo, sólo se marcharon Watkins y Benrahma.
Como siempre desde que las estadísticas tomaron el control del club, el nuevo delantero saldría de las catacumbas de alguna especie de fútbol. En este caso, volvió a ser un futbolista curtido en el barro autóctono británico; como su antecesor Watkins y, en su caso, también un producto de cantera de un club gigante como Maupay. Un todo en uno que terminó marcando en todas las categorías que jugó. El elegido para ocupar el puesto de delantero centro en la temporada 2020-21 ha sido Ivan Toney, nacido en Northampton en 1996. El dorsal ‘17’ aterrizó en el oeste de Londres en septiembre del año marcado por la pandemia. A pesar de no acumular ni seis meses en su nuevo equipo, Toney ya se ha convertido en un killer para el plantel de Thomas Frank.
Con apenas 16, el chico de Northampton debutó en el primer equipo de su ciudad y donde comenzó a crecer como futbolista en un partido de FA Cup. En el verano de 2015, el Newcastle United se hizo con sus servicios como apuesta tras dos temporadas en League Two con el Northampton Town en las que, curiosamente, no despuntó en particular con espectaculares cifras anotadoras.
Con 19 años, hizo su primera aparición en Premier League ante el Chelsea y esto se repitió ante el Manchester United de la mano de Steve McClaren. No obstante, a partir de noviembre y comprobando que sus oportunidades con los Magpies no iban a ser muchas, arrancó un carrusel de cesiones por toda Inglaterra que empezó en Barnsley con una final de ascenso perdida, Shrewsbury, Wigan o Scunthorpe United.
Toney tomó League One como su nuevo hogar aunque, de vez en cuando regresaba a Newcastle pero sin deshacer la maleta. Sumando casi un centenar de partidos y 25 goles en ellos, por fin encontró un lugar permanente donde mostrar su facilidad anotadora de cara a portería: después de tres años pero sólo 41 minutos disputados con el primer equipo de St. James’ Park, Toney fue contratado por el Peterborough United de esa precisa tercera división.
“¡Por fin!” Eso debió pensar cuando aterrizó en el ABAX Stadium. Ivan podría contar con su primera oportunidad en la tercera categoría del fútbol inglés sin depender de cesiones ni de grandes clubes. Por primera vez desde la salida de su ciudad natal, y no muy lejos de ella esta vez, únicamente dependía de él y de sus goles. A pesar de no contar con la confianza que le otorga la titularidad a un futbolista desde el principio, Toney lo tenía claro: tardó 133 minutos en anotar su primer gol con los Posh y que, además, significó la victoria para su equipo en Southend. A partir de ese gol en Roots Hall – estadio del Southend United – el idilio del delantero de Norhampton con el gol fue imparable ya que en sus 94 encuentros como Posh anotó 49 dianas y repartió 15 asistencias en esas dos temporadas.
Con 24 años y tras la desbandada en ataque del Brentford con dirección a la Premier, los londinenses echaron un ojo a Peterborough para hacerse con su nueva figura ofensiva. Así, aterrizó en Championship y en uno de los candidatos al ascenso directo.

Desde entonces, Ivan Toney se ha erigido como uno de los mejores delanteros de la competición; disputando todos los partidos ligueros, aupándose al primer puesto en la tabla de goleadores. Toney es la esperanza goleadora de los Bees en esta 2020-21 para el ascenso.
Mathew Benham, un multimillonario seguidor del Brentford le cambió la vida al club con una filosofía revolucionaria en el mundo del fútbol. En los últimos años, el equipo de Griffin Park se ha especializado en comprar diamantes en brutos de las minas más desconocidas y pulirlos para revenderlos a la Premier mientras no puedan ascender con los Bees. Neal Maupay y Ollie Watkins hicieron el viaje desde Brentford hasta la Premier, mientras que Ivan Toney busca ser el delantero que, por fin, lleve a los londinenses a la máxima categoría del fútbol inglés. El Brentford es una auténtica fábrica en serie de goleadores.