Dani Hernández

Goles inesperados

Dominic Calvert-Lewin y Danny Ings han iniciado esta temporada al ritmo de la anterior. Su intención es ir más allá del One Season Man. Si la espera por la Eurocopa se alarga, su racha también debe hacerlo. El fin de semana pasado volvieron a mojar y, esto, ya ha dejado de ser noticia.

Talento por el gol que, como las flores, necesita su primavera para brotar. Pretextos y contextos que les sitúan en una duda y un demostrar constantes. Una continuidad de la que parece esperarse la intermitencia. ¿Inesperados? Ya no. Everton y Southampton dejaron de sorprenderse, ya hace semanas, cada vez que el balón besa la red tras un toque de Dominic Calvert-Lewin y Danny Ings. Los delanteros ingleses no quieren dejar a Harry Kane solo en las convocatorias de los Three Lions. Se probaron la cap, se hicieron a ella, se gustaron y ahora pretenden no soltarla.

La extraña temporada pasada trajo dos sorprendentes revelaciones. Dos jugadores que, cada uno en su medida, consiguieron subir un escalón esencial en sus carreras. Con Kane en el dique seco, se les presentó la oportunidad de llegar a la Euro que nunca existió. Esta temporada, como en el día de la marmota, repiten la misma rutina. Y, como si de un mantra se tratara, partido a partido, le recuerdan a los porteros lo que significa recoger el balón de dentro de la portería. Dominic Calvert-Lewin y Danny Ings siguen empeñados en no volver a sus vidas pasadas.

En la parte azul de Liverpool, los aficionados del Everton han celebrado goles de Calvert-Lewin en todos los partidos de Premier League disputados por su equipo esta temporada. Cuatro de cuatro, además del hat-trick anotado en Copa de la Liga al West Ham United. Un total de 7 dianas en liga que han ayudado a impulsar este buen inicio de campaña para los de Carlo Ancelotti. A sus 23 años, el de Sheffield ha conseguido tener un ojo mucho más clínico para descifrar el juego de sus compañeros, así como los movimientos y decisiones de las defensas y porteros rivales. El mayor talento de Dominic no reside en sus pies, sino más bien en su cabeza.

Siempre a la sombra de un -teórico- delantero titular. Calvert-Lewin ha conseguido anotar en todas y cada una de sus temporadas en Premier League. Pese a ello, nadie le tuvo en cuenta como primera opción hasta que Duncan Ferguson tomó el mando de los Toffees tras la destitución de Marco Silva. Ya sin Romelu Lukaku ni ningún otro delantero titularísimo por delante y con una edad perfecta para madurar su juego y explotarlo al máximo nivel, Ferguson le dio la confianza y le aconsejó rentabilizar su físico en el área. Él se lo devolvió a base de trabajo (una constante en Calvert-Lewin) y goles. Los esfuerzos y los kilómetros malgastados temporadas atrás han quedado reducidos al área de penalti donde Ferguson le construyó una casa y Dominic ha hecho su hogar.

Ancelotti, que sigue con la figura de Ferguson muy cerca, ha dado continuidad a la importancia de Calvert-Lewin (titular en 24 de los 25 partidos del italiano como entrenador del Everton). Tal como el propio delantero confiesa en The Guardian, este ha supuesto una influencia muy positiva en él. Con el Filippo Inzaghi del Milan de Carletto como referente, el inglés sigue adquiriendo los conocimientos básicos del buen goleador. “No pretendo ser una copia de Inzaghi, pero intento acercarme a su definición al primer toque y al estar en el momento y el lugar adecuado.” Calvert-Lewin se ha beneficiado del equipo que se ha creado a su alrededor y es el máximo goleador de la competición (junto a Heung-Min Son) siendo, a la vez, el jugador de campo del Everton que menos veces ha tocado el balón. Rentabilidad en estado puro.

Tras su gol en el derby de Merseyside, Calvert-Lewin ha fijado la que podría ser su quinta víctima consecutiva en liga, el Southampton. Allí se encontrará a otro delantero inglés en racha con la misma misión que él. Un duelo al sol en toda regla. Danny Ings prometió en Burnley, decepcionó en Liverpool y está brillando en Southampton. Una carrera que no ha decidido él, sino las lesiones. Unas fatídicas compañeras de viaje que le impidieron brillar en uno de los escenarios más icónicos del fútbol mundial. El St. Mary’s Stadium le ha brindado otra oportunidad y, sin duda, él no la ha querido desperdiciar. 


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Danny Ings ha encontrado su sitio en Southampton tras un aciago paso por el Liverpool marcado por las lesiones. / Southampton FC


 

El juego de Ralph Hasenhüttl no ha hecho más que beneficiar al nueve de los Saints. El austríaco ha construido un bloque sólido capaz de adaptarse al juego rival y preparado para beneficiar, en cualquier escenario, a su principal goleador. Fuera de casa, donde el equipo suele conseguir mejores resultados desde la llegada de Hasenhüttl, el delantero emplea una de sus mayores armas. Cuando el Southampton cede el peso del partido, con el bloque bajo atrayendo los ataques rivales, se genera un espacio a la espalda de la defensa contraria que Ings suele aprovechar a la perfección. Un pase rompiendo líneas o un balón en profundidad suele ser letal.

En cambio, con el dominio del partido, Danny Ings debe generar su ya patentada jugada. Cerca de la banda izquierda crea el espacio necesario para recibir. Desde ahí, recuerda la última vez que lo hizo y repite. Visualiza, arranca, centra su posición, encara, arma su pierna derecha, coloca el balón con la misma potencia que serenidad al segundo palo y celebra. Una tarea que, pese a la repetición, parece no aburrirle. Pero, además, su abanico de acciones cada vez es mayor. Su capacidad de prever la creación de espacios y zonas de acción peligrosas y su intuición ante las acciones rivales le han sumado cifras a sus cuentas hasta llevarlo a lo más alto de la carrera por la bota de oro la temporada pasada.

La figura de Ferguson para Calvert-Lewin se refleja en Alex Parsons para Ings. Tras coincidir en el Bournemouth como compañeros de equipo, sus caminos les volvieron a unir. Uno, todavía como futbolista, el otro como preparador físico. Los métodos de Parsons han llevado a Ings a perfeccionar y rentabilizar sus movimientos sobre el terreno de juego. Rendir al máximo nivel y evitar las lesiones que le lastraron en su paso por Liverpool son los objetivos que, alcanzados, han llevado al delantero de Winchester al siguiente nivel.

Dominic y Danny se verán las caras el domingo. Everton y Southampton afrontan el encuentro con distintos panoramas. Tras empatar contra Liverpool y Chelsea, respectivamente, desearán volver a la senda del triunfo con sus dos arietes en racha. Con la portería entre ceja y ceja y con el eco del rugir de los Three Lions en su cabeza, tratarán de repetir lo que dejó ya de sorprender al mundo del fútbol. Funcionarios del gol. Uno desde dentro del área, el otro a campo abierto. Adictos a perfeccionar la forma en la que realizan su trabajo. Distinta ejecución, mismo final: una red bailando al son de sus tantos. 

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Dani Hernández